Resumen 2022 y lo que vendrá en 2023

Mi resumen del año…y lo que creo que vendrá en 2023.

No suelo escribir posts acerca de cómo veo la situación económica y empresarial en la que todos nos movemos, a pesar de que mi formación en esta rama sea precisamente esa, la económica-empresarial.

Y no lo hago porque pienso que cada persona tiene su propia visión de la realidad, construida con los mimbres del entorno en el que se encuentra, sus circunstancias personales e incluso con la propia ideología y creencias que tenga. Por eso, habrá tantas valoraciones como personas que las hacen. Y todas esas apreciaciones son igual de respetables.

La mía, en consecuencia, es una más.

Pero este año sí voy a hacerlo, teniendo presente lo que he mencionado antes, que solo es un ejercicio personal y subjetivo de análisis de situación y expectativas.

 

2022: ¿Hemos perdido de nuevo doce meses?

La pregunta no es baladí. De hecho, es la pregunta que muchos analistas y estrategas se hacen en estos momentos, cuando el año da sus últimos coletazos. Y la respuesta de un buen número de ellos coincide con la mía. Sí, de nuevo, hemos perdido otro año.

No se puede generalizar a todos los sectores y empresas, desde luego, pero centrándonos en las pymes, en este año de oportunidades y de desafíos, lo cierto es que, en muchos de los casos, no se ha sabido responder de forma adecuada.

Los miedos, la incertidumbre, la parálisis a la hora de tomar decisiones, la estrategia de “ya escampará” o la esperanza de que el Estado acuda al rescate, han sido solo algunos de los argumentos que han llevado a una buena parte de las pymes a perder nuevamente un año que estaba destinado al avance, a los cambios estructurales y al diseño de estrategias empresariales atrevidas.

De nada vale, como dice mi admirado Andrés Pascual en “La incertidumbre positiva”, entender que el caos y la inseguridad es un estado positivo para la prosperidad, que nos procura oportunidades inesperadas para el éxito de nuestros proyectos personales y empresariales. Tenemos la capacidad para crear nuestro futuro y no nos damos cuenta.

 

Entornos turbulentos, como casi siempre.

Es cierto que este año que acaba se ha caracterizado por una serie de factores que no han ayudado a las pymes a tener un marco de referencia estable y predecible. La temprana invasión de Ucrania en febrero ha trastocado muchas de las previsiones económicas que habían hecho los analistas, más aun saliendo de una crisis sanitaria.

El efecto “bola de nieve” que ha provocado está sacudiendo, todavía hoy, a factores que no están directamente relacionados con el conflicto. De hecho, muchas cosas que están pasando ya estaban produciéndose muchos meses antes de la guerra.

Baste decir, por ejemplo, que la inflación en España (que hoy está en el entorno del 7,5%) era ya del 5,37% en octubre de 2021. O que el índice de confianza empresarial lleve descendiendo desde el segundo semestre de 2021. De hecho, con sus dientes de sierra, llevamos en entornos inestables desde la tan lejana crisis de 2008, que se llevó a muchas pymes y autónomos por delante y de la que otras muchas nunca se recuperaron del todo.

En estos años, hasta la llegada de la COVID-19, muchas empresas no aprovecharon para invertir en el futuro, especialmente en convertir sus rígidas estructuras para adaptarlas a entornos cambiantes. Y así, con parches y pequeños ajustes, llegamos a la famosa crisis sanitaria, que, no sin sorpresas, atrapó a la gran mayoría de pymes sin ninguna protección. Los deberes que no se hicieron antes pasaron una factura tremenda.

Se estima que España tiene hoy casi 80000 empresas menos que antes de la pandemia y, lo que es mucho más preocupante,  más de 300000 pymes cerrarán este 2022, según datos del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos, debido fundamentalmente a la crisis de precios, los suministros y el endurecimiento de la coyuntura.

El entorno actual, si bien es inestable, no lo es más que en otras crisis anteriores. Y, bajo mi punto de vista, no es excusa para que las pymes bajen los brazos o dejen sus futuro en manos de un Estado cada vez menos eficiente.

Crisis de precios, guerras, materias primas o falta de liquidez solo nos están indicando que tenemos que volver a analizar la posición de nuestra empresa en este marco de referencia. Un buen análisis de la situación externa y externa, objetiva y veraz, es el primer paso para afrontar los cambios que seguro habrá que hacer si queremos mirar al futuro con confianza.

Siempre hago mucho hincapié, en mis reuniones iniciales con las pymes, en la importancia de tener una buena comprensión de la situación. Herramientas como la matriz DAFO, el análisis de las 5 fuerzas competitivas de Porter o el Lienzo Estratégico están precisamente para ayudar a las pymes a entender su posición en el mercado, atendiendo a los factores que están afectándolo.

Estos análisis, probados con éxito en miles de empresas, no solo nos dan la “foto” de la empresa, sino que ofrecen vías para que estas puedan abordar los cambios que necesitan para adaptarse con éxito al nuevo entorno. Es un proceso dinámico, más en estos tiempos donde todo cambia en pocos meses, y hay que estar siempre retocando el análisis inicial.

 

¿Qué han hecho las pymes en 2022?

Por lo que he podido ver este año, son pocas las empresas que han hecho los deberes (tampoco es que lo hayan hecho en años anteriores). Como siempre, han sido las de mayor tamaño las que han invertido en su futuro. Que son además las que están creciendo.

 

La mayor parte de las pymes se han centrado en una reducción de costes…

 

  • Menos trabajadores o menos horas.
  • Mínima inversión en nuevos activos.
  • Reducción del gasto en formación y actualización de empleados y cuadros.
  • Reducción de colaboraciones externas, la más preocupante en el área de marketing y comunicación.
  • Ajustes en el área de ventas.
  • Disminución de la calidad del producto final, la atención al cliente o el packaging.

