La Gran Dimisión

¿La Gran Renuncia?

Se habla y comenta en todos los foros, redes sociales como LinkedIn y está en las noticias casi a diario. El fenómeno de “La Gran Renuncia” o “La Gran Dimisión” es, supuestamente, la ola de abandonos voluntarios de puestos de trabajo debido fundamentalmente a las malas condiciones de los mismos, a juicio de los trabajadores.

Si nos quedamos en los titulares, parece que nos invade una ola de dimisiones laborales. No solo eso, sino que, en muchos sitios como LinkedIn, se aprueba y defiende este fenómeno en aras de la salud emocional y también física de los empleados.

La verdad es que La Gran Dimisión solo se está produciendo, si acaso con cierto empuje, en países como Estados Unidos (50 millones de abandonos desde principios de 2021), Gran Bretaña o Italia (1.3 millones de abandonos de enero a septiembre de 2021).

En España es otra cosa. Según datos de afiliación a la Seguridad Social, el pasado mes de abril abandonaron su trabajo casi 6000 personas. Una cifra que está creciendo desde comienzos de 2021, según informa el portal xataka.

Si bien es cierto que la pandemia ha cambiado muchas cosas, creo que este asunto de la Gran Dimisión se ha exagerado, al menos en nuestro país. Sectores cono la hostelería o las nuevas tecnologías están teniendo problemas para cubrir las vacantes, eso es verdad, pero tiene unas causas muy concretas (jornadas muy largas, sueldos muy bajos, falta de personal especializado para puestos tecnológicos…).

Sin embargo, me cuesta creer que, en un país como el nuestro, con cifras de paro estructural muy por encima de la media de los países de nuestro entorno (USA, 3.6%, Italia, 8.4%, Gran Bretaña, 3.7%, Alemania 3.0 %, España 13.3%) los trabajadores estén huyendo de las empresas por haber llegado a un límite de aguante emocional ya insoportable.

La secular rigidez del mercado laboral español respecto a otros países, así como la estructura sectorial del mercado laboral (servicios a la cabeza) explican tanto las altas cifras de paro españolas como la menor tasa de renuncias que se está produciendo (en comparación con otros países). Por eso hablar de Gran Renuncia en España me parece un poco atrevido.

Y sí, por supuesto que estoy de acuerdo en que hay que conseguir que los puestos de trabajo en nuestro país tengan unas condiciones adecuadas para los empleados, no solo económicas, sino también relativas a su bienestar emocional y en entornos que fomenten un desempeño integral de la persona. Pero todavía estamos lejos de llegar a ello. Falta una cultura empresarial más abierta, con visión a largo plazo, donde las personas sean de verdad el activo más preciado de las organizaciones.

Mientras sigamos pensando que los empleados son un coste y no el mejor activo de las empresas seguiremos teniendo altas tasas de paro, desmotivación y desánimo. Todo ello se traduce en empresas menos rentables y competitivas.

La Gran Renuncia es posible en países donde las tasas de paro son relativamente bajas y el mercado laboral es transparente y fluido. Muchos de los que abandonan el trabajo (aun sin tener otro ya buscado) encuentran otro en poco tiempo, algo que en España es casi imposible.

Y no creo que estemos haciendo un favor a las personas que se encuentran a disgusto en su trabajo animándolas a una renuncia que seguramente les conduzca a un largo periodo de inactividad. Muchos de los que abogan e incitan a esta Gran Dimisión lo hacen desde sus confortables, seguros y bien remunerados puestos de trabajo. Es fácil dar consejos desde esa posición, sin entender que un trabajo es el sustento de toda una familia, sin alternativas para cambiar a corto plazo la situación.

Si queremos mejorar las cosas hay que empezar desde arriba. Reorientar la estructura económica que tenemos, reduciendo servicios de baja cualificación sin valor añadido por actividades que generen más riqueza y demanden personas competentes, desregular el mercado laboral, fomentar la cualificación (abandonar el nefasto programa de formación de los servicios públicos de empleo) y apostar por la tecnología como motor del cambio, entre otras actuaciones.

Y nunca deberíamos sugerir que hay que abandonar un empleo por nuestro bien. Cada caso, cada familia, cada trabajador es un mundo diferente. Muchos que quisieran abandonar no pueden hacerlo, aunque quisieran. Y en un mercado en el que las oportunidades de cambio son complicadas, a veces toca esperar. Mientras tanto, cuidemos de nuestra salud, de los nuestros y, si podemos, ampliemos nuestro conocimientos y habilidades para poder hacer el cambio cuando tengamos oportunidad.

¿Qué opinas tú?

 

Tasa de desempleo por países: (datosmacro.com | Expansión).

Entrevista a Manuel Sanchez Escritor

Entrevista a Manuel Sánchez

 

Manuel Sánchez  (Albacete, 1967) es un compendio de muchas personas en una sola. Ingeniero en Informática y profesional del sector de la tecnología desde hace muchos años, es un amante de la cultura clásica, la astronomía, los viajes y la literatura. Roma es una de sus pasiones y ha descubierto su faceta como escritor a una edad algo tardía, con cuatro libros publicados y algunos más en camino.

Ante todo, es una persona inquieta, ávida de conocimiento y gran conocedor de las pasiones humanas, como ha reflejado en novelas como Alma Luna o La Crisálida.

Charlamos con Manuel sobre inteligencia artificial, el impacto de la cultura digital, las relaciones humanas y la pasión por escribir.

 

Manuel, es difícil definir a una persona tan polifacética como tú, pero quiero que lo intentes. ¿Quién es Manuel Sánchez?

No es una pregunta sencilla, siempre coexisten diferentes «yos» dentro de uno mismo. Hay una parte analítica, metódica y pragmática muy ligada al perfil de ingeniero y de consultor de una multinacional que poco tiene que ver con el lado emocional de un escritor, mantienen un equilibrio inestable. Y, sin embargo, la curiosidad, siempre la curiosidad por explorar.

 

¿Por qué decidiste enfocar tu carrera profesional en el ámbito de la informática?

Tuve una premonición de joven. Una tarde, cuando era un adolescente, mi hermano y yo acompañamos a nuestros padres al cine. La película, Odisea 2001, me fascinó, especialmente aquella máquina parlante, el ordenador HAL. Desde aquel momento tuve el convencimiento que la tecnología y ese mundo de ciencia ficción que tanto me atraían caminarían juntos.

 

Desde tu punto de vista, ¿hacia donde crees que nos está llevando esta imparable carrera digitalizadora en la que estamos inmersos? ¿Corremos el riesgo de “deshumanizarnos”?

Nuestra humanidad es intrínseca a nuestra esencia, está bajo nuestra piel y va más allá de los avances tecnológicos. El temor al cambio es algo natural en la historia, sin embargo el reloj, queramos o no, nunca se detiene. La digitalización no es un fin en si misma, sino un medio, una herramienta a nuestro servicio, seremos nosotros los que decidamos que hacer con ella. Un ciborg no es menos humano por el hecho de que su corazón, una pierna ortopédica o sus ojos sean mecánicos.

 

Nosotros pertenecemos a una generación en lo que lo analógico era lo habitual, como también las relaciones físicas. Hoy la intangibilidad de las cosas parece estar cambiando el modo de relacionarnos como personas y también a las empresas. ¿Qué cambios esperas en los próximos años en este sentido?

Es cierto que las nuevas tecnologías como el teletrabajo, la transformación digital, la inteligencia artificial, la robotización, el mundo en la nube, el blockchain y la ciberseguridad se han convertido en los pilares del día a día, incluso gracias a ellas hemos podido mitigar parcialmente algunos de los efectos de la pandemia del Covid-19, pero también se han convertido en nuevas oportunidades de negocio con un mercado en ebullición, en el que inevitablemente se producen cambios en la forma como nos relacionamos.

