Entrevista a Mónica Domínguez - ComeOn Brands B2B Marketing

Entrevista a Mónica Domínguez. Claves y Estrategias para los mercados B2B.

Los mercados B2B (Business To Business) son muy diferentes de los B2C (Business To Consumer), y las estrategias de marketing también. Entender el funcionamiento de estos mercados es vital si se quiere tener éxito y conectar adecuadamente con las necesidades y preocupaciones reales de los profesionales a los que nos vamos a dirigir.

Mónica Domínguez García es precisamente una experta en B2B. Con 15 años de experiencia en puestos de dirección en áreas como el marketing, las ventas o el desarrollo de negocios en diversas empresas industriales y de servicios es una voz autorizada para hablar de las particularidades de los negocios empresa a empresa.

Además, es CEO y fundadora de ComeOn Brands! B2B Marketing, empresa orientada a diseñar y poner en marcha estrategias de marketing, branding y ventas para empresas industriales y de servicios B2B.

En esta charla nos da las claves que diferencian el B2B de otros mercados, los puntos clave que hay que tener en cuenta a la hora de dirigir un marketing para estas empresas y cómo planificarlo.

Como dice Mónica, las empresas que venden a otras empresas son casi el 90% del tejido económico de nuestro país, un dato que refleja la importancia de adaptar el marketing a este colectivo.

¡Dale al Play!

 

Metodo Japones de las 5 S

El método japones de las “5 S” para mantener tu casa en orden…que también aplica a tu empresa.

Acabo de leer un curioso artículo de Sara Alcoceba en la revista Elle Decor que habla de una técnica japonesa (ahora todo lo japonés está de moda) para lograr tener una casa perfectamente limpia, ordenada y mantenerla así en el tiempo.

Mi mente marketiniana nunca descansa, es lo que nos pasa a algunos de los que nos dedicamos a estas cosas, y de forma casi inconsciente empecé a preguntarme si se podría aplicar este método del país del sol naciente a las empresas.

Si, ya sé lo que estás pensando…y no, no me refiero a mantener limpia tu pyme, que también, sino a tenerla “en orden”. Con esto me refiero a que una organización ordenada, limpia y organizada es más eficiente, genera un clima laboral favorable y, en definitiva, es más competitiva. Y lo que es mejor, facilita una comunicación y un marketing más natural y creíble (esto último te lo explico más adelante).

 

¿Qué es el método japonés de las 5 S?

La cultura japonesa tiene como una de sus marcas distintivas más conocidas su pasión por la pureza y la sencillez, algo que podemos ver en el diseño de sus casas, sus espacios exteriores como los jardines o incluso su gastronomía.

La aplicación de esta vocación al mundo empresarial no es de extrañar y, entre las que mejor la ejemplifican está el método Kaizen, que nace para mejorar la productividad de las organizaciones a través de pequeños cambios incrementales. Lo utilizan ya muchas firmas no japonesas, en especial en Estados Unidos.

Las 5 S tienen su origen después de la segunda guerra mundial. Un grupo japonés de científicos e ingenieros pusieron en marcha una metodología de cinco pasos para mejorar la calidad en la industria eliminando las ineficiencias. Comenzó en la industria de automoción (Toyota fue la pionera), pero rápidamente de extendió a todos los sectores y hoy se aplica incluso, como estás viendo, al ámbito doméstico o el personal.

La gran virtud de este método es que está probado, realmente funciona. Si se acomete con disciplina -como todo en la vida- los resultados en términos de mejora de la calidad son medibles y a veces espectaculares (depende del nivel de desorden del que se parta).

 

Vamos con las 5 S originales.

SEIRI: Clasificación y descarte.

Se trata de analizar lo que es necesario y funcional, quedarse con ello y descartar lo demás.

SEITON: Orden y organización.

Lo más necesario tenerlo cerca y disponible, el resto puede estar más alejado. En todo caso, saber dónde está cada cosa que necesitemos.

SEISO: Rutinas de limpieza.

Tener en perfecto uso aquello que utilizamos. Diseñar una rutina (calendario) para lograrlo.

SEIKETSU: Estandarizar el proceso.

Crear una metodología para prevenir y actuar. El objetivo, no desviarse de los logros que se consigan.

SHITSUKE: Constancia.

No abandonar la metodología, ser riguroso en su aplicación continua.

 

Las ventajas de la aplicación pura de estos 5 pasos en un hogar son realmente espectaculares. Si se llega el paso 5, después de aplicar con éxito los cuatro anteriores, conseguiremos una casa que respira armonía y equilibrio, una vivienda en la que nos sentimos a gusto de verdad, y que nos trasmite positividad y optimismo. Lo notarás tú, tu familia y también todos aquellos que te visiten.

 

Las 5 S japonesas en la empresa.

Si vamos un paso más allá y aplicamos la metodología en una pyme…¿qué estamos haciendo realmente? Como diría un japonés…¡poner orden y limpieza! Un momento…¿es que en las empresas esto no se hace? Bueno…como se suele decir, se intenta mantener el negocio lo más presentable posible, así como tener las diversas cosas y funciones más o menos organizadas.

Esto es lo que se suele decir, pero en realidad lo que se debería decir es “no tenemos un protocolo para realizar estas cosas, pero más o menos nos organizamos”. Y esto no es trabajar en mejorar sino más bien ir tirando con lo que se hace intentando que las cosas no vayan a peor. Lo contrario de la metodología japonesa.

Si de verdad queremos tener una empresa bien organizada y limpia (en todos los sentidos, no solo de suciedad), tenemos que aplicar un método, no nos vale con “ir sobre la marcha”.

 

SEIRI

Lo primero es analizar lo que es útil y lo que no lo es en nuestro negocio. La mejor manera de hacerlo es a través de una revisión de cada departamento en profundidad, determinando lo que realmente es necesario y lo que es superfluo, una especie de auditoría de recursos.

El paso siguiente es ir descartando lo inútil y quedarse solo con lo que realmente nos aporta valor. Seguro que tenemos maquinaria, mobiliario, personal u otros elementos que nos sobran.

Y yo iría un paso más allá, analizando los procesos de cada departamento de igual forma. Estoy convencido que se hacen muchas cosas que no sirven para nada, excepto para perder tiempo y recursos.

SEITON

Una vez que nos hemos quedado con lo útil, tenemos que ubicar cada recurso en función de su importancia. Lo más necesario tenerlo disponible de forma rápida, y lo que menos se use podemos dejarlo en un segundo plano.

Por ejemplo, si una aplicación la usamos a diario, tenerla disponible sin pérdida de tiempo. Y con los demás recursos igual, materiales, máquinas, personas, manuales… Con esto reducimos tiempos y seremos más ágiles en nuestras operaciones.

SEISO  

Mantener en perfecto estado los recursos que sean importantes para los procesos en las empresas: formación a las personas, actualización de sistemas y procedimientos, mantenimiento de infraestructuras, puesta al día permanente de los diferentes recursos…

Con este paso se consigue que todos los activos de la empresa no solo estén disponibles de forma rápida, sino que estén en perfecto uso y al día. Un paso que requiere de procedimientos muy rigurosos para poder llevarlo a cabo.

SEIKETSU

Llegados a este punto, la empresa tiene dejar por escrito la sistemática que ha ido implantando para que no se olviden los procedimientos. Por ejemplo, un calendario de revisiones donde se compruebe de forma periódica que cada uno de los tres pasos anteriores siguen las pautas adecuadas.

Este paso lo que hace es plasmar en un documento cómo se va a supervisar el método, cada cuanto tiempo y quien lo hará. Así no se deja lugar al descuido o a la duda.

SHITSUKE

El último paso es un compromiso. Toda la organización debe ser consciente de la importancia de llevar a cabo la metodología 5 S. Y, para lograrlo, hay que interiorizar este reto y que cada miembro del equipo lo haga suyo.

Los japoneses, por su cultura, lo tienen más fácil que nosotros, habituados a una disciplina más laxa. Pero se puede hacer, como demuestran cada día cientos de empresas occidentales. Se trata de ser constante en el día a día y ser consciente de la importancia de seguir el método.

En esta fase, la dirección de la empresa y los mandos intermedios tienen un papel relevante como canalizadores de las mejoras.

 

Las ventajas del método de las 5 S para la pyme y para el marketing.