 

Y no se han centrado en procesos estratégicos clave para dejar de pensar solo en el día a día y mirar a más largo plazo…

 

  • No se han realizado los análisis de situación.
  • Tampoco se ha revisado la cadena de valor de la empresa, y los procesos que conlleva.
  • Y la transformación digital sigue siendo un asunto pendiente (más allá de tener una página web o una tienda online).
  • No se apuesta por el valor del talento, elemento diferencial para competir, más aún en épocas de incertidumbre.
  • La exportación como vía de crecimiento o las alianzas estratégicas son oportunidades poco explotadas.
  • No se confía en una estrategia de marketing y comunicación para convertir visibilidad en leads.
  • Se fía todo a lo digital…olvidando el elemento cercano y humano con la que toda relación debe de contar.

 

En definitiva, el “siempre lo hemos hecho así”, el “toca reducir costes y esperar” o el “ya llegarán mejores tiempos”, todo ello con el paraguas del miedo a la incertidumbre, han paralizado muchos proyectos que ahora, y el año próximo, podrían haber sido una oportunidad para reorientar la empresa.

¿Se quedarán cortas las estimaciones del Consejo de Gestores Administrativos? ¿Cuántos miles de pymes están ya en proceso de desaparición sin que sean ellas mismas conscientes de ello?

Aunque todo indica que es así, sinceramente, espero que el panorama no sea tan negro como parece .

 

2023… ¿Por fin la hora de las pymes? ¿Esta vez sí?

Las previsiones de la mayoría de los analistas internacionales apuntan a una fuerte desaceleración a comienzos del próximo año.

La OCDE señala para España un crecimiento del PIB de solo un 1,3%, con la media de la zona euro en 0,5% y con Alemania, supuesto motor de Europa, sufriendo una contracción del -0,3%.

En cuanto a la inflación, todavía estará en España cercana al 5%, y en Europa en el 6,8%.

El encarecimiento de la energía reducirá hasta en un 1,4 puntos el crecimiento de los países de la OCDE en Europa.

Y, aunque todos estos factores dibujan un escenario bastante negativo para las empresas, también los analistas predicen que esta situación será corta, o al menos no tan profunda y larga como la de 2008. Esto es así porque las causas también son diferentes.

Con este panorama, las pymes están de nuevo llamadas a actuar. No sé si ya es tarde para algunas, pero la inacción es seguro que conllevará más efectos negativos que positivos.

Con el pensamiento estratégico, algo que debería estar presente en la mente de cualquier directivo de una empresa, lo que se consigue es mirar más allá de las circunstancias presentes en las que está la organización. Requiere alejarse un poco de la cotidianeidad, del momento actual (sin dejarlo de lado) y ponerse las gafas para mirar el panorama con más amplitud.

Ese pensamiento estratégico se convierte en visión estratégica cuando podemos visualizar la posición de nuestra empresa en el mercado en los próximos dos o tres años. Y ya te adelanto que no es fácil. De hecho, una gran mayoría de las pymes cuentan con profesionales o consultores externos para este tipo de proceso.

La visión estratégica, para aterrizarla a un plan estratégico real y concreto deberá tener en cuenta las tres áreas clave que determinan el funcionamiento de la organización: las personas, los procesos y la tecnología. Seguro que ya te suena de otros posts míos.

 

Personas como centro de la estrategia, el “corazón” de la organización. Las que marcan la diferencia, facilitan el cambio de reglas y de paradigmas y las que están llamadas a asumir retos que nunca antes se habían planteado.

Invertir en personas capacitadas, ilusionadas y formadas son un seguro ante épocas turbulentas. Solo si apostamos por el capital humano seremos capaces de superar los tiempos que vienen.

 

Los procesos empresariales son todas las operaciones que se realizan en el seno de la organización. Y estos procesos no son inmutables, al revés, deben de revisarse y modificarse de forma continua para dar respuesta a los escenarios cambiantes.

La cadena de valor extendida es una forma visual de plasmar como la empresa aporta valor al mercado, a los clientes. Un análisis crítico de los procesos en la pyme facilita la mejora de estos. Y, como señalé, las personas son las que están llamadas a realizarlo.

 

Y la tecnología como herramienta que simplifica los procesos y nos abre nuevas capacidades para el crecimiento. Aquí entrarían las plataformas de gestión empresarial (ERP/CRM), el software para la gestión de los datos (Business Intelligence) o las aplicaciones en la nube. Pero también las herramientas de marketing online, la inteligencia artificial, sistemas avanzados de comunicación y colaboración, gestión documental, industria 4.0 y otros muchos.

La tecnología está presente en todas las facetas de nuestras vidas. ¿Por qué todavía le dejamos la puerta de nuestra pyme semiabierta? No hay que tener miedo, la tecnología es una ayuda, una herramienta. Y si queremos mirar al futuro con confianza, hay que abrirle las puertas de par en par.

Como señalaba certeramente Andrés Sáenz, responsable de marketing y contenidos en TIPSA S.L. y  profesor asociado de la Universidad de Navarra, en una entrevista que tuve ocasión de realizarle para este Blog, “no hay duda de que la digitalización de las organizaciones, bien entendida, abre excelentes oportunidades. La tecnología es un medio al servicio de la estrategia de las organizaciones.”

 

Hay que entender que el mundo no es como pensamos que siempre ha sido. Estos últimos años nos han dejado muy claro que la incertidumbre y el cambio van a ser lo habitual. Y en 2023 lo vamos a ver de nuevo.