No habrá marcha atrás en la globalización y la tecnología es su bastón. Algunas de estas tecnologías fracasarán y otras nuevas surgirán, por ejemplo, hoy pocos recuerdan las Google Glass, el cine en 3D y tantas otras novedades que iban a transformar nuestro mundo. Incluso las redes sociales están sobresaturadas y su influencia, salvo en campos concretos, probablemente sobrevalorada.

 

La Inteligencia Artificial es vista como un avance y también como una amenaza. ¿Tú como la percibes?

Es una oportunidad, la estamos experimentando en sus estados iniciales, pero no nos tiene que conducir irremediablemente a un universo distópico mientras se garanticen especialmente los cinco principios éticos básicos y los derechos fundamentales. En un mundo donde la sostenibilidad, la inclusión y la disminución de la brecha digital serán cada vez más los pilares de nuestro progreso, la pregunta básica será como se van a salvaguardar esos principios éticos y los derechos fundamentales.

 

Se habla mucho del Metaverso como un nuevo espacio para las relaciones humanas y empresariales. ¿Crees que ofrecerá todo lo que promete o bien se quedará como una experiencia más como ha sido por ejemplo Second Life?

Somos seres físicos, no podemos vivir únicamente en un Metaverso virtual. Es una herramienta adicional, complementaria. La vida, queramos o no, se abre paso más allá de los confines en la que la queramos enclaustrar. Aquellos que lo deseen combinarán una faceta virtual y otra física, como decía Aristóteles, necesitamos encontrar el equilibrio. No es preciso apostar solo por una vía.

 

Como viajero incansable que eres (creo que has estado en más de 50 países) supongo que eso te ha dado una perspectiva muy amplia de la condición humana. ¿Qué te ha aportado esta afición por los viajes y qué país te ha impactado más?    

No hay nada comparable a poder alimentar los ojos, hay tantos lugares y culturas por descubrir, regresar a ellos una vez más. No importa si es cerca o lejos, es la necesidad de explorar.

 

 

Supongo que hubo un momento en tu vida que sentiste el deseo de escribir. ¿Te acuerdas cuando fue y cómo pasó?  

Recientemente se han cumplido cinco años, comencé a escribir en una edad tardía, como tantos otros escritores que han sentido la llamada tras una etapa de reflexión. Algo en el interior luchaba por abrirse paso, existía una historia latente que debía plasmar sobre el papel. Un veintiuno de abril me senté en la mesa de trabajo y creé las dos primeras páginas de Alma Luna. Surgió como un diario, pero enseguida evolucionó a un concepto diferente. Y, aunque realicé miles de rectificaciones durante los dos años que duró el proceso, aquellas primeras dos páginas apenas han sufrido modificaciones.

 

¿Qué van a encontrarse los lectores en las obras que has publicado? ¿Qué has querido plasmar y trasmitir?

Un mundo de emociones. Cuando creas una historia, necesitas compartirla con el lector, si logras que se conmueva con tus personajes es como un nuevo nacimiento. Es entonces, cuando eres consciente de que lo que escribes adquiere un nuevo significado

 

Has escrito tanto novela como relatos cortos, tocando diferentes temáticas. ¿Con qué te encuentras más a gusto?

Escribo principalmente novela, es el terreno en el que creo puedo aportar más, tanto a nivel personal como al público que lee mis historias. En relación con las temáticas, no deseo encasillarme en un género específico, es motivador explorar los distintos campos, aunque los resultados sean dispares. Creo que es desafiante ser atrevido y no temer al fracaso.

 

Confieso que he leído ya tus cuatro primeros libros publicados, Alma Luna, La Crisálida, Cajón de Sastre y Navegantes. Los dos primeros son los que más me han gustado. Creo que expresas de forma magnífica cómo las emociones humanas pueden condicionar las vidas de las personas hasta extremos impensables. ¿Es así en realidad? ¿Somos producto de nuestras emociones?

Las emociones son la esencia de nuestra humanidad. Sin ellas, nuestra vida se convertiría en la de un autómata.

 

¿Ser escritor no es hoy una aventura de riesgo? ¿Se puede compaginar con una vida profesional activa? ¿Qué objetivos tienes en este sentido?

Quizás. Es una buena pregunta. Sin embargo, es un camino sin vuelta atrás. Una vez que has andado los primeros pasos, ya no te puedes detener, es un sendero sin retorno y a la vez especial, un sueño mágico el poder expresar lo que sientes cuando escribes y crear un nuevo mundo desde una hoja en blanco.

 

Y tus próximos libros serán…

Una novela, «Las rutas del deseo», saldrá a la luz en un par de meses y a esta le seguirá «El viento del sureste», un recopilatorio de microrrelatos que estoy finalizando.

 

Ojalá se cumplan tus sueños. ¡Gracias por tu tiempo Manuel y mucho éxito!

 

Puedes encontrar los libros de Manuel Sánchez en Amazon y en librerías de Albacete y Madrid.

Página web personal:  https://manuelsanchezescritor.com  

La Historia de tu empresa

¿Cuál es la historia de tu pyme?

“Para mis bisabuelos el bienestar y la salud era lo más importante, querían que las nuevas generaciones se alimentaran mejor de lo que lo habían podido hacer ellos. Nuestros productos eran mejores, por eso la gente que emigraba los recordaba y nos los compraba desde América.” (Amando Loza. Loza, embutidos y jamones).

 

“La modesta historia de nuestro establecimiento comienza cuando en 1913, mi abuelo Teófilo Carro, procedente del Burgo de Osma, tras su paso por Bilbao y habiendo aprendido el oficio de pastelero conoce a mi abuela Ángeles, Calceatense de nacimiento. Ambos se casan y se trasladan a Santo Domingo de La Calzada. Una vez aquí comienza su andadura como panadero y pastelero, en un local sito en la calle Villanueva número 64 con el nombre de «El Buen Gusto» Confitería y Ultramarinos Teófilo Carro.” (José Teófilo Isasi Carro. Pastelería Isasi).

 

“En 1919, el amor llevó a Isaac Carasso a elaborar en Barcelona yogur para su hijo Daniel, al que todos llamaban cariñosamente Danone. Un alimento sencillo y saludable que le ayudaba a digerir mejor y a crecer sano.” (Danone).

 

Electra Autol fue fundada como Electra Autolense en el año 1900, aprovechando un pequeño salto de agua gracias al cual se suministraba alumbrado público al municipio durante la noche. El 1 de octubre de 1910, Francisco García del Moral compró la empresa por 5.000 pesetas a los primeros fundadores y puso en marcha un proyecto que mantiene vivo hoy la cuarta generación familiar.”

 

¿A quién no le gusta una historia?

Es cierto, todos somos hoy lo que somos en gran medida por nuestro pasado. Y no solo por lo que hemos aprendido, vivido y realizado, sino también por la cultura y los valores que hemos heredado. Somos el resultado de una evolución, la última versión de nosotros, actualizada, que no ha perdido lo que siempre nos ha caracterizado. En definitiva, tenemos nuestra propia historia.

Cuando conocemos a alguien por primera vez no tenemos una idea clara de quién es, cuáles son gustos, sus debilidades, su forma de pensar y actuar o lo que detesta. En definitiva, no conocemos su historia. Y entonces le preguntamos… ¿De dónde eres? ¿Qué haces por aquí? ¿A qué te dedicas? Porque sí, necesitamos saber con quién estamos hablando, conocerlo para valorar si es una persona que nos interesa o simplemente es una más.

Lo importante de todo esto es que nos gusta escuchar historias, porque cada una de ellas encierra en cierto modo una aventura, en este caso, la aventura de la vida. Y como tal, tiene su interés, porque la historia de cada uno de nosotros es única, diferente, y lo que para nosotros es simple y anodino, para otros muchos es descubrir algo muy atractivo.