Ya habrás podido vislumbrar los beneficios que puede aportar, y que de hecho aporta, a tu empresa. Conseguir limpieza y orden simplifica el trabajo del día a día de todos los trabajadores, reduce tiempos y costes y genera un buen ambiente de trabajo.

Pero además…

    • Contribuye a mejorar el trabajo en equipo.
    • Permite que los trabajadores desarrollen nuevas
    • Aumenta la eficiencia
    • Mantiene los equipos e instalaciones en buen estado, alargando su vida útil.
    • Facilita la implantación de nuevas metodologías, tecnologías y procedimientos.
    • Genera un espacio de bienestar para las personas.
    • Hace que los trabajadores se involucren más en los objetivos de la empresa.
    • Aumenta la competitividad.

 

¿Y en el Marketing y la Comunicación?

Los responsables de marketing tenemos el reto de trasmitir al mercado las virtudes de la marca de una empresa con el objetivo de generar interés en ella y atraer ventas.

El método japonés de las 5 S, además de todos los beneficios que aporta a la organización general de la compañía, también afecta al departamento de marketing. De hecho, generará un ambiente más propicio para la creatividad y la innovación, como ya he señalado, y que es vital para un buen marketing.

Pero ,además, el método se puede aplicar directamente a la actividad del marketing y la comunicación.

La mayoría de las veces utilizamos recursos superfluos y perdemos tiempo en cosas que no aportan valor, y en el marketing también. Para centrarse en lo útil deberíamos hacer limpieza de todo lo que sobra y nos despista de lo esencial. Tendríamos que empezar por hacer nuestra propia auditoría de departamento y empezar a desechar todo aquello que nos quita tiempo y no nos deja centrarnos en lo importante. En resumen, revisar nuestros procesos.

 

Algunos ejemplos:

 

    • Tiempos perdidos en la búsqueda de recursos o proveedores para las campañas.
    • Utilización de metodologías o tecnologías inadecuadas u obsoletas.
    • Materiales de comunicación que no sirven y seguimos usando.
    • Déficit formativo en las personas del departamento.
    • Ausencia de un protocolo de actuación y de revisión de las acciones realizadas.
    • ¿Exceso de reuniones?

 

Y además, la propia falta de limpieza y orden en cuanto a los valores de marca, que a veces no están claros y son cambiantes. Esto provoca desajustes en la comunicación y el marketing, con el consecuente desconcierto en el público al que nos dirigimos.

El efecto de tener una casa ordenada, en este caso tu empresa, da como resultado un efecto externo igualmente limpio y transparente. Siempre se dice que si estás bien por dentro se nota por fuera. Pues en el mundo de la empresa es igual. Lo que mejoras internamente tiene también un impacto positivo en el mercado.

He tenido ocasión de conocer el caso de una empresa que tenía como parte fundamental de su estrategia tener todas las instalaciones limpias y ordenadas. No era solo por una cuestión de apariencia o de agradar a la vista, sino para que no se perdiera tiempo distrayéndose en encontrar algo o en limpiar una máquina. Existía una metodología que permitía mantener a raya este nivel de organización, estaba ya interiorizada.

A mí me sorprendió mucho en su momento. Y lo más curioso es que los propios trabajadores se esmeraban en no ensuciar o desordenar las cosas, como si fueran conscientes de su importancia. Todo esa cultura les facilitaba el trabajo interno, pero, sobre todo, se notaba en los trabajos externos (comerciales, operativos, de mantenimiento…). De forma natural, esa búsqueda del orden acababa impactando en los clientes…y diferenciando a la empresa de sus competidores, menos cuidadosos en estos aspectos.

Como ves, la aplicación del método japonés de las 5 S también contribuye a mejorar la imagen de la empresa.

Por eso ordenar, ser consciente de tu situación, limpiar, prevenir y mejorar son pasos que siempre te van a dar beneficios: mejorará tu marketing interno, creando espacios más saludables para el trabajo, y también el marketing externo.

 

¿Te animarás a probar si esta metodología puede ser útil en tu empresa?

Mientras te lo piensas, te dejo este vídeo realizado por Luis Fernández, de Voxel Media Group y publicado por Geeks Room, donde puedes ver las instalaciones de Toyota Motor Manufacturing Kentucky, Inc. (TMMK) en Georgetown (USA), la planta de producción de automóviles más grande de esta firma en el mundo, que produce 550.000 vehículos al año.

¡Las 5 S en su máxima expresión!

 

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Blog Hay Alguien Ahi

¿Hay alguien ahí?

Escribo esto mientras la canícula del verano se empeña en demostrar que esto del cambio climático va en serio. Pero, aun así, el calor no me impide pensar y hacerme preguntas que, en esta época del año, tan propicia para una reflexión tranquila y sosegada, se ha convertido casi en un hábito.

Todos los que os dedicáis al marketing y la comunicación, a la creación de contenidos o al diseño de estrategias corporativas quizás me entenderéis mejor. O puede que no, quién sabe, quizás mis elucubraciones sean algo propio de mí y de mis circunstancias.

El verano es tiempo de hacer resumen, de valorar lo que hemos hecho o dejado de hacer en los doce meses precedentes. Un tiempo para cuestionarse, un año más, si hemos conseguido poner en marcha lo que nos proponíamos como objetivos. En mi caso, también para preguntarme si lo que hago sirve para algo o para alguien, ahí está la gran duda.

Uno de los grandes interrogantes que existen cuando creas contenidos, quizás el más importante, es el que plantea si existe alguien al otro lado de la pantalla que llegue a leer lo que has escrito. No hay peor sensación para los que invertimos nuestro tiempo en pensar y generar algo que pueda ser de interés para alguien, que la de imaginar que no ha llegado a ninguna persona, al menos que a ti te conste.

Tengo un amigo que es escritor -no profesional- y que coincide conmigo en tener esa sensación de soledad. Aunque ha autopublicado ya cuatro libros e incluso ha vendido bastantes, teniendo en cuenta las limitaciones del mercado, su sensación sigue siendo la de estar predicando en el desierto. Y le entiendo. Solo los escasos comentarios que dejan algunos entusiastas lectores en Amazon son la prueba de que en realidad alguien de carne y hueso sí está al otro lado.

Si, ya sé que todos somos muy vagos a la hora de escribir un comentario, como mucho un me gusta, que solo consume un segundo de nuestro preciado tiempo. Aun así, observo con cierta perplejidad cómo muchos contenidos que no tienen absolutamente ningún valor, ni siquiera el lúdico, acaparan miles de visualizaciones y comentarios. Me estaré quedando anticuado, debe ser eso, porque cuanto más trato de entenderlo, menos sentido le encuentro.

Y esa es la otra gran pregunta que nos hacemos los que generamos contenidos: ¿le interesa a alguien lo que les estoy contando? Una pregunta que, al menos en mi caso, suele quedar sin respuesta.

Tendemos a pensar que lo que consideramos relevante para nosotros también lo es para aquellos a los que nos dirigimos y, la mayoría de las veces, eso no es cierto. Como puedes comprobar tu mismo, una entrada en la que hables sobre cómo optimizar tus mensajes en la comunicación con tus clientes tendrá mucha menos repercusión general que un video de gatitos intentando pescar un pececito en una pecera.

Sí, por supuesto que hay que tener en cuenta el perfil del público al que te diriges. Probablemente, el amante de los gatitos no sea el perfil de tu cliente ideal y un contenido sobre comunicación corporativa tendrá menos interés general, pero el poco que tenga estará muy segmentado. En otras palabras, los contenidos de valor, en mi caso de marketing y comunicación, los leen solo los que realmente tienen interés en ello, empresarios orientados al marketing o profesionales como yo. Y poco más. Hay que admitir que en el mundo existen más amantes de los gatitos traviesos que personas interesadas en cuestiones empresariales. No hay más.

Lo que me lleva a una tercera reflexión. ¿Por qué creo contenidos? Y no, no es por la razón obvia en la que estás pensando… Muchos crean contenidos para ganar dinero (Youtube por ejemplo…), otros para generar marca y algunos ilusos para ganar clientes.

En mi caso, confieso que me gusta escribir. Pero, detrás de los contenidos que publico, hay un trabajo previo en el que dedico mi tiempo a pensar en los temas que puedo abordar, la manera de desarrollarlos y comunicarlos, así como un análisis muy subjetivo sobre la relevancia que puede tener.