Creo que muchas empresas, que han estado paralizadas todo este tiempo, incluso que no han abordado proyectos que contaban con apoyo económico público (subvenciones, kit digital…) van a dar por fin un paso adelante el próximo año. No solo lo espero, sino que estoy totalmente seguro de ello.

Suele decirse que “para hacer una tortilla hay que romper varios huevos”. Este año que viene muchas pymes “romperán huevos” por primera vez, dedicarán tiempo a construir una estrategia de futuro, harán los inevitables cambios que haya que hacer, algunos muy profundos, e invertirán tiempo y recursos en diseñar su hoja de ruta para los próximos años.

Porque si de algo estoy convencido, después de muchos años como estratega de marketing, es que siempre existe un camino válido para cada pyme, un camino en el que se encuentran oportunidades que parecían invisibles, pero que siempre habían estado allí. Únicamente, que nunca habíamos tomado la decisión de actuar.

Que la visión estratégica sea tu guía el próximo año. Y que las personas, los procesos y la tecnología se conviertan en tus armas para afrontarlo.

 

¡Mis mejores deseos para 2023!

 

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Portada Entrevista Nohelis Ruiz Lifehacker

Entrevista Nohelis Ruiz – Lifehacker

Estratega,  y conferenciante experta en Networking y Posicionamiento de Mujeres y Diversidad. Autora de los libros “Triunfa haciendo Networking” (2016), “Networking Para Dummies” (2018) de Planeta Libros, y del “El libro de los 101 Títulos” (2020). “Iniciar el Nuevo Mundo” (2020).

Ha creado “El Mapa del Camino Evolutivo” (2020). Profesora en EUDE, E.T.C. Universidad, Desarrollo de Talento UNIR, Networking y Posicionamiento Personal en IE, EAE Business School y otras escuelas de negocios.

Colabora en FORBES Centroamérica, VOGUE Business España, Innovaspain y Computerworld University – IGD, Mindalia.com y estuvo 3 años entrevistando a emprendedores en el programa Hoy por Hoy de Cadena SER Madrid Norte.

Su ponencia más rompedora y disruptiva: Intuición & Singularidad sobre lo que significa EL SER HUMANO PARA EL FUTURO.

 

La primera impresión de uno al conocer el perfil de Nohelis Ruiz es la de estar ante una persona multifacética.

Con formación en marketing y negocios digitales, RRSS o Economía, y una trayectoria en la que destaca su orientación a la mejora de las habilidades personales como vía para el crecimiento y la ampliación de las relaciones con los otros, también es escritora, conferenciante, formadora e incluso fundadora de una Universidad.

 

¿Con qué definición de ti misma te sientes más a gusto Nohelis?

En mis perfiles de redes sociales y otros muy profesionales, siempre verás que soy Lifehacker, y la verdad es con el título que mejor me identifico.

Por una parte, porque comencé desde muy joven a hackear la vida y, por otra parte, porque una de las cosas más importantes que tenemos en la vida son las relaciones y esa forma óptima de relacionarnos y gestionar todo lo que eso involucra.

Dentro de este contexto puedo decir cosas con las que me identifica más a nivel personal, por ejemplo, que soy muy curiosa, me gusta hacer cosas diferentes a los demás, las normas y los uniformes me parecen estupendas y aceptarlas son mi excusa perfecta para romperlas, y, por último, pues que voy por la vida con cierto desparpajo.

 

Has escrito un libro “Networking para Dummies”. ¿Por qué lo escribiste y a quién va dirigido?

Me encanta cuando puedo contar como surge escribir este libro, porque antes de este publiqué como autora independiente mi primer libro sobre networking para diferenciarme del resto de profesionales que se dedican a la Marca Personal. Pero además porque yo en mi vida laboral y personal, el networking siempre ha estado presente y me ha traído hasta aquí. De hecho, fue gracias a ese primer libro que me di a conocer y desde El Grupo Planeta me hicieron una propuesta para escribir Networking para Dummies, lo cual agradezco enormemente, porque aprendí más y aprendí lo que significa trabajar de la mano de una editorial con un título tan particular.

Mi interés en escribir sobre networking nace luego de haber pasado tres años como emprendedora y tuve que tomar la decisión de cerrar la empresa y dejar ese proyecto. En menos de una semana, ya estaba escribiendo mi experiencia y dando mi opinión en un blog, además de colaborar con otros emprendedores y blogueros. Fue así que me llamaron de cadena SER para proponerme ser quien entrevistara a emprendedores dentro del programa “Hoy por Hoy”.

 

Saber y seguir confirmando que estar activos generando relaciones de calidad, y saber colaborar con el entorno era realmente lo que detonaba el éxito de todo aquello que me proponía en la vida. Desde un empleo, o subir de cargo dentro de alguna organización, así como proyectos e ideas de negocio.  Por lo cual, el escribir dos libros y cientos de artículos sobre networking, apuntaba a todos los perfiles que nos podamos imaginar, en todos los niveles, sectores y especialidades. Y no por casualidad ese libro comienza con una lista de perfiles a quienes interesa el tema y la información contenida en el libro, es bastante extensa.

 

¿Qué claves crees que hay que tener en cuenta para lograr una marca personal relevante y diferenciada? ¿Todos necesitamos desarrollarla?

Si, estoy convencida de que se trata del posicionamiento personal, es decir, en donde nos encontramos profesionalmente y cual es nuestro grado de influencia con el entorno. El posicionamiento personal, de lo que se trata es de mantenernos en la mente de los demás, para que en el momento que lo necesitemos, podamos enviar un correo o hacer una llamada y pedir un favor. Esto se logra gracias a pequeñas y grandes acciones, en el corto, medio y largo plazo.