No hemos cambiado mucho los adultos desde que, cuando éramos niños, queríamos constantemente que nos contaran cuentos, aunque fuesen repetidos. Y hoy, las novelas, el cine o el teatro no hacen más que transportarnos a conocer vidas ajenas. Así que sí, creo que escuchar historias es algo que nos atrae a todos.

 

Tú empresa tiene una historia. ¿Por qué no me la cuentas?

Estoy seguro de que tu pyme también tiene una historia. ¿No lo crees? Incluso las startups la tienen, y son muy interesantes. Muchas organizaciones han descubierto, no sin antes reflexionar sobre el origen de su cultura y valores, que son la suma de muchas etapas atravesadas a lo largo de su existencia. Y que estas etapas han ido construyendo su imagen de marca actual. Incluso las que han dado giros inesperados en su posicionamiento o actividad cuentan con ese legado, y que no por ello deja de tener interés.

La empresa Pixar, hoy muy conocida por la producción de contenidos de entretenimiento, no nació así. Era en origen algo muy diferente. Te conté su historia en este blog y es realmente sorprendente. No entenderíamos su éxito si antes no conocemos su pasado.

Si tu empresa fuese una persona y alguien (un cliente) quiere conocerte… ¿qué le contarías? ¿Que eres muy simpático, culto e inteligente? ¿Que tienes éxito en la vida?  ¿Que has viajado mucho?

Pero como eres una empresa, ¿le contarías a tu posible cliente lo bueno que son tus productos, el magnífico servicio postventa, o cómo puedes solucionarle sus problemas? Es posible que sí, porque quieres venderle, pero no estés tan seguro de que a tu cliente, que no te conoce, le interese eso.

Para que alguien se interese por ti hay que generar antes confianza. Y la confianza se logra cuando la persona a la que te diriges conoce quién eres, cuáles son tus valores y en especial, cuál es tu propósito. Porque eso es lo que te hará diferente del resto de empresas, no tus productos y servicios, que se dan por buenos.

El café de Starbucks no es mejor que el de su competencia, quizás hasta peor, pero es que Starbucks vende una experiencia diferencial. Y lo mismo pasa con los ejemplos que te mencioné más arriba. Loza vende una trayectoria, no solo embutidos, al igual que Danone, Pastelería Isasi o Electra Autol. Venden su historia como empresas, lo que les ha hecho ser diferenciales hoy en el mercado y que sus clientes tengan la máxima confianza en ellos.

Tu empresa tiene un tesoro que tienes desenterrar. Tienes una historia que contar y hay muchas personas (posibles clientes) que seguro que están esperando conocerla. Echa la vista atrás y recuerda cómo empezó todo.

 

¿Por qué la historia de tu empresa es importante?

El origen de cualquier pyme tiene un motivo, una razón de ser. Como te comenté, sea tu empresa joven o centenaria, cuenta con un inicio que es interesante conocer. Mira por ejemplo el caso de la Kombucha OnFlow, una pyme riojana que nació hace muy poco tiempo y que “surge de la ilusión de madre e hija por transmitir al mundo la pasión por una vida más sana y equilibrada, mostrando a la sociedad parte del estilo de vida con el que crecimos.” ¿Ves cómo tiene su sentido?

Recopilar el origen de tu empresa y estructurarlo en forma de historia tiene muchos beneficios:

    • Te permite plasmar en un documento cómo empezó tu proyecto y las diferentes etapas que atravesaste hasta llegar hasta el presente. Entenderás por qué eres como eres.
    • Te facilita un respaldo de la cultura empresarial que subyace en tu organización y los valores que representas. Te da una personalidad única.
    • Ta ayuda a orientar tu estrategia, como continuación de la historia que empezaste un día y que contribuye a tu evolución.
    • Humaniza tu empresa, acercando tus mensajes al público objetivo utilizando elementos emocionales que conectan con su parte más sensible.
    • Contribuye a que tu público entienda lo que haces y por qué lo haces.

 

Todo esto y más es lo que puedes lograr si pones en valor la historia de tu organización.

 

Una estrategia de marketing “con historia” es una estrategia ganadora.

Después de todo lo que te he contado espero que no te queden dudas acerca del poder que tiene comunicar una historia empresarial. Tienes al alcance una herramienta que hará de ti una firma “con alma”, cercana, humana y especial.

Sin olvidar que el fin último de cualquier pyme es conseguir un crecimiento rentable, utilizar la historia de tu empresa en tu estrategia de marketing y comunicación te acercará más a tus posibles clientes y reforzará tu marca haciéndola muy diferente de tus competidores. Recuerda que tu competencia podrá tener productos similares, pero nunca tu historia.

Si te decides a hacerlo, ten en cuenta estas claves:

 

    • No inventes nada, lo mejor es ser fiel a lo que ha sido tu trayectoria.
    • Elabórala con un lenguaje atractivo y cercano, hazla amena, utiliza el humor.
    • Conecta tu pasado con el presente. Haz ver que tu empresa es hoy lo que es gracias a su historia.
    • Introduce anécdotas y a las personas que hayan sido relevantes en la historia, clientes, amigos, familiares…
    • Si es posible, recupera imágenes y videos de la época.

 

Y una vez realizado esto, en los que los profesionales de marketing y comunicación te pueden ayudar, es hora de utilizarlo en tu estrategia. Ya sea en campañas de publicidad, en artículos, entrevistas, posts, videos, web o eventos presenciales, tendrás que adaptar esa historia, o parte de ella, para convertirla en un elemento emocional de impacto hacia tu público.

El marketing te dará un nuevo elemento para diferenciar tu negocio, lo que realmente lo hace único y que da todo su sentido a tu marca.

Te invito a que veas en este video como Danone utiliza su historia para explicar a sus clientes cómo y por qué han llegado hasta el presente, desde hace cien años, concluyendo que “Querer no cambia.”

 

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Preguntas y Respuestas

Preguntas y Respuestas…

El filósofo alemán Immanuel Kant dijo que no puede haber respuestas correctas a preguntas incorrectas. Y esto es lo que pasa a menudo en el mundo empresarial.

Cuando se aborda un proyecto, ya sea para cambiar la estrategia empresarial o para abrir una nueva línea de actuación se suele comenzar, dentro de la fase inicial, por definir los objetivos. Y estas metas o puntos de llegada suelen plantearse casi siempre en forma de preguntas.

 

    • ¿Cómo puedo vender un 20% más este año?

    • ¿Qué debo hacer para tener una marca más reconocida?

    • ¿En qué plazo puedo alcanzar una distribución de mis productos en la zona “X”?

 

 

En sí mismas, estas preguntas no dejan de ser “deseos” formulados con signos de interrogación. Bien podrían ser:

    • Quiero vender un 20% más este año.

    • Deseo una marca más reconocida.

    • Necesito distribuir mis productos en la zona “X” en el menor tiempo posible.

 

En el mundo del marketing y la comunicación, lo digo por las innumerables veces que lo he visto, los directivos siempre parten de deseos en forma de preguntas cuando quieren trasmitirte lo que esperan conseguir de ti en su organización. La buena noticia es que son conscientes de que tienen que hacer cambios en su estrategia. La mala, que están haciendo preguntas inadecuadas.

En la fase estratégica, la parte del marketing y la comunicación en la que yo insisto mucho, y que decide más del 50% del resultado final, empieza con una auditoría de las principales áreas de la empresa, sí, de recursos humanos también, de la cadena de valor, del diseño de producto o de los valores y cultura de la organización. No empezamos por los “deseos”.