Te preguntarás si pienso en el perfil del lector a la hora de elegir los temas. Y mi respuesta es “no siempre”. Por un lado, hay cuestiones que considero claves en el marketing y la comunicación, y no puedo obviarlas a pesar de que no tengan especial tirón entre los posibles lectores. Pero, por otra parte, estoy atento a lo que preocupa de verdad a estos lectores (empresarios, directivos o profesionales del marketing) y busco temas que puedan dar respuesta a esas inquietudes.

En realidad, no puedo dejar de lado las cosas que creo importantes, pero debo atender también a las preocupaciones reales de los lectores. Un equilibrio que es complicado de mantener, pero que es casi una obligación para mí.

Así que, lo creas o no, mi principal motivación para escribir en un blog es “porque me gusta”. A partir de esta realidad, intento además que lo que humildemente escribo tenga algo de valor para el lector, que le invite a pensar y que le sea útil.

Estoy convencido de que muchas de las sugerencias, ideas, técnicas o herramientas de las que hablo no serán puestas en práctica por los que las han leído. No todo vale para todos, como siempre indico en mis entradas. Pero tampoco es mi intención. Con que consiga que la persona piense un poco sobre lo que ha leído, me doy por satisfecho. Si además le inspira para plantearse una nueva forma de hacer marketing y comunicación…¡Mucho mejor!

Si eres de los que de forma habitual leen este blog, verás que no solo creo contenidos sobre marketing y comunicación. Habrás notado que, de vez en cuando, invito a profesionales de diferentes áreas para que también ellos sean trasmisores de conocimiento. A través de entrevistas o contenidos editoriales han tenido mi canal a su disposición. Y no te haces idea de lo feliz que me hace.

Pero en la vida de un profesional hay muchas más inquietudes, como puedes imaginar. En mi blog y en LinkedIn suelo tratar otros temas que también son de mi interés (y espero que también el de otros), como los avances científicos (especialmente Física y Astronomía), temas relacionados con el comportamiento humano (con su correlación como consumidor) o libros que por alguna u otra razón me han gustado y que he querido compartir.

Pero al final, aunque escriba principalmente por gusto, la inquietante pregunta ¿Hay alguien ahí? sobrevuela sobre mi cabeza cada vez que me pongo ante el teclado. Curiosamente, es la misma pregunta que se hacen los científicos al mirar a las estrellas. En su caso todavía siguen esperando respuesta, como muchos de los que nos dedicamos a la creación de contenidos.

Pero, aunque parezca que estamos solos, que comunicamos al vacío, de vez en cuando alguien te dice que lee lo que publicas, que le gusta, y te anima a seguir. Por eso, y porque me sigue gustando escribir, sigo publicando.

Si eres de los que también elaboran y difunden contenidos, sea cual sea el formato, quizás te sientas identificado con todo esto, o quizás no, lo que querría decir que tienes muchos seguidores activos. En este caso, ¡mi enhorabuena!

Y si eres de los que de vez en cuando echan un vistazo a la red a ver qué hay de nuevo que sea interesante (y no hablo de gatitos 😉), solo piensa que detrás de ese contenido que te parece uno más, hay una persona que ha dedicado su tiempo con ilusión a compartir con otros su conocimiento, opinión o experiencias. Si además te gusta, házselo saber, no es un gran esfuerzo comparado con la alegría que vas a regalarle. El mejor estímulo para seguir.

¡Espero que la canícula veraniega no te derrita!

Verano 2022 Marketing y Comunicacion para Pymes

¿Marketing en Verano?

 

A buen seguro que tu pequeña o mediana empresa reduce o frena en seco sus iniciativas de marketing y comunicación cuando llegan estas fechas veraniegas.

 

¿Los motivos?

 

    • La actividad se reduce mucho…
    • La gente está en otras cosas…
    • Tengo muchos empleados de vacaciones…
    • No merece la pena invertir cuando nadie te va a ver…
    • Bla, bla, bla…

 

Si eres de los que piensan así, siento decirte que cometes un error. Y es más de concepto que de conocimiento. Porque sí conoces lo que es el marketing y la comunicación. Y sabes que no consiste en realizar acciones aisladas basándose en la intuición o en suposiciones.

El marketing y la comunicación es ante todo ESTRATEGIA. Y, como tal, es el resultado final de un profundo análisis y reflexión sobre nuestra organización, el mercado y las metas que tenemos por delante. Un resultado que toma forma en un Plan, normalmente a medio y largo plazo, que nos indica el camino que recorrerá nuestra empresa, cómo lo hará y qué cosas va a hacer para cumplir los objetivos.

Si pensamos que el marketing y la comunicación son herramientas que podemos ir cogiendo o dejando según nuestro criterio, es que no tenemos todavía claro el concepto de lo que son. Y lo que es peor, estaremos dedicando recursos a realizar acciones que normalmente no tendrán ningún impacto positivo en nuestro negocio.

¿Que llega el verano? Pues a quedarse parado, que hay que ahorrar para futuras cosas. Nos olvidamos de todo, hacemos las maletas y damos vacaciones a nuestro marketing, que ya ha trabajado mucho en invierno.

Pero más allá de bromas, lo que sí es serio es perder la visión estratégica del negocio. La vida no para en verano, ni en invierno. La maquinaria de tu empresa tiene que seguir en marcha, a la velocidad que requiera según el plan establecido, pero nunca debe pararse. Ya sabemos lo que cuesta reiniciar cualquier proceso desde cero. No solo recursos, sino que volver al nivel previo de visibilidad y presencia en el mercado puede costarnos mucho tiempo. Tiempo en el que nuestro negocio es invisible para nuestros clientes.

 

¿Por qué no debo dejar el marketing y la comunicación en verano?

 

Si todavía piensas que no te es útil, necesario o rentable seguir haciendo marketing y comunicación en los meses estivales, pon atención a estas realidades…

 

    • Como puedes suponer, no todos tus clientes potenciales están de vacaciones a la vez y durante todo el tiempo. Siempre tendrás público objetivo con el que comunicarte.
    • Tu cliente actual tampoco está de vacaciones todo el verano. ¿Qué hay de la atención al cliente en estas fechas? ¿Cerrado por vacaciones? Recuerda que el marketing también es fidelizar.
    • Tu competencia seguramente hará lo mismo que tú, desaparecer en estos meses. Dejan sin querer un buen hueco para aquellos que mantengan su visibilidad en el mercado, potenciada por el hecho de que seréis menos los que estéis activos.
    • La imagen de marca tarda mucho tiempo en fijarse en la mente de tu público objetivo…y poco en olvidarse. Si no desconectas del todo el verano, tu marca será recordada más fácilmente a la vuelta de las vacaciones.
    • La continuidad de una estrategia, aunque pueda modularse en el tiempo, es la base del éxito a medio y largo plazo. Como te he señalado, la construcción de marca es un trabajo continuo, si lo que quieres es que no se olviden de ti.

 

Aun así, te estarás preguntando si después de todo merecerá la pena, y si lo que te estoy contando lo hago porque yo me dedico al marketing y la comunicación. No te culpo, es normal que lo pienses.

Pero como profesional del marketing tengo la obligación de diseñar y proponer las estrategias que creo que son las mejores para que mis clientes consigan crecer más, ser más competitivos, destacar entre su competencia y ser más apreciados en el mercado.

Por eso nunca recomendaré un apagón total en verano, como no lo recomendaría en ninguna otra época del año. Algunas de las empresas que tienen esta costumbre tardan meses en recuperar las posiciones ganadas durante el año, e incluso hay otras que nunca volvieron a disfrutar de la visibilidad y reconocimiento que tenían antes de parar.

 

¿Qué marketing hay que hacer en verano entonces?

Cada negocio es único, y cada marketing también. Dependiendo de los objetivos que tengas en tu Plan de Marketing -porque supongo que tienes un plan- al llegar el verano tendrás que poner en marcha las acciones concretas que hayas definido para este periodo.

 

Si no tienes un plan anual, algo que deberías tener, al menos ten en cuenta lo siguiente:

 

    • No es lo mismo que tu negocio sea B2B que B2C.
    • Que vendas online frente a una venta física.
    • Que tus productos/servicios sean estacionales o no.
    • Que estés en la fase de lanzamiento de marca, de crecimiento o de consolidación.
    • Que tus objetivos sean incrementar las ventas a corto o distribuidas a lo largo del tiempo.