Personalmente considero que todos tenemos marca personal, que no hay una buena o mala, sino que algunos de nosotros la gestionamos en favor de nuestros intereses personales y profesionales. No obstante, prefiero hablar y me enfoco en el “Posicionamiento Personal o Profesional”.

 

«El posicionamiento de lo que trata es de mantenernos en la mente de los demás, estar activos, con presencia, aportando valor al sector o especialidad, relacionándonos cada día».

 

Hay algunas etapas a medida que vamos creciendo como seres humanos y profesionales, yo los llamo “Los Reinos de Posicionamiento”. Cuando trabajamos nuestro posicionamiento de forma sostenida, nos garantiza mayor prestigio e influencia, mayor visibilidad y mayores ingresos. Es necesario tener claro que no se debe enfocar a un resultado sino al proceso y que realmente esto se trata del proceso, mientras vamos aportando valor de forma autentica y singular.

 

Desde el punto de vista de un empresario o profesional, ¿cómo hacemos el proceso de networking para lograr más clientes? ¿Hay que realizarlo por fases?

Lo primero es saber que hay que realizar por fases, pero no detenerse en una de ellas, sino estar constantemente aplicándolo, con cada contacto, en sus diferentes niveles de relación. Lo primero es saber cómo está tu red actual y comenzar por nutrirla, recuperar esos contactos dormidos y continuar con una gestión óptima de esos contactos. A partir de allí, relacionarnos con el resto del mundo, sabiendo que esto es un proceso, que no solo estipula tiempo para generar el elemento “Confianza” y a partir de allí arroje alguna transacción.

 

Es necesario tener en cuenta que este proceso consta de cuatro fases, esenciales que exigen llevarse a cabo en el corto, medio y largo plazo. Estas cuatro etapas son lo que los anglosajones llaman: Know, Like, Trust y Buy. Es decir, desde el primer momento al conectar con una persona, desde el día uno del encuentro,  será necesario comenzar con esa gestión de contactos el corto plazo inmediato (Know), gracias a lo cual podremos saber si somos compatibles y nos agrada esa persona según lo que hace, lo que ofrece, su simpatía o accesibilidad (Like), para que en el tiempo emerja la confianza, ya que nadie hace negocios con el enemigo (Trust). Es decir, una vez que se genere la confianza, esa red nos sorprenda con posibles negocios, la transacción (buy).

 

Utilizas la neurociencia a la hora de analizar el comportamiento humano y poder dirigirlo hacia donde deseamos. ¿Qué aporta esta disciplina a la creación de la marca personal y al desarrollo del networking?

Las neurociencias involucran muchas disciplinas, que abordan los aspectos bioquímicos, nerviosos y psicológicos, entre otros; y todos ellos estudian diferentes perspectivas sobre el efecto de las relaciones del ser humano con el entorno y consigo mismo.  Es por ello que nos aporta información valiosas, sobre cómo somos los seres humanos, y desde allí, no solo relacionarnos mejor, sino optimizar nuestras propuestas, desde lo individual en beneficio del entorno.

Una vez que, como individuos, nos conocemos, sabemos cuáles son nuestras destrezas, fortalezas, defectos y virtudes; podemos auto gestionarnos, y como lideres autogestionados podemos tener un mejor y mayor impacto en el mundo. Aportaremos más valor, de mejor calidad y lograremos ser referentes en nuestro sector o especialidad.

 

Desde el punto de vista más práctico, cualquier pyme tiene como objetivo final el crecimiento y la rentabilidad. Por tu experiencia, ¿qué aspectos o herramientas les serían útiles para estos fines?

1.- Nuevamente, el networking y la creación de relaciones valiosas en su entorno y en todos los planos para que esa red y antiguos clientes les recomienden

 

2.- Contar con valores reales, es decir “coherentes” con su marca, el producto y servicio que se ofrece y el discurso que se transmite al mundo. La coherencia se asocia más a la consciencia y no tiene nada que ver con la ética y la moral. La consciencia o coherencia, van un paso más allá de lo políticamente o socialmente correcto, más allá de las buenas prácticas, ese más allá que el mundo y el mercado buscan y no saben exactamente lo que buscan

 

3.- Convertir en una experiencia fascinante la relación con el cliente, desde la captación, antes de que se convierta en cliente, pasando por la venta, y continuar esa relación a lo largo del tiempo, Que sea realmente una experiencia agradable, real, sincera, honesta, divertida, amable, cordial, pero sobre todo que lo sorprenda. Sorprender, de lo que se trata de sobrepasar sus expectativas.

 

4.- Hacerse esta pregunta constantemente ¿Cómo mantenerme relevante? En todos los ámbitos de la vida, en todos los planos. Cuando nos hacemos esta pregunta insistentemente, las respuestas adecuadas nos llegan por diferentes vías, y sabremos exactamente que hacer para seguir creciendo, avanzado, y evitando ser desplazados o sustituidos.

 

En tus intervenciones te refieres a términos como “aliados” o “prescriptores”. ¿Quiénes son y cómo podemos tenerlos de nuestro lado?

Porque no hay nada mejor y más efectivo para lograr una transacción, acceder a un cargo o puesto de trabajo, o ser promovido, que alguien te recomiende. Sumado al hecho de que la mayoría de las empresas o personas cuando no recurren a la venta en frio, utilizan a los “Referidos”, es decir, una vez que entran en contacto con un cliente o posible cliente, les solicitan algún referido, porque eso garantiza, por lo menos, que esas personas los atiendan o los escuchen.