La auditoría cuestiona la situación de la empresa en ese momento concreto y sí, claro que hay preguntas, pero son relativas al funcionamiento de los departamentos. Las respuestas son objetivas, sin margen para la duda. Tienen como fin obtener una fotografía lo más completa de la compañía, con toda la información sobre la mesa.

Sin embargo, en la primera reunión que tenemos directivos y consultores falta tiempo para que surjan preguntas/deseos que se pueden resumir en una: ¿Cómo puedes ayudar a nuestra empresa?

Los filósofos dirían que este tipo de preguntas son indecidibles. En otras palabras, no tienen una respuesta basada en la lógica racional. Y si se ofrece una respuesta, esta será a todas luces incorrecta.

Las estrategias de marketing y comunicación requieren un proceso. Y como tal proceso, se compone de fases consecutivas que se van atravesando para culminar en un plan de acción.

 

Está bien tener un objetivo genérico, cualitativo, como punto de arranque para analizar la situación y las posibilidades, como mejorar el posicionamiento, generar más contactos comerciales o incrementar la visibilidad, pero solo como guía. La fase estratégica desvelará elementos que condicionarán e incluso cambiarán los deseos iniciales de los directivos y las preguntas previas se harán ahora de forma más correcta.

La auditoría saca a la luz problemas o ineficiencias ocultas que son la causa de que la empresa esté teniendo carencias en sus capacidades para crecer, ser más competitiva o rentable. Estos problemas dan lugar a una visión diferente de lo que está pasando y se concretan en nuevos objetivos y preguntas:

    • La estructura comercial es ineficiente. ¿Cómo puedo mejorar el área de ventas?

    • No tengo herramientas para medir la situación de la empresa ni la efectividad de las acciones que realizo. ¿Cuáles me pueden ayudar a conseguirlo?

    • No hago inversiones en marketing y comunicación. ¿Qué canales y mensajes son los más indicados para lograr más presencia de marca?

    • El perfil de mi cliente ideal no está muy definido. ¿Cómo puedo tener un perfil real de mi cliente objetivo?

 

Estas preguntas, ahora sí, basadas en unas conclusiones obtenidas de una auditoría, son correctas. Están cuestionando aspectos esenciales de la organización y que son posiblemente la causa de que esta no consiga avanzar.

Unas preguntas que abren la puerta a unos nuevos objetivos que están respondiendo a la realidad que existe en la empresa. Construyendo una buena estrategia que apunte a estos retos estaremos dando respuestas correctas a esas preguntas correctas.

Y sí, claro que sí, siempre hay una solución para cada problema. Solo hay que plantearlo bien, analizarlo, hacerse las preguntas adecuadas y diseñar una estrategia para resolverlo.

 

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Lo que se olvida en estrategias de marketing y comunicación

Lo que olvidas siempre en tus estrategias de marketing y comunicación.

Decía Dale Carnegie (1888-1955), un referente en estrategias de comunicación y relaciones humanas, que se pueden ganar más amigos en dos meses si se interesa uno en los demás, que los que se ganarían en dos años si se hace que los demás se interesen por uno.

Dale Carnegie dedicó gran parte de su vida al estudio de las personas observando su comportamiento ante distintos entornos y situaciones. Y se dio cuenta que prácticamente todos los individuos teníamos unas pautas de actuación muy similares. Escribió varios libros sobre este tema, “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” es el más conocido, leído por millones de personas en todo el mundo, incluso por el asesino Charles Manson en su estancia en prisión. Y trasladó a cursos formativos sus descubrimientos.

Si has leído alguna de sus obras o te dispones a hacerlo te podría parecer que se habla de temas y consejos que son obviedades. Y, en efecto, lo parecen. La razón es que nos son tan familiares que no les damos importancia, están ahí desde siempre y no nos descubren nada. O eso nos parece en una primera lectura.

Sin embargo, los textos de Carnegie son tremendamente profundos. Revelan que, dado que el comportamiento humano es predecible, podemos influir sobre él si ponemos en marcha algunas pautas. Casi nada.

Y, aunque estos libros y cursos se orientan a conseguir una mayor empatía con las personas (hacer amigos, fortalecer el liderazgo o potenciar las habilidades sociales), tienen una aplicación práctica en las estrategias de marketing y comunicación.

 

Lo único que importa en tu estrategia de marketing y comunicación.

En cualquier estrategia de marketing y comunicación está siempre sobrevolando la idea de “conectar con el público al que nos dirigimos”. El fin último es, obviamente, convertirlos en clientes. Pero para llegar a ello tenemos antes que ganar su confianza. Y es ahí donde entran las estrategias de una comunicación eficaz como las que propone Carnegie.

La principal enseñanza de sus libros reside en la frase que figura en cursiva al comienzo de este post. Expresa perfectamente el núcleo de lo que tenemos que hacer para atraer la atención de nuestro público y tener su aceptación, entender qué es lo que le interesa o preocupa y centrarse solo en ello. Pero…si es tan sencillo… ¿por qué no lo hacemos?

Hay una razón de peso que explica esto. Como personas, tendemos siempre a pensar primero en nosotros mismos, en lo que necesitamos, en lo que queremos. Si somos una pyme lo que deseamos es que conozcan lo buenos que somos, los fantásticos productos y servicios que tenemos y lo mejores que somos frente a la competencia. Es una tendencia natural, estiramos la cabeza lo más posible para sobresalir en el mercado, no sea que otros lo hagan antes que yo…

Si crees que exagero, echa un vistazo a páginas web corporativas, emails de campañas que te hayan llegado, anuncios, notas de prensa o incluso redes sociales. La mayor parte de los contenidos casi siempre se centran en lo que yo soy y hago, y rara vez hablan de lo que tú eres y te interesa. El marketing y la comunicación actuales, a pesar de que todos sabemos las reglas básicas de la comunicación efectiva, están todavía lastrados por un personalismo que no es entendible.

Las enseñanzas de Dale Carnegie han cumplido ya muchas décadas desde que se publicaron, y hoy siguen siendo totalmente válidas, pero, incomprensiblemente, se siguen obviando de manera sistemática en muchas empresas. Fíjate sino en estos consejos…

 

  • La única manera de influir en otra persona es hablar sobre lo que quiere y mostrarle cómo obtenerlo.

 

  • Trata honestamente de ver las cosas desde el punto de vista de la otra persona.

 

  • A la gente le gusta la gente que los ayuda, como ellos.

 

  • Habla pensando en lo que le interesa a los demás.

 

  • El único medio de influir sobre la gente es hablar acerca de lo que el otro quiere.

 

Y ahora haz un pequeño ejercicio. Analiza si cumples con estos criterios en los distintos canales de marketing y comunicación que utilizas, como la página web, las campañas, las redes sociales, los emails… ¿Cómo te ha salido?

Y es que, a pesar saber que tenemos que poner siempre en el centro de todo a nuestro público objetivo, siempre tendemos a potenciar nuestras virtudes por encima de todo. Y lo que realmente nos tiene que importar, casi lo único, es lo que piensa nuestro cliente potencial. Y, a partir de ese conocimiento, comunicarse con él teniéndolo presente.

 

Tres ejemplos de estrategias de marketing y comunicación: cuando se hace bien…y no tan bien.

Este anuncio de McDonalds centra sus mensajes en las propiedades de su hamburguesa, sus ingredientes y su sabor. En ningún momento es protagonista el cliente/consumidor. Da por hecho que las virtudes intrínsecas de su hamburguesa son realmente las que busca su público. Si te fijas, la única mención al espectador es al principio del anuncio, cuando dice Ahora en McDonalds TUS hamburguesas más calientes…

 

Es otra forma de conectar con el público, ya que en el fondo apela a las emociones de todos nosotros, haciendo atractivo el producto, pero carece de un mensaje directo protagonizado por los posibles clientes.