También deberás pensar en…

 

    • El perfil de tu cliente y su comportamiento.
    • Los canales de comunicación preferidos por tus clientes.
    • Los ciclos de ventas de tus clientes. Hay clientes cuyo periodo de maduración es largo y otros muy breve. Una posible desconexión en verano puede afectar a este ciclo.

En definitiva, lo mejor es tener un Plan de Marketing y Comunicación y no improvisar. Mi consejo, si no dispones de una estrategia, es que no hagas nada en verano, es perder el tiempo. Si no has hecho nada durante el resto del año, unas acciones durante estos meses no te van a aportar nada , salvo que vayas a hacer una oferta estacional.

Aprovecha el verano para preparar una buena estrategia marketing y comunicación a partir de septiembre. E incluye el verano de 2023 en este plan.

El verano es tiempo de reflexión, de valoración y también de descanso, hay tiempo para todo. Una buena época para empezar a construir una estrategia valiente para tu negocio y para mantener el contacto con tus clientes. Quizás de otra manera, pero sí diciéndoles un…

 

¡Sigo aquí!

 

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¿Qué planes tienes para tu empresa en septiembre?

Economia Circular para Pymes

Economía Circular | Un camino hacia una economía más eficiente y respetuosa

En los últimos años estamos asistiendo a un cambio de la línea de discurso dominante. Este concepto, tan de moda con su término en alemán, el zeitgeist, nos permite observar como la línea de las agendas políticas y los intereses de las grandes empresas han virado hacia un mensaje de respeto hacia el medioambiente y la alineación de sus aspiraciones económicas con una responsabilidad social más exigente en la lucha frente al cambio climático.

Sin embargo, cuando la realidad y la economía aprietan, vemos como muchos de los avances, compromisos y buenas intenciones medioambientales quedan supeditadas a las cuentas de resultado. Sirva como ejemplo el despido del anterior CEO de Danone.

¿Existe alguna posibilidad de alinear ambas necesidades? ¿Seremos capaces de desarrollar un modelo económico que garantice el desarrollo y la prosperidad de sus ciudadanos sin comprometer el planeta para las generaciones futuras?

Con esa visión surge el concepto de Economía Circular tan desarrollado por las instituciones europeas. Hablamos de Economía Circular cuando tratamos de maximizar los ciclos de uso de los bienes y servicio que consumimos y la podemos definir como la antítesis del modelo de usar y tirar tan de moda en nuestras sociedades desde hace varias décadas.

La fundación Ellen MacArthur es una referencia a la hora de diseñar y promover iniciativas en este ámbito. Su diagrama de la mariposa expone perfectamente como mantener el valor de los productos el mayor tiempo posible.

 

 

 

 

(Fuente: Fundación Ellen MacArthur).

 

 

¿Pero dónde la economía circular nos puede ayudar a superar las buenas intenciones y tangibilizar su mensaje en acciones?

 

La Economía Circular no busca su aplicación como responsabilidad social, sino demostrar que puede una ventaja competitiva para aquellas empresas que apliquen sus principios. ¿Y qué acciones concretas podemos llevar a cabo en la actividad de nuestra empresa o administración?

 

A continuación, puedes encontrar 5 acciones para poner en marcha en tu actividad:

 

    • Usar de forma más eficiente los recursos productivos y utilizar materiales recuperados cuando sea posible.
    • Establecer alianzas con otras entidades que puedan utilizar tus subproductos.
    • Garantizar el despilfarro desde la etapa del diseño, así como la reparabilidad.
    • Ofrecer un servicio de reparación que facilite la mayor vida útil de nuestros bienes y servicios.
    • Maximizar el tiempo de uso mediante la servitización de nuestra actividad.

 

El concepto de servitización es clave en la Economía Circular. Hablamos de esta práctica cuando pasamos de poseer un bien a utilizarlo como un servicio. Tenemos el coche parado de media un 90% del tiempo que está a nuestra disposición. ¿No es más viable poder utilizar un servicio de coches de alquiler por horas o minutos como ya ocurre en grandes ciudades?

 

Beneficios de la Economía Circular para las pymes.

Gracias a estrategias como las anteriormente descritas, las empresas pueden generar ventajas competitivas. Entre las distintas ventajas que se pueden alcanzar destacan:

 

    • La Economía Circular permite a las empresas reducir sus costes de producción al utilizar materias primas reintroducidas de otros procesos donde iban a ser desechadas.
    • Gracias a este tipo de estrategias, también es posible diseñar cadenas de suministros más cortas y resilientes ante los problemas de abastecimiento que puedan surgir.
    • El consumidor cada vez valora más la sostenibilidad y el carácter local de sus productos, por lo que posicionarse como una empresa promotora de la economía circular puede mejorar el posicionamiento y la imagen de marca de la compañía.
    • La implementación de estrategias de circularidad ayuda a empresas y emprendedores a obtener mejores condiciones a la hora de conseguir créditos y apoyo financiero público-privado al estar alineado con los indicadores ESG.

 

Como puedes ver, la puesta en marcha de acciones en pro de la economía circular no entiende de sectores, ni de ámbitos de actividad. La transformación hacia un modelo que desvincule el crecimiento económico del uso de los recursos naturales finitos es una necesidad común a todos los sectores y para ello la innovación y la colaboración son factores fundamentales.

 

¿Quién es David Ceniceros?

David Ceniceros es graduado en Administración y Dirección de empresas y desde 2018 trabaja en implementar y desarrollar iniciativas de innovación y Economía Circular para empresas y entidades públicas.

Tras descubrir durante sus estudios en Francia el concepto de Economía Circular y su potencial tuvo ocasión de poder crecer de la mano de TheCircularLab, el centro de referencia para la circularidad del packaging.

Hace dos años fundó Sustainned, un proyecto emprendedor basado en apoyar a administraciones y empresas en su transición hacia una economía más circular a través de la innovación abierta y la colaboración con startups y emprendedores.

 

 

 

 

 

Publicidad o Contenidos como Estrategia de Marketing

¿Publicidad o Contenidos?

La eterna duda que atrapa a los empresarios, directivos…y marketeros.

Nada nuevo bajo el sol, como casi siempre. Estamos hablando de estrategias de marketing y comunicación que tienen como objetivo final, se consiga cuando se consiga, lograr más clientes, es decir, más ventas.

No nos engañemos, las empresas no están para enamorar a las personas, para ofrecerles experiencias inolvidables o para que lean con interés lo que les mandan. Están para ganar dinero. Si no son rentables desaparecen, así de simple.

 

Ahora bien…

¿Tenemos que conseguir clientes con inversión en publicidad -me da igual que sea online que offline- o es preferible generar contenidos de valor relacionados con la marca? Esta disyuntiva es la que se produce cuando pensamos en objetivos a corto plazo o a largo plazo.

Si lo que buscas es generar demanda rápidamente, porque lo necesitas o porque tu producto/servicio lo requiere, harás una publicidad muy directa enfocada a las ventas. Pero no estarás construyendo marca.

Si miras más a largo plazo y lo que quieres es ir consolidando tu marca en el sector para que tus potenciales clientes sepan identificarte frente a la competencia, entonces tienes que pensar en generar contenidos o mensajes que no dirijan al público a la compra, sino que les formen una idea mental de quien eres de forma más o menos permanente, ¡el posicionamiento de toda la vida, vamos!

 

¿Tienes que elegir entre ambas opciones?

¡Nooooo! Lo primero, nunca pierdas la noción básica del negocio: hay que ser rentables y ganar dinero. Y para eso tienes que pensar en el largo plazo, pero actuando en el corto.

Las empresas que gozan de posiciones de liderazgo o destacan en sus sectores combinan ambas fórmulas. Nunca olvidan la marca, que es la garantía de la supervivencia de la organización en el tiempo, pero hacen una publicidad constante, cuando por ejemplo hay un lanzamiento nuevo, una promoción u otra iniciativa relevante que necesite difusión.

Otra cosa es que la publicidad sea más emocional que racional. Está demostrado que trasmitir emociones en publicidad tiene más impacto y recuerdo de marca que la publicidad racional, la que ofrece un producto directamente. Y esta publicidad emocional es perfecta para combinar con una construcción de marca en el tiempo utilizando un marketing de contenidos. Es más, deben estar alineadas.