En resumen, los Referidos se utilizan en las ventas y para evitar los contactos en frio, enfocándose solo en el interés por la transacción, que además está centrado en el producto o servicio se ofrece. No obstante, en mis libros y conferencias insisto en enfocarnos en la creación de Aliados y Prescriptores ya que son diferentes y tienen un impacto multiplicador.

 

Tanto los aliados como prescriptores hacen referencia a la generación de vínculos sostenibles en el tiempo. Se basa en la confianza, a veces la amistad y está dirigida a la evolución y expansión de los negocios de todos los involucrados, ganan todas las partes involucradas que se manifiesta en el tiempo gracias al respeto y la admiración mutua que luego puede desembocar en una recomendación sobre nuestros productos o servicios que hacen estas personas por motu proprio, es su decisión y no surge porque se lo hayamos solicitado.

 

«Los Aliados y Prescriptores, siempre nos acompañarán, vayamos a donde vayamos, nos apoyarán siempre, sea cual sea el productos o servicio nuevo a ofrecer, en los proyectos y/o empresas que nos involucremos en el futuro. Los Aliados y prescriptores son nuestro mejor y más potente recurso para proyectarnos como profesionales exitosos, líderes, agentes de cambio o empresas».

 

Cuando me refiero al networking como proceso, en mis conferencias invito a las personas en no enfocarse, como dicen los anglosajones, en la venta o transacción (Buy) sino que den un paso más astuto e inteligente, y que se enfoquen en la creación de “Aliados y Prescriptores” porque su red siempre está llena de relaciones fructíferas, de calidad, de respeto mutuo y se crecerá de forma óptima.

 

Las redes sociales se han convertido en altavoz de cualquier persona dispuesta a contar algo. Y eso las está convirtiendo en canales saturados con excesivo ruido y poco contenido de valor. ¿Piensas que siguen siendo válidas para establecer relaciones o hay que pensar en otro nivel diferente? ¿Se están utilizando bien estos canales a la hora de hacer relaciones empresariales? ¿Qué consejos nos darías?

La tecnología y las redes sociales son una plataforma para gestionar y expandir nuestras redes de contacto, no son la única, y de allí la importancia de relacionarnos en la vida terrenal, los eventos, encuentros y actividades cara a cara, en el offline, son cruciales a la hora de relacionarnos, el apretón de manos, la mirada, el saludo, nuestra personalidad y la interacción son la clave para generar confianza. Estas herramientas son válidas, pero inútiles si no pasamos al plano offline.

 

Por otra parte, tanto en el online como en el offline debemos aportar valor, pero valor real, muy distinto a lo que muchos llaman “Contenido de Valor”. Aportar valor de lo que trata es de Ayudar a otros y abrirles el camino para que sus proyectos sean de éxito.

 

Imagina a un emprendedor que quiere empezar a construir una buena base de contactos. ¿Qué dos o tres acciones debería realizar para conseguirlo?

En primer lugar, entender que esto no se trata de buscar contactos, sino de crear relaciones, vínculos sociales, es lo que, en el mundo organizacional, llamamos el Capital Relacional. Todo emprendedor debería saber que los contactos forman parte del Capital de la empresa, y si tienes suficiente capital social, podrías afrontar cierta cantidad de aspectos involucran el desarrollo de una idea, nuevos productos y servicios, el lanzamiento de nuestro proyecto.

Creemos que nuestras redes son infinitas, y cuando lanzamos una empresa, nos quedamos sin clientes o sin trabajo, nos damos cuenta de que nuestra red se acaba en un plisplás.

 

 «¿Cuántas veces un mismo cliente nos va a comprar el mismo producto? ¿Cuántas veces nuestros familiares, amigos o empleados le van a dar “Like” a nuestras publicaciones en redes sociales? ¿Cuántas veces le vamos a pedir trabajo al mismo empleador?»

 

En 2012 tomé la decisión de ser emprendedora y además lo haría en el extranjero -“Doblete”- y comencé haciendo una estrategia, es decir, identificar que opciones tenía para comenzar a crear una red de contactos en el país de acogida. Decidí hacer un master en e-commerce y marketing digital. Esto lo hice porque siempre he dicho que la mejor manera de insertarte en una sociedad, es estudiando. Y por otra parte porque los profesores, además de ser muy cracks, eran directores de supermercados online, tiendas famosas y que eran tendencia en e-commerce y profesionales referentes ¿Y Sabes que pasó? Que ellos además de ser mis amigos actualmente, siempre me han acompañado en cualquier proyecto en el que me involucro.

 

Tuve que comenzar antes de emprender, a buscar en mi agenda de contactos, personas conocidas en el país a donde llegaría y gracias a esas personas; una semana luego de haber aterrizado, con una idea de negocio y un proyecto medio trabajado. Pues resulta que una de esas personas con las que había contactado y sabía sobre mis planes, me envió un correo con información para participar en un programa de emprendimiento. Envié mi solicitud, y fui seleccionada, y al terminar ese mini programa me gané un premio de incubación.

 

La clave está en comenzar a relacionarnos antes de emprender, antes de quedarnos sin clientes, antes de quedarnos sin empleo. Os recuerdo, como he comentado antes, en alguna de las preguntas; que esto se trata de un proceso, que se trata de “conocer” a las personas, comenzar a relacionarnos para saber mejor de ellos y sus intereses “gustar”, continuar en el tiempo esa relación para generar la “confianza” y es la que nos garantiza que estas personas se conviertan en “Aliados o Prescriptores” y que la red nos sorprende con posibles negocios “Compra”.