Por el contrario, esta campaña de la firma EAS Electric, si te fijas, está constantemente apelando al espectador, haciéndole partícipe de situaciones en las que todos nos sentimos identificados. Una manera de fijar la atención en el mensaje sin por ello perder fuerza comunicativa.

 

Y en un punto intermedio, tienes este excelente spot de Línea Directa. Con la técnica del storytelling presenta las ventajas de sus seguros de automóviles, pero contados desde el punto de vista del cliente. Ataca los “puntos de dolor” que tenemos todos los que hemos sufrido un incidente con nuestro vehículo, identificándose con el espectador y logrando poner las expectativas del cliente en primer plano. Es menos directo que el caso anterior pero muy efectivo.

 

Estos son solo tres ejemplos ilustrativos en formato anuncio, pero se pueden extrapolar a cualquier canal de marketing y comunicación. Al final lo que cuenta es cómo enfocas tu mensaje y qué quieres conseguir con ello.

No quiero decir que siempre haya que darle voz al cliente. Habrá momentos en los que, por ejemplo, en una oferta, sea necesario poner el foco en la promoción. O si lanzas un nuevo producto o servicio tengas que explicar sus novedades y beneficios. Quédate con la idea de que, como norma general, tienes que ponerte en la mente de tu cliente, entender qué necesita o le preocupa y adaptar consecuentemente tu marketing comunicación.

 

Y tú… ¿pones realmente al cliente en primer lugar en tu estrategia de marketing y comunicación?

Más arriba te proponía que analizaras hasta qué punto tienes tus canales de comunicación centrados en tu cliente. Si no lo has hecho, te recomiendo te pongas en marcha y revises si de verdad estás dando respuesta a lo que esperan de ti.

Puedes inspirarte con este breve artículo en el que te hablo de lo que realmente esperan de nosotros los clientes. Quizás te sea útil.

Y si de verdad quieres apostar por una estrategia centrada en el cliente, no te limites solo al área de marketing y comunicación. Pensar en el cliente tiene que estar en todas las etapas de tu cadena de valor. Eso incluye desde la elección de tus proveedores hasta el servicio de atención, pasando por el diseño de producto, el packaging, la estrategia de precios, la distribución o la política de Responsabilidad Social Corporativa.

De nada vale dar voz a tu cliente en tu marketing y comunicación si luego lo ignoras en el resto de tus procesos. Si quieres ser creíble, ponlo siempre en primer lugar.

Y ahora… ¿crees que las enseñanzas de Dale Carnegie siguen siendo válidas hoy día? ¿te ayudan a orientar mejor tu estrategia de marketing y comunicación?

 

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La búsqueda de Insights en marketing.

El Dato como herramienta de Marketing y Comunicacion

El Dato no lo es todo en el marketing y la comunicación.

Acabo de leer un excelente artículo de Enrique Abrain en El País Retina en el que contrapone la actual era tecnológica, personificada en el dato -Dataísmo- al razonamiento humano, caracterizado por una memoria no operacional y que es capaz de olvidar.

Esta capacidad para olvidar es a la vez un arma que nos protege, pues nuestra memoria tiende a recordar más las cosas buenas que las malas, un sesgo cognitivo que en este caso nos ayuda a sobrevivir. Acumular y revivir constantemente todos los recuerdos, buenos y malos, convertirían nuestra existencia en un infierno, incapacitándonos para cualquier actividad que quisiésemos realizar, incluso las más sencillas.

La capacidad para el olvido, además, nos libera para que nuestra mente sea más imprevisible y creativa, capaz de imaginar cosas, ideas y escenarios nuevos, no basados en algoritmos ni en una lógica predictiva.

El dato, al contrario, se circunscribe a la representación de una información, como forma de expresar una de sus características. El dato permanece, pero es incapaz por sí mismo de imaginar cosas.

 

El dato como herramienta de marketing.

El dato está presente de manera invisible en todas nuestras vidas. Cada vez que utilizamos una tecnología, nuestra interacción con ella facilita al proveedor del servicio todo tipo de información sobre la forma en que la usamos.

Cuando buscas algo en Google, ves una película en Netflix, compras una entrada para un concierto, reservas mesa en un restaurante, compras con tu tarjeta o cocinas con tu robot de cocina de última generación, se pone en marcha un software que analiza absolutamente todo sobre lo que estás haciendo. Y convierte en datos esa información. Tú no te das cuenta (sueles aceptar todo lo que te dicen que aceptes antes de acceder al servicio), pero estás ofreciendo gratis a terceros una información que jamás darías en el mundo físico, menos aún a desconocidos.

Y esos datos acaban procesados por una Inteligencia Artificial, que los convierte en información ordenada para los que toman decisiones, en especial en las áreas de marketing, comunicación y comercial. Has visto que el dato, en sí mismo, no significa nada, es un parámetro aséptico que dependiendo de lo que se haga con él, puede ser útil o no, incluso puede dar lugar a malas decisiones.

El área de marketing ha ido reduciendo cada vez más a las personas a un conjunto de datos. Este perfil da como resultado unos parámetros acerca de cómo es el comportamiento de la persona en relación con una actividad concreta, por ejemplo, si ha visto un banner y ha clicado en él. Con el tiempo, la base de datos de ha crecido, como indica Enrique Abrain en su artículo, “en Volumen, Velocidad y Variedad”, según el analista Doug Laney.

Las máquinas inteligentes procesan estas inmensas bases de datos y ofrecen una información que es la que utilizan los estrategas en las empresas para hacer un marketing más efectivo y personalizado…o no.

La inteligencia artificial que procesa los datos tiene sin embargo un grave defecto. Es incapaz de entender la mente humana. Está limitada precisamente por el dato, por lo cuantificable. Y todos sabemos que el comportamiento humano es casi más emocional que racional. Somos imprevisibles, muchas veces ilógicos, y solemos tomar decisiones que no son fruto de una lógica “computable”. De ahí que, solo con los datos, las estrategias de marketing estén muy restringidas y muchas veces no consigan sus objetivos.

 

“People First” antes que “Data First”.

Entender el comportamiento humano, y del consumidor, no es solo cuestión de datos. Como he señalado otras veces, el cerebro humano es muy complejo, tanto que, a día de hoy, todavía no sabemos realmente cómo funciona. Pero sí sabemos que no es un ordenador. Dentro de nuestra cabeza se producen innumerables relaciones en las que se mezclan recuerdos, sensaciones, deseos, miedos o sentimientos y que dan lugar a comportamientos que no son ni parametrizables ni previsibles.

Por supuesto que tener información acerca de nuestro público objetivo es indispensable, de hecho, es un factor esencial para entender a quién nos estamos dirigiendo. Pero basar toda nuestra estrategia de marketing en los datos es tener solo una parte de la información que se necesita.

Por eso una estrategia de marketing tiene que anteponer a las personas sobre los datos. Es más, creo que un futuro cada vez más cercano, serán necesarios expertos en comportamiento humano en los departamentos de marketing y comunicación de las empresas, o como profesionales externos. De hecho, muchas grandes firmas, en especial anglosajonas, ya utilizan los servicios de estos profesionales.

Poner a las personas en el centro de la estrategia no solo es admitir que tenemos que comprender a nuestros potenciales clientes (en toda sus facetas) sino que hay que reforzar la parte humana en los departamentos de marketing. La generación de una estrategia de marketing nunca la hará un Big Data, ni siquiera una IA, al menos a medio plazo.

Cada vez son más necesarios los profesionales en estrategia de negocio, de marketing y de comunicación. Son los que ponen en valor los datos que se tienen del mercado, la competencia y los consumidores, y aportan sus capacidades para diseñar un marketing y comunicación que integra el factor humano y que es muchas veces el elemento diferencial para lograr estrategias efectivas.