 

Por tanto, la duda no está entre publicidad o contenidos, sino en saber mirar al largo plazo a la vez que transitamos en el corto. Utilizar la herramienta adecuada en cada tiempo y ser siempre coherente con lo que representas como organización.

Los contenidos fijarán en el tiempo la imagen de tu empresa en las personas. Y la publicidad les hará llegar los mensajes que en cada momento necesites trasmitir. En ambos casos no estarás “haciendo amigos”, que no es lo que buscas, sino haciendo clientes que serán la base de tu crecimiento y rentabilidad como organización.

Tres Maneras de Enfocar Tu Estrategia Competitiva

Tres maneras de enfocar tu estrategia competitiva.

Antes de lanzar tu propuesta de valor al mercado hay un recorrido previo que has tenido que realizar. Este proceso conlleva ciertos pasos, que a su vez te conducen a tomar decisiones acerca de quien será tu cliente final, con quien vas a competir y cual serán tus elementos diferenciales.

Aunque existen muchos caminos para realizarlo, te presento tres de los más habituales. Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes y, dependiendo del tipo de empresa que seas y el sector en el que estés, siempre será más efectivo alguno de ellos frente al resto.

 

1. La estrategia centrada en el cliente.

Las pymes que optan por este enfoque priorizan las necesidades de su cliente objetivo frente a otros aspectos, como las capacidades de la organización o la diferenciación frente a la competencia.

De forma muy resumida, las pymes atraviesan tres fases:

 

Análisis del cliente objetivo y de sus necesidades.

Se trata de conocer en profundidad que es lo que realmente están buscando y como quieren obtenerlo.

Este paso requiere mucha información actualizada de los hábitos de compra del cliente, de las tendencias en el consumo y de los estudios que realizan empresas especializadas.

 

Diseño de la propuesta de valor diferencial de nuestra empresa.

Una vez que sabemos lo que quieren los clientes es el momento de construir una oferta adaptada a ello. Para hacerlo tenemos que conocer lo que ya existe en el mercado (competencia) y lo que podemos hacer nosotros con nuestras capacidades.

La propuesta tiene que ser diferencial y apreciada por el cliente.

 

Estrategia de marketing y comunicación.

La etapa final será la de hacer llegar nuestra propuesta al cliente a través de los canales apropiados, con los mensajes y la imagen que responda a sus expectativas.

 

La ventaja de esta estrategia es que podemos ofrecer un producto o servicio muy adaptado a lo que esperan nuestros clientes. Sin embargo, es muy costoso el análisis de las necesidades, estas pueden ser muy cambiantes en el tiempo y, además, no siempre se dispone de los recursos internos para elaborar una oferta atractiva y diferencial como sería deseable.

Ejemplos: Zara, Mercadona, FedEx.

 

2. La estrategia centrada en el mercado.

Aquí el enfoque está en conocer exhaustivamente el mercado en el que compite la empresa, y su evolución en el tiempo. No se trata tanto de buscar la adaptación a nuestro cliente ideal como de encontrar huecos o nichos en el mercado donde podamos destacar frente a la competencia.

Las etapas que tiene esta orientación son:

 

Estudio del mercado.

Requiere buscar y recopilar toda la información disponible del sector donde compite la empresa. Aquí son clave los datos de competidores, productos y precios, estrategias de distribución, marketing y comunicación, nuevos productos, nuevos entrantes… En definitiva, conocer todo o posible acerca del campo de batalla en el que estamos.

 

Diseño de la propuesta de valor diferencial de nuestra empresa.

Al igual que en la estrategia anterior, ahora hay que mirar hacia nuestra propia organización. Preguntarse si podemos construir una oferta atractiva que aproveche esas oportunidades detectadas en el mercado.

 

Estrategia de marketing y comunicación.

En la última fase, diseñamos la forma de hacer llegar nuestra propuesta teniendo en cuenta todo lo anterior.

 

Esta forma de orientar una estrategia competitiva te permite aprovechar oportunidades ocultas en tu mercado actual, posicionándote en un nicho nuevo donde estarás solo durante un tiempo. Para seguir manteniendo la posición tendrás que innovar en tu propuesta de valor a la vez que buscar nuevos espacios libres de competencia. Es, por tanto, un trabajo continuo donde la información del mercado tiene que estar actualizándose continuamente.

Ejemplos: Ryanair, Netflix, Ecodicta (alquiler de ropa).

 

3. La estrategia centrada en tus capacidades internas.

Aunque parezca temerario, muchas empresas confían solo en sus propios recursos para lograr una alta diferenciación en su mercado. Esto no quiere decir que se olviden de las necesidades de los clientes o de las propuestas de su competencia, de hecho las tienen en cuenta, pero por encima de todo está su propia visión empresarial. Puede decirse que crean nuevos mercados.

 

El itinerario que sigue este modelo tiene cuatro paradas.

 

Análisis de las capacidades de la organización.

Se trata de conocer hasta qué punto nuestra empresa puede desarrollar productos y servicios innovadores. O también, si cuenta con profesionales especialmente destacados, un marketing diferencial, una forma de distribución única o una tecnología que nadie tiene. Hay que hacer una radiografía completa de la organización buscando todo aquello que nos puede hacer especial frente a la competencia.

 

Estudio del mercado.

Tiene como objetivo comparar nuestras capacidades con las de los competidores. Pero, sobre todo, responder a una pregunta, ¿hay demanda para lo que yo, con mis recursos, puedo ofrecer? Hay que tener en cuenta que vamos a crear un nuevo mercado. Por tanto, la pregunta es obligada.

 

Propuesta de valor diferencial.

Como en los casos anteriores, teniendo en cuenta las conclusiones de los puntos anteriores, plantearnos si podemos hacer una oferta atractiva y diferencial respecto a lo que ya existe.

 

Estrategia de marketing y comunicación.

 

Esta tercera forma de orientar la estrategia competitiva es quizás la más arriesgada de todas. Crear un nuevo mercado apoyado en las fortalezas de la propia organización es ser un pionero y pocas firmas están en condiciones de abordarlo. Pero es posible si cuentas con elementos internos que nadie tiene o no los explota. Y, aunque el riesgo es alto, los beneficios son enormes. Se puede disfrutar de una posición privilegiada en el mercado durante bastante tiempo, aunque estés como siempre obligado a innovar para mantenerla.

Ejemplos: Bnext (Fintech), Apple, Tesla.

 

¿Qué estrategia es mejor para mi empresa?

Esta pregunta tiene su correspondiente respuesta dentro de tu propia organización. No se puede saber a priori que será más efectivo en una empresa sin antes analizar las capacidades internas que posee. Además, hay que valorar el sector en el que se encuentra, no es lo mismo el mercado de las bebidas refrescantes que el de los neumáticos para automóviles, por ejemplo.

Utilizando herramientas de análisis estratégico como el DAFO, las 5 fuerzas competitivas de Porter o el Lienzo Estratégico, entre otras, tendrás mucha información para saber en que es buena tu empresa, que características (buenas o malas) tiene tu mercado y las opciones que se abren.

Ya te he dado algunas pistas al explicar cada una de las orientaciones estratégicas, incluso puedes valorar por ti mismo si te pareces más a Zara, Ryanair o Tesla. No en términos de tamaño claro, sino viendo como enfoca su estrategia competitiva.

 

En resumen, si después de un análisis completo, interno y externo, concluyes que…

Conoces perfectamente como es tu público objetivo…

sabes realmente el producto y servicio que busca…

…y la manera en que le gusta adquirirlo.

Dispones de los recursos internos para ofrecer una propuesta de valor que encaja con todo lo anterior…

de forma diferente a como lo hace tu competencia…

…entonces una estrategia centrada en el cliente puede ser la más adecuada para tu empresa.

 

Si el diagnóstico en cambio es que…

Tu producto y servicio actual es parecido al de tus competidores

…en un mercado donde llevas muchos años…

…pero que conoces muy bien, y que tiene ofrece muchas posibilidades.

Puedes reorientar tu propuesta de valor con productos y servicios adaptados esas nuevas posibilidades…

…en un proceso de innovación continua para mantener y proteger el nuevo nicho, entonces…

…la estrategia centrada en el mercado puede darte buenos resultados.