 

Por otra parte, siempre estar activos, en miles de actividades y eventos sin importar el tema o sector, en cada lugar que vayamos tenemos la oportunidad de conocer personas, estemos dispuestos a conversar y conectar. Son miles los espacios que visitamos en nuestro día a día, aprovechemos cada uno de ellos. Una de las cosas que funciona es invitar a esas personas que vamos conociendo, a eventos a los que asistamos u otros que nosotros organicemos.

 

Y respecto a una estrategia de marketing y comunicación, ¿cómo crees que la marca personal y el networking pueden implementarse en ella? ¿Qué pueden aportar a la hora de conseguir los objetivos?

Una marca personal o corporativa exitosa, tiene un elemento clave que es la relación que se ha establecido con el cliente y el entorno, y además es lo que hace la diferencia con el resto de las propuestas en el mercado.

Asumiendo esto, lo que vemos es que tanto el Networking (relaciones y redes de calidad) y nuestra marca profesional o corporativa (eso que aporto y hago de forma única y singular), están estrechamente ligados, no solo relacionados, sino fusionados. Por tanto, es claramente evidente que ambos tienen un impacto real y potenciador en el éxito de nuestros proyectos, empresas, productos o servicios.

 

Por último, un consejo valioso que puedes dar a cualquier persona que quiera conseguir alguna meta, personal o profesional.

 

1.- Asumir como un “Estilo de Vida” la creación de redes de contacto valiosas, es decir convertirlas en círculos virtuosos.

2.- Trabajar desde la excelencia, sea lo que sea que hagas y a lo que te dediques, hacerlo lo mejor posible, enfocarse en hacer lo que tienes que hacer de forma virtuosa y excelente. Si trabajas y te centras en ello, los negocios, el posicionamiento y los clientes llegarán.

 

 

Puedes conocer más sobre Nohelis en….

 

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Como elegir el canal de comunicacion adecuado para mi empresa

¿Cómo elegir el canal de comunicación más adecuado para mi marca?

A la hora de dar visibilidad a nuestros mensajes de marca se nos plantea siempre el mismo dilema, condicionado por unos recursos materiales y económicos limitados.

¿Qué canal es más efectivo?

¿Tengo que utilizar muchos o con solo algunos es suficiente?

¿Cómo puedo medir un canal concreto para saber si funciona?

Estas y otras muchas preguntas son las que hay que hacerse antes de planificar cualquier plan de comunicación. Y hoy, con la selva en la que se han convertido los medios de comunicación, a pesar del gran descenso del papel, es cada vez más complejo dar respuestas acertadas.

Sin embargo, aplicando la lógica, que se supone que está al alcance de cualquier persona razonablemente formada en marketing y comunicación, es posible separar el grano de la paja y quedarse con aquello que realmente será útil para la comunicación de la marca.

 

Lo primero: conocer tu empresa y a tu público objetivo.

“Si no te conoces a ti mismo ni a tu oponente, en cada batalla serás derrotado”, decía Sun Tzu hace 3 milenios en ‘El arte de la guerra’, un libro de referencia para todo estratega que se precie. Y es verdad.

Si no conoces lo que eres como empresa, lo que te diferencia frente a la competencia o lo que realmente aportas de valor, saldrás al mercado sin saber cómo enfrentarte a él. Lo más seguro es que sufrirás mucho y casi siempre perderás.

Si además no sabes contra quien compites, tendrás pequeños triunfos y grandes derrotas, también lo señalaba Sun Tzu.

Por tanto, antes de empezar a realizar acciones de comunicación sin ton ni son, en los canales que crees son los mejores, o están de moda, dedica un tiempo a analizar tu empresa y entorno.

Y hay muchas técnicas y herramientas para hacerlo, algunas de ellas ya señaladas en este blog. Lo importante no es que elijas una u otra herramienta concreta, sino las conclusiones a las que llegas. Estas serán las que te señalen el camino para empezar a pensar en qué canales serán los más efectivos en el caso específico de tu pyme.

¿En qué soy fuerte? ¿Cómo se compite en mi segmento de mercado? ¿Cómo es el cliente-tipo de mi producto? ¿Qué aspectos de los productos y servicios son los más valorados por los clientes? En las respuestas a estas y otras preguntas está la primera piedra de tu plan de comunicación.

 

Los dos canales de comunicación más importantes y desconocidos son los que tienes más cerca.

Son los grandes olvidados del marketing y la comunicación en las pymes. Y son dos canales que tienes muy cerca, son accesibles y, además, su ratio coste / beneficio es muy atractiva. ¿Cuáles son?

Seguro que el primero lo conoces: son tus propios clientes. Sí, tus clientes son el mejor medio de comunicación con el que puedes contar. Párate a pensar; son personas y empresas que están contentos contigo, que por algún motivo te posicionan por encima de tu competencia y que seguramente te recomendarían. Y ahí está la clave, en la palabra “recomendarían”.

Porque un cliente, por más satisfecho que esté, no suele recomendar nada, salvo que le pregunten o le inciten a hacerlo (piensa en Amazon cuando lees un libro y te anima a que lo califiques y comentes…). ¡Ahí está el reto! El ciclo de ventas no acaba con la fidelización, sino con la recomendación.

¿Qué cómo se hace? Lo primero, entendiendo el porqué de tu cliente cuando te elige a ti. Y después, poniendo en valor a ese cliente, Un ejemplo serían los “casos de éxito” que se publican cuando un cliente consigue objetivos gracias a tu colaboración. Y hay muchas más técnicas. Lo importante es visibilizar a tu cliente satisfecho, darle un altavoz.