Hay que entender bien lo que es un dato, y hasta dónde llega su utilidad. Por eso están fracasando muchas estrategias de marketing. Se confía exclusivamente en la tecnología, que la mayoría de nosotros no entendemos, incluso los que supuestamente se dedican a ello, y se producen errores graves.

Un ejemplo lo tenemos en las supuestas recomendaciones que nos hacen los anuncios emergentes (que tanto he criticado) cuando después de realizar una consulta, nos saturan con recordatorios sobre el mismo contenido. Los estrategas de marketing pasan por alto las motivaciones del usuario al acceder a la información. Desconocen porqué razón lo hacen, y simplemente suponen que hay un interés en algo, pero realmente ese interés no existe. La consecuencia es un marketing y comunicación invasivos que, lejos de conectar con el potencial cliente, lo alejan.

Estamos en un momento crucial, donde la tecnología ha sobrepasado los límites de lo manejable. Y donde se corre el riesgo de dejar todo en sus manos, incluso las decisiones más trascendentes, como el camino que debe tomar una organización. Es hora de volver a centrar nuestros esfuerzos en las personas, ya sean potenciales clientes o profesionales y colaboradores. La tecnología, y el dato como output de esta, tiene que ser un aliado para los directivos y responsables de las empresas, nunca un fin en sí mismo.

Siendo optimista, creo que poco a poco volveremos a un marketing más humano.

¿Qué crees tú?

 

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Lienzo en Blanco

Lienzo en blanco y dos preguntas relevantes para tu estrategia de marketing.

“En 2008 todas las estrellas se alinearon perfectamente para la victoria de 6 puntos de Obama sobre John McCain. Era un neófito sin experiencia, pero convenció con éxito a suficientes votantes para pintar su propia versión de lo que significaba la esperanza y el cambio en el lienzo en blanco que proporcionó”. (Bob Beauprez, político estadounidense).

Salvando las distancias con el caso de Obama, cada nuevo proyecto que inicio también es como una página en blanco, un libro sin escribir, con el guion todavía sin hacer, sin un principio y sin un final.

Aunque para los responsables de las pymes su historia sea conocida, la mejor forma de abordar un proyecto de marketing y comunicación es conseguir primero una imagen fiel de la situación de la organización, su lugar en el mercado y la forma que tiene de competir en él.

Y en esta primera etapa del proyecto se hace indispensable una auditoría de marketing y comunicación. Y no, no te imagines una auditoría “al uso” como las que sufrimos las empresas de tarde en tarde y que nos obligan a buscar papeles, documentos o información varia para que el técnico de turno compruebe que “todo está en orden”. No, esta auditoría es otra cosa.

 

Auditoría de marketing y comunicación: la fotografía actual de tu empresa.

Una auditoría de marketing y comunicación tiene como objetivo poner por escrito la forma en que la empresa está abordando su estrategia en este campo. Consta de un cuestionario que se realiza preferiblemente en persona con los gerentes y principales responsables de área de la organización.

Aunque la auditoría trata de centrarse en la actividad del marketing y la comunicación, dada la función estratégica que tiene, se amplía a otras áreas de la empresa con las que se relaciona, y que a su vez es condicionada por estas. Me refiero a la estructura organizativa, el proceso de producción o de generación de valor, el área comercial, las finanzas o la postventa. La idea es tener un resumen de los principales elementos que son vitales en la empresa.

Todo este proceso inicial parte del lienzo en blanco donde, desde el punto de vista del consultor de marketing, todo es nuevo y, por tanto, cuestionable. Un lienzo en blanco que se convertirá en un documento de trabajo objetivo para diseñar la estrategia.

En este punto, la primera pregunta relevante que hay que hacer a los responsables es…

 

¿Qué has hecho y por qué lo has hecho?

Las decisiones en la empresa son la causa directa de su evolución. Por tanto, elegir un camino u otro se convierte en una de las cuestiones más relevantes para los directivos. Y más que la pura elección, que es puramente una toma de partido por una línea de actuación, hay que preguntarse por las razones de ello.

Hacer unas cosas y no otras debería suponer, para empezar, que se cuenta con la información necesaria para valorar las diferentes opciones. Si no tienes los datos, es difícil comparar las diferentes alternativas.

Además de la información, tienes que plasmar el escenario que tendrá tu empresa en las diferentes alternativas, las repercusiones que conllevan las distintas decisiones. En definitiva, imaginar los diferentes futuros posibles (ten en cuenta las posibles reacciones del mercado y los competidores).

Y finalmente, cuando optes por una vía concreta, preguntarte por las razones que te han llevado a hacerlo. Este punto es importante. No es cuestión de justificar tus decisiones ante ti o ante otros, ni tampoco de intentar autoengañarte. La clave es sustentar lo que hayas decidido hacer con razones objetivas. Y estar totalmente convencido de poder lograr tus objetivos siguiendo ese camino.

Estate preparado para cambiar el rumbo si tus decisiones no logran los fines que te proponías y ten siempre un “plan B” en la cartera.

Esta pregunta tan relevante ofrece mucha información para el consultor de marketing. Nos da una visión clara de la forma de abordar los retos del equipo directivo de la empresa y también del tipo de cultura y valores que tiene. Estos aspectos serán valiosos para construir una estrategia de marketing y comunicación, que será posiblemente diferente a la que se tenía hasta entonces, pero que no tiene por qué romper con esos valores si son adecuados en el mercado en el que compite.

La otra cara de la moneda de este lienzo en blanco responde a la pregunta de lo que no se ha hecho en la organización…

 

¿Qué no has hecho y por qué no lo has hecho?

Esta segunda cuestión es tan relevante, o más, que la anterior. Y no solo se trata de justificar los descartes que has hecho entre las posibles acciones para poner en marcha. Se supone que cuando has tomado una decisión has valorado todas las alternativas y te has quedado con la que crees que es más adecuada.

Esta segunda pregunta se refiere más a otras opciones que podían haber estado entre las elegidas y que por alguna razón, nunca han estado ahí, simplemente no aparecieron. Hay que preguntarse por qué.

Para descubrir estas opciones ocultas, durante el proceso posterior a la auditoría, se analizan las posibles líneas de actuación basadas en las conclusiones obtenidas. Son posibles caminos que podría recorrer la empresa en el futuro y que no ha tomado. Entre estos caminos, habrá algunos que seguramente ya se discutieron previamente, pero el valor una auditoría externa es hacer aflorar nuevas líneas nunca antes contempladas.

Desde el interior de la organización se tiene una visión de las cosas bastante sesgada. No solo acumulamos creencias y maneras de actuar que históricamente han dado buenos resultados, sino que se está menos dispuesto a abrir la mente a nuevas ideas. Lo bueno que tiene la experiencia y el conocimiento del negocio queda a veces anulado por visión limitada de las posibilidades que tiene ante sí la empresa.

La consultoría de estrategia de marketing, como cualquier consultoría externa, aporta una visión amplia de la realidad de la empresa ya que cuenta con la experiencia de otros muchos casos similares, con una mayor objetividad y amplitud de miras. El consultor no está encorsetado por una cultura empresarial concreta ni está atado a ciertas prácticas. Por esa razón, la auditoría suele dar lugar a escenarios de negocio que muchas veces sorprenden a los directivos.

 

Lienzo en blanco, el mejor punto de inicio para generar nuevas estrategias de negocio.

Has visto como poner el contador a cero puede ser una buena idea para crear nuevas formas de competir para tu pyme. El lienzo en blanco supone dejar atrás, aunque sea durante el tiempo del análisis, todo lo que presuponemos sobre nuestra empresa, el mercado o los competidores. Y empezar a ver todo con nuevos ojos, sin prejuicios.