 

Si tienes la suerte de contar con…

…una tecnología única

…profesionales que te aportan un nivel superior de innovación en tus procesos…

…un marketing, una forma de distribución o una marca muy consolidada y valorada…

…u otros elementos en tu empresa que sobresalen frente a tu competencia…

…y que son difíciles de replicar

…entonces puedes convertir a tu organización en el centro de tu estrategia, y seguramente con mucho éxito.

 

Son tres formas de orientar tu estrategia competitiva, no las únicas, pero si las más habituales. ¡Ojo! Elegir una de ellas es un paso crítico para tu organización ya que todo lo que hagas después estará condicionado por ello.

Mi recomendación es que analices todos los datos a tu alcance y valores de forma objetiva tu situación. Dependiendo del resultado, y aunque tengas que hacer algunos cambios en tu organización, tendrás que decidir. Sin orientación no se puede llegar a ningún destino. O, en todo caso, se llega a destinos equivocados.

Por cierto…¿te has fijado en que en cualquiera de las tres opciones siempre hay que poner en marcha una estrategia de marketing y comunicación? De nada vale que hagas bien todos los pasos anteriores si te olvidas de este último. Al fin y al cabo, es la herramienta que te va a permitir que tus clientes y tu marca estén conectados.

Orienta tu estrategia correctamente y ponla en marcha con un marketing y comunicación al mismo nivel. Una fórmula que casi siempre da excelentes resultados.

 

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¿Cuál es la clave del éxito en las pymes?

Burger King

Lo que no saben ni los Marketing Managers de Burger King.

¿Por qué te gustan las hamburguesas de Burger King? ¿Cuál es la razón de que las prefieras frente a las de McDonald´s? ¿Es por el sabor? ¿Por la calidad percibida de los productos? ¿Por sus menús? ¿Lo sabes realmente? ¿Lo saben los responsables de Marketing de BK?

Desde luego, la mayoría de la gente respondería que eligen Burger King por su sabor, al menos es lo que yo diría como consumidor de este producto. Sin embargo, los grandes analistas de marketing parece que no opinan igual…

Acabo de leer un estupendo artículo de Bob Hoffman titulado “The Road to Reality” (El Camino a la Realidad) que desmonta -de forma incisiva y provocativa, como es habitual en él- las bases en las que descansan gran parte de las estrategias de marketing y comunicación actuales de las empresas.

La construcción de marca es sin duda alguna un objetivo clave y prioritario para cualquier pyme que quiera consolidar una posición en el mercado fuerte y permanente en el tiempo. Sin embargo, parece que esta construcción de marca se está tejiendo, en muchos casos, con los hilos menos adecuados, unos hilos que no responden muchas veces a la realidad del cliente (de ahí el título del artículo).

 

¿Conoces el comportamiento de tus clientes?

Muchas marcas reconocidas están totalmente convencidas de que han conseguido conectar con sus clientes. Han sobrepasado ya el umbral del “me compran por mi producto” para pasar a “me compran por lo que soy”. Y así, términos como engagement (conexión emocional) o brand lovers (amantes de la marca) están en la mente de los directivos de marketing a la hora de elaborar sus mensajes y estrategias en marketing y comunicación.

Estos mismos directivos presumen de conocer el customer journey (viaje del cliente) de sus fieles seguidores, creen de verdad que ellos comparten los mismos valores y sentimientos de la marca y no ponen en duda su pasión por ella. A partir de ahí, persisten en una especie de universo paralelo donde la competencia casi no es relevante, dado que hay un compromiso con nuestra marca que es casi indestructible.

Marcas como Nike, Apple, Coca-Cola, BMW, Netflix, Starbucks o Disney son algunos ejemplos de marcas totalmente consolidadas en el mercado, con millones de clientes y con un alto porcentaje de fidelidad. ¿En dónde reside su éxito?

La teoría dice que el valor de marca es el conjunto de atributos que valoran los clientes de una marca en relación con los competidores a lo largo del tiempo. Estos atributos pueden ser tangibles (como por ejemplo el sabor) o intangibles (como puede ser la seguridad). En todo caso, la marca descansa en unos cimientos bastante etéreos y, aunque es calculable según algunos métodos, su valor siempre contará con una gran indefinición y variabilidad.

Si despojamos a la marca de los valores emocionales, difícilmente medibles y controlables, nos queda la realidad del producto, su aportación de valor al cliente. Y el cliente no se comporta como a nosotros nos gustaría, sino que tiene su propia iniciativa. Y sí, la pirámide del comportamiento del consumidor sigue siendo válida. La utilidad, la conveniencia o la disponibilidad están en la base de esta pirámide y, por más que nos empeñemos en no verlo, los clientes buscarán estos atributos antes que conectar emocionalmente con nuestra marca.

Un ejemplo de fragilidad de marca teóricamente consolidada y con un supuesto gran valor es Netflix. En su momento revolucionó en concepto de contenidos a la carta a través de un catálogo de películas y series de calidad. Con un precio ajustado y una buena campaña de comunicación logró posicionarse como el referente en su categoría. Netflix se convirtió en una brand lover, apoyada por el boca-oreja de sus propios clientes, o al menos eso pensaban sus directivos…

La realidad es tozuda, y siempre aparece, aunque sea tarde. Y Netflix ha sufrido hace poco tiempo su propio “baño de realidad”.  El pasado 19 de abril Netflix anunciaba que había perdido 200.000 suscriptores durante los tres primeros meses de 2022 y que esperaba perder otros 2 millones durante el trimestre de primavera. La desmesurada oferta de contenidos, la calidad a la baja de sus productos originales y unos costes crecientes estarían en la base de su actual declive. Los directivos de Netflix se han dado cuenta que sus suscriptores no les eran fieles por la marca, sino por una oferta de gran calidad a un precio asequible y sin publicidad. Una gran diferenciación frente a la competencia.

Netflix no tenía seguidores, tenía clientes que estaban contentos con su producto, así de simple. Y está por ver si la nueva estrategia de la empresa conseguirá reconducir la situación. Y no solo es Netflix. Empresas muy reconocidas como Nokia, que lo pasó muy mal hasta que pudo reinventarse, Kodak, Blockbuster, Saab o Benetton son ejemplos de que solo con la marca no es suficiente para lograr mantener una posición de privilegio en el mercado.

En la base de todo está la solución. Hay que entender por qué nos compran los clientes, qué nos hace diferentes y, sobre todo, pensar que todo evoluciona, también nuestros fieles clientes.

 

La fidelidad a tu marca no es incondicional…ni eterna.

Los ejemplos anteriores nos tienen que hacer reflexionar. ¿De verdad estamos buscando clientes que amen nuestra marca? ¿Queremos fans? Pensamos que los clientes son como las relaciones humanas, que se basan en casi en exclusiva en aspectos emocionales como la sinceridad, la confianza o la coincidencia de intereses y valores. Y en el mundo empresarial no solo es así.

El principal motivo por el que nos compran a nosotros y no a la competencia es, como ya sabéis por la pirámide del consumidor, que nuestro producto satisface mejor a sus necesidades concretas. Esta es la verdadera razón, Un conjunto de atributos como adaptación, precio o disponibilidad que en conjunto hacen de nuestra oferta una propuesta superior y más atractiva que otras.

A lo largo del tiempo, si hemos sido capaces de crear un cliente recurrente, aparecen otros aspectos importantes, como la seguridad que nos ofrece, la confianza en ellos o su capacidad para ofrecernos nuevos productos. Pero sin lo primero no existirá esta valoración adicional.

En ningún momento tenemos que pensar que tenemos a los clientes fidelizados, que siempre estarán con nosotros. Esa falsa percepción puede conducir al desastre. De hecho, en el propio artículo de Bob Hoffman se cita un estudio de Havas Group, de donde se concluye que a los consumidores no les importaría si el 75% de las marcas que usan desaparecieran. Encontrarían alternativas igualmente satisfactorias. Da igual que seas un fan de Nike o de Apple. Seguro que, si es necesario, te comprarías sin dudar y con mucho gusto unas Adidas o un Samsung. ¡Y tan feliz!

Tener presente esta idea en tu organización es la mejor herramienta para estar siempre alerta y buscar siempre la satisfacción real de tus clientes. Te obligará a estar muy cerca de ellos, entender su comportamiento, que ya hemos dicho que es cambiante, y estar dispuesto a innovar para que siempre respondas a sus expectativas.