El segundo canal, todavía más accesible, está en tus propios empleados. ¿Quién mejor que un profesional “de la casa” para comunicar lo buena que es tu empresa? ¿Recuerdas el anuncio que decía “tengo un amigo en Balay”? Una recomendación “desde dentro” que además trasmite una cultura de empresa de gran valor.

Pero, para poder utilizar este canal, debes de contemplar a tus empleados como clientes, es decir, deberás realizar un marketing interno que logre que estos empleados estén tan orgullosos de trabajar en tu empresa que se conviertan el altavoz en el mercado. ¿Qué no es fácil? Seguro. ¿Qué se puede hacer? También seguro. De hecho, lo están haciendo cientos de empresas. Lo que tienen en común: ponen al empleado y su bienestar en el centro de su estrategia.

Si cuidas a tus clientes y a tus empleados tienes ya recorrido una buena parte del camino para conseguir que sean prescriptores. Vale la pena que lo intentes.

 

Criterios para seleccionar el canal de comunicación adecuado.

Antes de comunicar nada, párate a pensar.

Ya sabes quienes son tus potenciales clientes y donde encontrarlos.

También sabes el valor diferencial de tu marca y lo que aporta a esos posibles clientes.

Y, además, puedes construir un mensaje coherente que conecte tu marca con lo que esperan esos futuros clientes.

A todo eso, añádele que conoces si tu mercado es B2B o B2C, pues el canal difiere si el cliente es un consumidor o una industria, y el ámbito geográfico en el que vas a competir.

Con todo ese arsenal de conocimiento, te será ahora más fácil empezar a pensar en qué canales de comunicación son los más adecuados para tu pyme.

 

El principal criterio que deberás aplicar es el de segmentación. Para optimizar la inversión en comunicación, el canal debe ser lo más específico posible atendiendo al perfil de tu cliente. Huye de los medios generalistas si tienes un cliente muy perfilado.

El segundo criterio es el de la visibilidad. No es lo mismo aparecer en Twitter un escaso segundo en el timeline, que estar presente durante una hora en un webinar. El tiempo de exposición condiciona la visibilidad de tu marca. A mayor tiempo, más visibilidad.

Y el tercer criterio es la masificación del canal, relacionado con el anterior. Un canal que esté saturado de anuncios, patrocinios o banners será un canal perfecto para que tu marca sea invisible para la audiencia.

Podría añadir todavía más criterios, pero creo que, como punto de partida, con estos tres son suficientes para tomar ya las decisiones sobre el canal.

 

Algunos canales de comunicación: valoración personal.

Voy a empezar por un canal que creo que sigue estando hoy un peldaño por encima del resto. Me refiero al email. Este canal, bien usado, es una de las mejores herramientas para comunicarte con tu audiencia. Si te has ido haciendo con una buena base de datos de prospectos, tendrás un canal muy segmentado, con gran visibilidad y con una masificación moderada (ahora la comunicación tiende más hacia las RRSS).

Por si yo no te convenzo, la experta en marketing Rosana Rosas te da algunas razones de la efectividad de un email marketing bien realizado.

Y, por supuesto, la medición de la interacción se puede hacer de forma automática y en tiempo real. Y su coste es asequible…

 

Canales directos “face to face”.

Aquí incluyo los eventos corporativos (online y offline), los webinars, las presentaciones de producto, las ferias sectoriales o las visitas a la empresa. Son directos porque la relación con tu cliente potencial también lo es.

Estos canales también están muy segmentados, tienen una buena visibilidad y su masificación es baja. En la parte menos positiva está su mayor coste con respecto a otros canales.

Te serán útiles si tienes un grupo de clientes no muy numeroso, aunque bien perfilado, tu producto o servicio es de alto valor y el cliente lo va a ser durante mucho tiempo. Son canales muy recomendados para mercados B2B.

 

Medios de comunicación (online/offline).

Salvo que tu producto o servicio se oriente al gran público, no te aconsejo los medios generalistas.

Por suerte, para cada sector siempre hay uno o varios medios especialistas en él. Puedes pensar en la industria química, la alimentación, el transporte, el cine… Busca siempre el medio o medios de referencia de tu sector, analiza la audiencia y valora si puede ser un canal útil.

Por mi experiencia profesional, puedo decirte que, en general, la colaboración con los medios sectoriales son casi siempre una buena inversión, que además se puede medir. Cumplen con la segmentación, aunque algunos ya empiezan a estar masificados.

Voy a incluir aquí los podcasts. Ya sé que, estrictamente hablando, no son un medio de comunicación, aunque se pueden asimilar a la radio… En algunos casos, con audiencias más que interesantes, son un canal que merece la pena valorar. Y tienen la ventaja de ser mucho más asequibles que los tradicionales anuncios patrocinados. Tienes muchos tipos de podcasts, con perfiles de audiencia muy variados, con lo que no te sería difícil encontrar el que se adapte mejor a tu empresa.

 

Redes Sociales.

Cada mes aparece una nueva red social. Y de las redes que ya están activas, muchas cambian sus algoritmos o funcionalidades cada poco tiempo. Por eso me voy a centrar solo en las más conocidas.

 

LinkedIn. Una red social profesional, al menos en su propósito. Puede lograrse una segmentación muy alta de los perfiles profesionales, recientemente la plataforma ha aumentado las tipologías. La visibilidad es limitada, como toda red social, y su grado de masificación empieza a ser problemático.

LinkedIn, no obstante, para el mercado B2B, es superior a cualquier otra red social gracias a su base de suscriptores y a las funcionalidades que ofrece. Te recomiendo este artículo de Silvio Manuel Rodríguez, experto en LinkedIn, donde explica algunas de sus potencialidades.

 

Facebook.