Este lienzo, que comienza a tener contenido con la auditoría de marketing y comunicación (en su expresión más amplia) se va a ir completando con las conclusiones de otras herramientas analíticas, como la DAFO, el mapa de procesos, el lienzo de modelo de negocio, la cadena de valor y otras. Y debe dar como resultado nuevas líneas estratégicas, en especial algunas muy originales. Es el momento de valorar, discutir, analizar y, finalmente, decidir.

El lienzo en blanco puede desembocar en nuevas oportunidades, o no, pero su valor reside en que ponemos en cuestión lo que creemos saber de nuestra organización y nos abre a posibilidades en las que nunca habíamos pensado. Solo por eso, ya merece la pena ponerse a ello.

¿Tienes ya preparado el lienzo en blanco para tu pyme?

 

 

Olaia Pose BrumaEmprende

¿Por qué menos es más en los negocios digitales? Cinco claves minimalistas.

Soy emprendedora desde hace más de diez, publicista y creadora de “Bruma Emprende”, un estudio de marketing online para emprendedores ubicado en A Coruña, desde donde les ayudo a adentrarse en el marketing digital a través del mentoring basado en el minimalismo.

Pero antes de explicarte cómo lo hago… ¡te cuento mi historia!

Siempre me atrajo la idea de crear algo desde cero. Con 18 años, cuando tuve que escoger la carrera que iba a estudiar, lo tuve claro, Publicidad y Relaciones Públicas. ¿Por qué Publicidad y no Empresariales? Por sus altas dosis creativas y porque se enfoca en un área fundamental para que cualquier negocio tenga éxito, su promoción.

Mientras estudiaba la licenciatura de manera inconsciente terminaba rodeándome de emprendedores y siempre me ofrecía a ayudarles con lo que sabía en ese momento a mejorarles a mejorar su identidad visual. Me sentía como pez en el agua y, ahora, mirando atrás, todo tiene sentido para mi :). Me encantaba la energía de los pequeños negocios fruto de la ilusión y la confianza del emprendedor. La familiaridad y naturalidad con la que te tratan y el estímulo constante de tener que aprender “de todo un poco”. Puedo decir que desde los 18 años toda mi experiencia se ha basado en dos pilares fundamentales: la publicidad y los pequeños negocios.

Con 26 años me lancé por fin con mi primer ecommerce digital. Un negocio off y online que duró ocho años. Este proyecto empezó con un presupuesto ajustado a mi escasa experiencia como empresaria. Pero terminó llamando la atención de inversores por su potencial e innovación y, lo que inicialmente iba a ser un pequeño emprendimiento, terminó por convertirse en una StartUp.

De repente me vi manejando más dinero del que había visto en mi vida con una idea totalmente nueva y fértil en nuestro país basada en la economía circular.

Desarrollé un completo Plan de Marketing, una plataforma on-line impresionante, un plan de negocio… pero me faltó lo más importante, ¡que alguien me hubiese enseñado a crear una StartUp!, a entender cómo gestionar y controlar un negocio en condiciones de incertidumbre extrema.

En ese momento tenía la creencia de que, si tenía una gran idea que resolviera un problema al consumidor, si era innovadora, ofrecía un buen producto, contaba con un buen equipo y se trabajaba de sol a sol, el éxito estaba asegurado. El problema es que no siempre es así.

Mirando atrás creo que no se enseña a emprender bien en nuestro país, al contrario, se distorsiona el perfil del emprendedor, se estigmatiza el fracaso y se enseña desde modelos obsoletos y poco eficientes.

Emprender online no es difícil, lo difícil es no perderte en un mar de acciones y opciones. En mi caso, mi inexperiencia e inmadurez hizo que empezase a montar un negocio sin haber testeado la idea previamente y tener que vivir las consecuencias de esta mala decisión.

Por eso, no me cansaré de decir; cuánto más fácil sea el proceso, más posibilidades de éxito vas a tener y vas a obtener mejores resultados en tu negocio digital.

«En lo simple está el éxito. Empieza por un producto mínimo viable que te de la confianza suficiente para hacer cosas más grandes después».

‍Lo más importante no es la idea, ni siquiera el trabajo duro, lo más importante es escucharte a ti mismo, qué es lo que quieres aportar y si tu idea realmente cubre una necesidad real en el mercado. Si no escuchas a tu consumidor estás perdido.

Un cambio de mentalidad basado en el sistema que Eric Ries comparte en su libro The Lean Startup. Centrarse en hacer experimentos mínimos para comprobar la viabilidad de un producto, servicio o negocio.

En este video te explico mi sistema de 6 pasos basado en lanzar y validar una idea aprovechando los beneficios del entorno digital para poder interactuar con nuestro cliente potencial.

 

Menos es más: el minimalismo en la estrategia de marketing.

Hoy en día aplico todo lo que no hice en mi primer negocio digital. Usar acciones minimalistas. Un sistema perfecto para mí y que ha sido la fuente de mi crecimiento empresarial. El minimalismo me ayuda a simplificar al máximo, optimizar mi tiempo y quedarme con lo que realmente me hace feliz olvidándome de todo lo demás.

Y para que tú también puedas aplicar el minimalismo en tu estrategia digital y los beneficios que ello conlleva, hoy comparto contigo las 5 claves minimalistas que me han ayudado a mejorar mis resultados y los de mis clientes.

 

Clave número 1. Una estrategia en lugar de muchas.

Desarrolla tu pensamiento estratégico y enfócate en una estrategia global con objetivos anuales, trimestrales y mensuales. Crea un calendario de trabajo y planifica.

Si no sabes cómo mejorar tu pensamiento estratégico te recomiendo leer este artículo.

 

Clave número 2. Se especifico/a.

Define tu cliente con el que te gustaría trabajar, el que te dé los ingresos y el tiempo que tú necesitas para poder crecer y olvídate de clientes tóxicos que son muy poco rentables y definiendo los precios de tu producto o servicio fácilmente. Responde a las siguientes cuestiones: ¿Cuál es la cantidad mínima, la calidad la cantidad óptima y la cantidad deseada que quieres facturar una vez y define cuántos clientes necesitas para llegar?

 

Clave número 3. Céntrate en lo importante y olvídate de lo urgente.

Reduce al máximo las tareas que tienes ya que en este punto es donde solemos caer en «parálisis por análisis» y nos dispersamos. ¿Cómo? Te recomiendo aplicar métodos para “pensar despacio” con la teoría Goldratt.

 

Clave número 4. Limpia tu presencia en redes sociales.

Utiliza sólo una o dos y con las que conectes con tu audiencia. No hace falta que estés en todas las nuevas redes sociales. Lo importante es que te enfoques en la red social donde se encuentre tu cliente ideal y te sientes cómodo/a en ella.

 

Clave número 5. Aplica acciones estratégicas súper sencillas.

Cuando lanzamos nuestro negocio digital normalmente nos volvemos locos. Es cuando nos damos cuenta de todas las tareas que conlleva tener un negocio digital y nos complicamos muchísimo en vez de simplificar al máximo para no dispersarse.

Mi recomendación, ¡simplifica al máximo! A veces la mejor forma de vender es de forma directa y por whatsapp.

Hasta que no veas cómo se comporta tu propuesta de valor en el mercado, no vas a descubrir cuales son las acciones de marketing online más efectivas para captar la atención de tu cliente ideal. Un embudo de ventas puede ser todo lo complicado que tú quieras, pero te recomiendo que lo hagas extremadamente simple. Cuánto más sencillo sea el proceso, te será mucho más fácil implementarlo en tu día a día y tendrás más posibilidades de éxito (E-mail marketing, publicidad de pago en facebook Ads…).