Una marca que lo hace muy bien y de la que ya he hablado en muchas ocasiones, es Gillette. Nadie duda que es una marca reconocida y con unos sólido valores cimentados a lo largo de su historia. Te preguntarás porqué les compran sus productos. Y no es por su vinculación emocional, que también influye, pero no es lo relevante. Lo realmente diferencial y lo que le permite mantener esa gran fidelidad a la marca es su constante inversión en I+D+i para ofrecer los productos más avanzados para el afeitado masculino. Ese es su valor. Lo que le permite que su competencia siempre esté por detrás. Y sus consumidores lo saben.

 

¡Te toca a ti!

Esté tu pyme en un sector o en otro, sea grande, pequeña o mediana y te dirijas a consumidor final o al profesional, es indispensable que centres tu estrategia de marketing y comunicación en los aspectos que valoran los clientes. Te doy algunas pistas:

 

  • Analiza objetivamente por qué te compran a ti y no a tus competidores (hay herramientas y metodologías).

 

  • Observa y detecta los cambios en ese comportamiento a lo largo del tiempo.

 

 

  • Estate atento a los cambios en el entorno (sociales, tecnológicos, económicos…). Estos cambios influyen en el comportamiento del cliente. (Ejemplo la crisis del COVID-19).

 

  • Apuesta por la innovación en tus productos y servicios. Adaptación a un comportamiento del cliente que evoluciona y que espera de ti siempre un mejor producto que la competencia (recuerda Gillette).

 

 

Estas simples claves tienen que servir para orientar tu estrategia de marketing. Como comenta con acierto Bob en el mencionado artículo:

Formular nuestras actividades de marketing y publicidad desde una perspectiva del mundo real puede conducir a ideas sorprendentes y estrategias revolucionarias. O puede convencernos de que nuestros esfuerzos actuales van por buen camino. O, lo más probable, conducirá a un poco de cada uno.

En cualquier caso, será una verificación invaluable de las suposiciones dudosas que actualmente sustentan nuestros esfuerzos de marketing.

 

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Lo que esperan los consumidores…

Las cinco fuerzas Competitivas de Michael Porter

Las 5 fuerzas competitivas de Porter en acción.

El análisis estratégico es una poderosa forma de entender cómo una organización actúa en el mercado y cómo se enfrenta a los retos y dificultades de este. A pesar de su utilidad demostrada, son muy pocas las empresas que lo ponen en práctica -la mayoría grandes- y muy pocas pymes.

Como no me cansaré de repetir, la estrategia es la parte fundamental de cualquier proyecto empresarial, ya sea nuevo o no, y que pone las bases de todos los planes de actuación a corto y medio plazo, como el marketing y la comunicación. Si no hay estrategia previa, estarás dando palos de ciego en un entorno en el que esto se paga muy caro.

Existen muchas herramientas de análisis estratégico, cada una de las cuales tiene una función y objetivo concreto. El conocido DAFO, por ejemplo, que seguro que te suena o lo has utilizado, pone el acento en los puntos fuertes y débiles de la empresa, por un lado, y de las oportunidades y amenazas del mercado por el otro. Se trata de aprovechar lo positivo y minimizar lo negativo, en un ejercicio objetivo y realista.

Pero hay otras herramientas menos conocidas y que también tienen su utilidad. Es el caso del análisis de las cinco fuerzas competitivas de Porter. Te cuento qué es, cómo se utiliza y qué puede aportar en la estrategia de tu pyme.

 

La búsqueda del valor diferencial en las empresas.

“Una empresa posee una ventaja competitiva cuando tiene alguna característica diferencial respecto de sus competidores, que le confiere la capacidad para alcanzar rendimientos superiores a los de éstos en el tiempo.” (Michael Porter, 1982).

Michael Porter es un economista norteamericano que se ha especializado en el estudio de las causas que hacen que las empresas sean competitivas a lo largo del tiempo. Ha escrito dieciocho libros y multitud de artículos sobre estrategia competitiva y ha dejado, entre otras, sus famosas 5 Fuerzas como herramienta fundamental para el análisis estratégico de las organizaciones.

Esta herramienta está hoy más vigente que nunca. La volatilidad de los escenarios competitivos en los que operan las empresas obliga a que estas se replanteen sus estrategias casi de forma continua. La reciente crisis del COVID-19, la guerra en Ucrania o simplemente los cambios en el comportamiento de los consumidores, están convirtiendo a los estrategas en parte fundamental de las organizaciones. Ahí es donde adquieren importancia análisis como el que nos ofrece Porter.

 

¿En qué consiste el análisis de las 5 Fuerzas de Porter?

En esencia, es un instrumento que analiza los cinco factores que afectan al grado de competitividad en un sector. Este grado de competitividad determina si el sector es atractivo para una organización o no, es decir, si conseguirá una rentabilidad adecuada a lo largo del tiempo. Las 5 Fuerzas, junto a otras herramientas, condicionarán el modo de competir en el sector, o de abandonarlo si este no resulta atractivo.

 

¿Cuáles son las 5 Fuerzas competitivas de Porter?

 

 

Proveedores.

Su importancia está en el grado de poder que tengan sobre nuestra empresa a la hora de condicionar los precios, la cantidad a suministrar o los plazos de entrega.

Habitualmente, si existen pocos proveedores en un sector o actividad concreta, o estos son muy parecidos, estos tendrán un gran poder de actuación sobre nuestros suministros. Pero sin son muchos, variados y sin ninguna relación entre ellos, su poder será menor.

Un ejemplo de gran poder de los proveedores está por ejemplo en el sector del cemento. Existen pocas empresas que se dediquen a fabricar cemento. Las pymes que necesariamente utilicen esta materia prima estarán obligadas a aceptar los términos de compra que le dicten los pocos proveedores que existen.

Sin embargo, si tu pyme consume envases de vidrio para alimentación, contarás con una gran oferta de proveedores para elegir, lo que desde el punto de vista estratégico es mucho mejor.

 

Clientes.

Este elemento mide el grado de poder que tiene sobre tu empresa los compradores. Si son pocos o están organizados, tendrán gran influencia. Y al contrario.

¿Qué te interesa a ti? Lógicamente, tener una amplia variedad de clientes que además no estén organizados. Por ejemplo, cualquier producto de gran consumo (alimentación, perfumería, electrónica…).

En los mercados B2B es donde se produce una mayor concentración de clientes. Por ejemplo, los fabricantes de automóviles no son muchos. Si tu empresa es proveedora de este tipo de empresas tendrá que negociar muy duro para poder conseguir clientes, ya que estos pueden exigir las mejores condiciones de compra.

 

Nuevos entrantes en el sector.

Este factor es una posible amenaza para tu empresa si existe cierta facilidad para entrar en tu sector. Si no exige una gran inversión o no se necesita un conocimiento complejo del negocio, los riesgos para entrar a competir son bajos y tendrás la puerta abierta a nuevos competidores.

No es lo mismo abrir una frutería en la ciudad que fabricar teléfonos móviles. Dependiendo de las características de tu negocio, estarás más o menos expuesto a tener más competencia.

 

Productos sustitutivos.

A veces no es tanto el riesgo de que aparezcan nuevos competidores como que surjan productos que cumplan la misma función que el tuyo, pero a un precio más atractivo o de forma más eficaz.

Ejemplos de esto lo tenemos en casi cualquier sector. Los bocadillos compiten con las pizzas, el turismo rural con el de playa y las peluquerías con las máquinas para cortarse el pelo.

La clave para identificarlos está en ampliar el concepto de producto o servicio y definir la necesidad que está satisfaciendo. El cliente-consumidor muchas veces no elige entre productos similares, sino entre opciones que le aportan el mismo valor.

 

Competidores.

El grado de rivalidad entre tú y tu competencia será el resultado de los cuatro factores anteriores. Si el sector es atractivo porque es fácil entrar en él, hay muchos posibles clientes, se puede elegir el proveedor y además no existen productos alternativos, tarde o temprano llegarán más y más competidores. Y la rivalidad será alta.