 

Espero que éstas cinco claves minimalistas te ayuden a mejorar la productividad y los resultados de tu negocio y, sobre todo, te ayuden a sentirte más feliz en tu día a día.

 

¿Quién es Olaia Pose?

Licenciada en publicidad y Relaciones Públicas con Postgrado en Dirección Artística Publicitaria.

Olaia empezó su carrera profesional en el ámbito de la creatividad publicitaria y en el diseño gráfico trabajando en varias firmas del sector.

En 2013 lanza una startup innovadora de economía circular basada en un showroom de moda, una marca textil propia con un equipo de 5/10 personas (Dresseos Textil 2013 SL) en Madrid, lo que le permite aprender a gestionar un negocio de incertidumbre extrema. Desarrolla un ecommerce con más de 1000 productos y toda la comunicación digital. En esta etapa colabora con diversos medios de comunicación como AMC Networks, Telecinco, Telemadrid o ES Radio.

Desde 2021 ayuda en el lanzamiento y consolidación de negocios digitales a partir de un sistema paso a paso con un método simple que optimiza su tiempo, consigue enfocar su estrategia y mejora sus ventas.

 

¿Quieres saber más?

https://www.instagram.com/brumaemprende

Blog “menos es más”: https://www.brumaemprende.com/bruma/blog-aprende-a-emprender-online

Estrategias de Marketing y Comunicacion animales

Estrategias animales…y humanas en nuestro marketing y comunicación.

Una de las misiones que tienen todas las especies animales (y vegetales) en su ciclo vital es, junto a la alimentación y la supervivencia, la reproducción. Asegurar la continuidad generacional está en el ADN de todos los seres vivos y, para lograrlo, ponen en marcha estrategias que, a pesar de ser muy diferentes, suelen conseguir resultados aparentemente parecidos.

El caracol marino, por ejemplo, pone millones de huevos en una sola puesta. ¿Por qué lo hace? Este animal no gasta energías en el cuidado de su progenie, ni tampoco dedica esfuerzos para protegerla de posibles depredadores, de hecho, el primer 10 % de los huevos que eclosionan suelen comerse a los que le siguen en el proceso. Confía en su estrategia de una gran descendencia para lograr que una parte de ella, por mínima que sea, sobreviva y dé continuidad a su especie.

En el polo contrario están animales como los mamíferos, que suelen tener pocas crías, pero que necesitan del cuidado y protección constantes. El caso extremo es el oso panda, que tiene solo una cría, o el canguro, que tiene que “cargar” con su descendencia en un saco. Con esto, la cría suele sobrevivir con casi total seguridad.

Ambas estrategias están bien estudiadas por los biólogos. La primera de ellas suele dar lugar a poblaciones cuyo número puede pasar de cifras muy altas a otras más bajas, en ciclos con grandes altibajos, debido a factores externos como cambios en el entorno o un mayor número de depredadores. Pero la especie permanece.

En cambio, las estrategias de los mamíferos suelen dar como resultado poblaciones más estables. Y, en el punto intermedio, están los animales que utilizan estrategias mixtas, donde el cuidado y la energía que se dedica a la descendencia es proporcional al número de crías. Suelen dar poblaciones con un nivel de crecimiento moderado.

 

Estrategias de marketing y comunicación: equilibrio entre esfuerzo y resultados.

Como has visto, la Naturaleza nos da un ejemplo perfecto de dos formas básicas de generar estrategias de captación de clientes. Y, como los animales, tenemos diferentes formas de ponerlas en práctica. El objetivo no es la continuidad de la especie, sino la de la empresa. Y el medio no es tener descendencia, sino atraer nuevos clientes.

La estrategia del caracol marino (millones de huevos dejados a su suerte) sería comparable a las estrategias de marketing y comunicación que son dirigidas a un público masivo, del que no conocemos casi nada. Se confía el éxito por el número tan amplio de registros a los que dirigimos la estrategia. Por el mero hecho de ser tan grande, aunque la efectividad sea mínima, se consiguen resultados.

Un ejemplo de este tipo de estrategias son los anuncios en los medios de comunicación masivos, como la televisión, la radio o la prensa generalista. En el marketing digital, serían las campañas de publicidad online en medios digitales masivos o en redes sociales, donde no hay un criterio claro a la hora de discriminar el público objetivo. También una campaña de emails masivos sería un buen ejemplo.

En el extremo opuesto están las estrategias hiper-segmentadas, casi un marketing ABM, del que ya hablé en este blog. Aquí nuestro marketing y comunicación se concentra en un grupo reducido de potenciales clientes, a veces solo tres o cuatro, pero del que conocemos casi todo. Está tan perfilado que encaja perfectamente en nuestro cliente ideal. Para llegar a este punto hemos dedicado mucho tiempo y recursos. Pero las posibilidades de éxito son muy altas.

Ejemplos de estas estrategias los tenemos sobre todo en los mercados B2B, donde la oferta y la demanda son más reducidas que en los B2C, y los posibles clientes están identificados. O en mercados donde el perfil de cliente tiene que estar muy definido, como por ejemplo los medicamentos para usos muy específicos.

 

Estrategias de marketing y comunicación intermedias.

Entre los extremos anteriores estarían las estrategias que dedican diversos grados de esfuerzo en la segmentación, preparación, lanzamiento y seguimiento de las actuaciones. Es en este grupo donde se encuadran la mayoría de las pymes.

¿Cuál sería el punto adecuado para tu empresa? Dependerá de varios factores. El primero es el sector de actividad en el que te muevas. En función de ello, tendrás un mercado objetivo más o menos amplio. Cuanto menos amplio, más necesidad de adaptar tu estrategia a ese público concreto, y más recursos tendrás que dedicar a ponerla en marcha. Y viceversa.

El segundo factor son tus propios objetivos como organización. Si lo que buscas es un crecimiento rápido o uno más lento pero sostenido. O es posible que busques generación de marca. Y en cada caso se modulará tu necesidad de una estrategia más genérica o bien más concentrada.

Y el tercer factor es tu disponibilidad de recursos. Diseñar una estrategia de marketing y comunicación, ponerla en marcha y realizar un seguimiento requiere tiempo, personas y recursos económicos. ¿Hasta dónde puede llegar tu empresa? Muchas veces no es necesario invertir mucho para conseguir resultados, pero dependiendo de diversos factores, puede ocurrir lo contrario. Hay que valorar la relación coste/beneficio.

Lo que si debes de tener en cuenta es que cuanto más te acerques a estrategias como la del caracol marino más posibilidades tienes de que tu empresa esté expuesta a los vaivenes del sector y a las acciones de tu competencia (que no se quedará parada y realizará sus propias estrategias). Por eso tendrás mucha incertidumbre en el resultado de tus acciones, con posibles fases de crecimiento, seguidas de otras de descensos.

Y, por el contrario, cuanto tus estrategias tiendan a ser más parecidas a las del oso panda, más posibilidades tienes de conseguir crecimiento, eso sí, de forma menos espectacular que con otras opciones, y a un coste mayor.

Como siempre, no existe una recomendación que valga para todos. Aquí el menú es totalmente personalizado. Solo analizando las características de tu empresa, su situación, objetivos y capacidades podremos determinar si haremos una estrategia cercana a la del caracol o bien más parecida a la del oso panda.

Tienes un ejemplo más de estrategia animal aplicable a la empresa, la del calamar de Humbolt.

Y, a veces, puede que una estrategia de crecimiento no sea la única ni la mejor opción que tienes para tu organización. Te lo cuento aquí.

Recuerda, hagas lo que hagas, rodéate siempre del mejor equipo, escucha opciones, analiza y valora, y luego actúa.

 

* (La información sobre estrategias reproductivas en el mundo animal está extraída de este artículo de Khan Academy, que te recomiendo leer).