La entrada de nuevos competidores buscando una rentabilidad de forma sencilla es lo que ha pasado por ejemplo en el sector de las clínicas estéticas, los famosos compro oro, la elaboración de vino (sí, también aquí cada vez hay más productores de vino) o, como no, la consultoría de marketing y comunicación, sobre todo el marketing digital. La consecuencia, guerra de precios y una gran variabilidad en la calidad de los productos y servicios ofrecidos.

Sin embargo, si todos los factores anteriores, o algunos de ellos, son diferentes, las personas se lo pensarán mucho antes de entrar en una guerra entre ellos que no beneficia al conjunto del sector. Hay tarta para todos. Aunque se compita, se hace dentro de lo que es habitual en un mercado de libre competencia. Y es más habitual competir por calidad o servicios que por precio. Es lo que pasa en el sector bancario, por ejemplo.

Lo que es evidente es que siempre existirá competencia, por suerte para todos. Se trata de que esta competencia sea sana y que permita equilibrar una oferta de calidad a los clientes y a la vez incentive a las empresas a innovar y mejorar sus propuestas para ganárselos.

 

Las 5 Fuerzas competitivas de Porter: un ejemplo real.

He tenido la oportunidad de aplicar este análisis en muchos proyectos reales que ahora están en marcha. Uno de ellos era para lanzar una nueva bebida para el segmento “saludable”, es decir, una bebida que aportaba características nutricionales o efectos positivos para el consumidor. De forma muy resumida, las 5 Fuerzas aplicadas a este caso concreto determinaron:

 

Proveedores.

Existen muchos y variados proveedores de materia prima para elaborar la bebida. No gozan de ningún poder de negociación. Riesgo bajo tanto a corto como a medio y largo plazo.

 

Clientes.

Se distinguió entre cliente final (consumidor) del intermedio (distribuidor).

El cliente final es amplio y por eso en el corto plazo no hay riesgos. A medida que vayan entrando más competidores y productos sustitutivos, en el medio/largo plazo, su capacidad de elección será mayor.

El canal de alimentación goza de mucho poder de negociación. Tienen un espacio de venta limitado y una gran posibilidad de elección entre productos parecidos. A corto, medio y largo plazo son un riesgo para la empresa.

 

Nuevos competidores.

A pesar de ser un producto novedoso, ya existen en el mercado varias empresas que ofrecen lo mismo. Por ser el sector de la alimentación saludable, es esperable que entren cada vez nuevos competidores, ya que el mercado en su conjunto va a seguir creciendo.

A corto plazo el riesgo de entrada es medio, pero a más largo plazo será muy alto.

 

Productos sustitutivos.

Al estar esta bebida en el sector de las saludables o funcionales, compite directamente con otras que, no siendo exactamente la misma, de cara al consumidor sí lo son. El cliente final muchas veces no distingue entre categorías de producto y, al estar todas en el mismo lineal del punto de venta, todas ellas son similares.

La conclusión es que la amenaza de estos productos sustitutivos es alta actualmente y lo seguirá siendo en el futuro.

 

Rivalidad de los competidores.

A corto y medio plazo, la rivalidad no es muy alta, debido a que hay todavía un número de empresas competidoras reducido y el mercado potencial es grande. A medio y largo plazo, esta rivalidad será cada vez más alta.

Se espera la entrada de más competidores, una mayor lucha por estar en los principales canales de distribución, una escasa diferenciación de producto y una posible guerra de precios. Aunque todo ello será compensado en parte por el esperado crecimiento del mercado, la tendencia es a una mayor competitividad.

 

Conclusiones.

Durante la fase de lanzamiento y durante la etapa de implantación el sector presenta un atractivo suficiente dado que hay solo dos factores que pueden preocupar. Por un lado, el poder de los clientes intermedios, que tienen una amplia oferta de productos a su disposición, y, por otro lado, los productos sustitutivos, que seguirán siendo una alternativa para el consumidor. Estos factores seguirán la misma línea en el medio y largo plazo.

Pensando en el medio y largo plazo, el sector seguirá siendo atractivo a pesar de que habrá una mayor oferta disponible (más marcas y más capacidad de elección del consumidor). Como el mercado se espera que crezca de forma importante, habrá buenas perspectivas para las marcas que logren posicionarse bien.

Y, para poder mantener una rentabilidad en el mercado, no solo a corto sino también a medio y largo plazo, se establecen varias líneas estratégicas de actuación, como la omnicanalidad (muchos puntos de venta y distribución), las promociones de venta al canal y una estrategia de diferenciación a través de una marca reconocida, basada en la calidad, con mucha inversión en comunicación.

 

Defenderse de las amenazas.

Como has visto, las 5 Fuerzas competitivas de Porter suponen un grado de mayor o menor atractivo de un sector, pero también abren la puerta a nuevas formas de competir para poder hacer frente a las posibles amenazas de un sector.

Evidentemente, poco puede hacer una empresa ante la entrada de nuevos competidores o la escasez de proveedores, pero lo que sí está en su mano es reducir los efectos que tiene sobre su negocio. Aquí te doy algunas pinceladas para que veas que siempre hay alternativas para poder competir mejor en tu sector.

 

  • Contra los productos sustitutivos y los nuevos entrantes tu marca tiene que aportar elementos claramente distinguibles y apreciables por tu cliente objetivo. Y no solo se trata de las propias características del producto, sino también de la forma en que lo elaboras, lo envasas o como lo comunicas. ¡Tienes que lograr ser diferente!

 

  • Contra la escasez de proveedores es más difícil de luchar. Lo que puedes hacer es ampliar tu búsqueda de proveedores fuera de tu país o reformular el producto para no depender tanto de los pocos proveedores que tengas.

 

  • Si el problema es que tienes pocos clientes para tu producto tienes dos opciones. Una sería la de ampliar tu concepto de producto, dándole nuevos usos o nuevas funcionalidades (lo que en términos estratégicos sería la creación de mercado), Y otra, complementaria con la anterior, es la de captar más negocio con ese tamaño reducido de clientes, bien robándoselo a la competencia o bien ampliando el ticket medio de compra. En ambos casos tendrás que actuar sobre la promoción y sobre la comunicación.

 

  • En cuanto al grado de rivalidad de los competidores actuales, será el resultado, como te comenté, del grado de amenazas de los factores anteriores. Si la competencia es dura, actúa siempre fuera de los términos en los que se está desarrollando la “guerra”, que suele ser por precios, y que nunca ganarás. Establece tus propias normas de competir en relación con lo que eres como empresa y a tus objetivos y compite con ellos. Ya sé que no es fácil, pero es la única manera de lograr una diferenciación fuerte y duradera, que es la base de la competitividad según Porter.

 

Las 5 Fuerzas competitivas de Porter en tu empresa.

Como has visto, este análisis es muy útil para poner negro sobre blanco en cuanto al tipo de sector en el que compites. Aunque lleves años en el mismo, es posible que tus creencias acerca de cómo es tu sector y cómo se comporta estén condicionando tus estrategias. Y nada es peor que hacer caso a tus ideas preconcebidas por muchos años que lleves en el mercado.

En una sociedad tan cambiante, donde existen muchos factores que están modificando y cambiando constantemente las reglas competitivas, se hace más necesario que nunca parar y analizar en qué tipo de aguas estás navegando. Más necesario aún si estás lanzando nuevos productos o servicios.

Normalmente, cuando se trata de iniciar una estrategia de marketing y comunicación, además de otras herramientas, yo utilizo el modelo de las 5 Fuerzas casi siempre. Me ha demostrado que da como resultado una imagen real y fiel tanto del tipo de sector en el que compite la empresa, la forma en que se hace y los elementos críticos que operan en él.

A partir de las conclusiones, es más fácil para la empresa diseñar una estrategia que minimice los riesgos y aproveche las oportunidades para ganar más presencia en su sector. De alguna manera, la herramienta nos dice mucho acerca del camino más adecuado para seguir en el futuro. Y hay que repetir este análisis de forma periódica o, al menos, revisarlo cuando algunos de los factores (competidores, proveedores, clientes…) haya variado de forma notable.

Las 5 Fuerzas de Porter no nos va a dar la receta mágica para competir mejor, pero lo que sin duda hace es decirnos cómo vamos a competir peor si no tenemos en cuenta las características de nuestro sector.

Si no la conocías, ponla a prueba en tu propia pyme. Seguro que te da a conocer aspectos de tu sector que no sabías. Y te orientará con mejor criterio tu estrategia de marketing y comunicación.

 

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