Es una de las más usadas por las pymes a la hora de tener el perfil de empresa. Si tu cliente final está en esta red, deberás tener presencia en ella. Permite una interacción directa con tus clientes y se puede medir cada acción realizada. Y es de las más segmentadas.

En la parte negativa está la visibilidad, que es muy baja debido a la gran masificación del canal. Aun así, es recomendable para todo tipo de pymes.

 

Instagram.

Una red pensada para empresas donde la imagen del producto o sus usos son importantes. Compatible y complementaria de Facebook, también está muy masificada.

 

Twitter.

Reconozco que tengo una especial manía a esta red, por eso mi apreciación puede estar sesgada… Creo que los mensajes cortos de vida muy breve no logran ningún impacto en los objetivos de la empresa. Es una red con la visibilidad muy baja y altamente masificada. Salvo para tener una presencia testimonial en ella (sin ningún efecto real) casi es mejor olvidarse de ella desde el punto de vista profesional.

Solo si te diriges a un público muy amplio y diverso podría interesarte y, aun así, el coste para lograr esa visibilidad no será pequeño.

 

YouTube.

Los videos son una excelente plataforma para canalizar nuestra comunicación, ya estés en un mercado B2B o B2C. YouTube suele utilizarse como canal de repositorio para los videos de empresa, que son utilizados en otros canales como la web corporativa, el email o en otras RRSS.

Eso sí, el contenido debe ser de valor y la producción de una calidad aceptable. Si estás dispuesto a invertir en ello (tiempo y recursos) es un canal muy bueno para dar a conocer tu marca.

 

A pesar de todo, las RRSS en general no deberían ser el canal principal de la comunicación de tu empresa. No es tan directa como otros que has visto y gestionarlas correctamente requiere tiempo, dedicación y esfuerzo.

Si no aportas contenidos de valor, de nada valdrá tu presencia en las RRSS. Por eso, selecciona solo aquellas que realmente te sirvan para cumplir tus objetivos (generar marca, tráfico, ventas…) y que seas capaz de gestionar con los recursos con los que cuentas.

No hay nada más negativo para la imagen de una empresa que acceder a su red social y ver que no está actualizada o que carece de un contenido que aporte algo de interés.

 

Los tres ejes de una comunicación corporativa eficaz.

Comentaba hace algún tiempo en LinkedIn qué tres factores son los que hay que integrar y compatibilizar para que una comunicación empresarial pueda lograr conectar con el público al que se dirige.

 

 

Y es que no solo el canal es crucial, como has visto, sino también seleccionar el público adecuado al que te vas a dirigir. Canal y público están relacionados. Debes de orientar tu comunicación hacia aquellos potenciales clientes a los que les puede interesar tu mensaje (producto, contenido, noticia, invitación a un evento, información…). Y a su vez, elegir el canal donde se encuentren esos clientes, cuanto más perfilado mejor.

Y el tercer factor es el mensaje, lógicamente. Si no cuentas nada que interese, da igual que el cliente y el canal sea el correcto. Tu comunicación será ineficaz en el mejor de los casos, y negativa en el peor.

Por tanto, seleccionar el canal es clave para acertar, una condición necesaria pero no suficiente.

Y si te has sentido abrumado por el gran número de canales de comunicación disponibles y tienes la sensación de que no vas a poder llegar a tanto, no desesperes. Normalmente solo se utilizan dos o tres con cierta regularidad. Y puedes usar alguno más de apoyo. No hay que estar en todos los sitios, mejor solo en pocos, pero con intensidad y calidad.

Y no te olvides de que los más importantes los tienes en tu propia casa, los empleados y los clientes. Es una buena manera de empezar, además de que potenciar estos dos grupos de interés te proporcionarán otros beneficios adicionales, como un mayor bienestar en la empresa, mayor productividad o más fidelidad a la marca.

Yo creo que merece la pena intentarlo, ¿no?

 

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Estrategias de Marketing-Las personas como factor más importante

El elemento diferencial -y más importante- en tus estrategias de marketing.

Un modelo de negocio puede entenderse como la integración de una serie de procesos orientados a la creación y venta de productos y servicios en un mercado. Esta es una definición muy resumida de lo que es una empresa, basada solo en lo que hace, en su actividad principal.

A esta corta descripción le faltan , sin embargo, muchos más factores. Algunos de ellos son la búsqueda de la rentabilidad, el objetivo de retribuir a la propiedad, el crecimiento, la aportación de externalidades positivas, el desarrollo en una zona geográfica, la creación de empleo o el respecto por el medioambiente. Todas son características de cualquier organización moderna.

Y, aun así, seguro que tú encuentras otras que podrían encajar en tu modelo de negocio y que son fundamentales para entenderlo. Pero, más allá de todo, existe un elemento que está presente en todos y cada uno de los otros que he mencionado: las personas. Detrás de un proceso, sea cual sea en el que estés pensando, siempre hay una o más personas, aunque el proceso esté automatizado.

Si lo piensas bien, las empresas son más bien una integración de personas que de procesos, porque estos están diseñados y ejecutados por ellas. Sin las personas, las organizaciones son una cáscara vacía y totalmente inservible para cumplir su función. Y en una estrategia de marketing, el elemento humano es que de verdad importa, el que marca la diferencia frente a otras empresas. Según algunos autores, es el responsable de hasta un 70% del resultado de la estrategia de negocio, también del área de marketing.

 

¿Por qué las personas son el centro de la estrategia de marketing?

Cualquier estrategia de marketing empieza con una fase de análisis. En esta crucial etapa inicial se valoran aspectos que serán luego fundamentales en la planificación y ejecución. Hay que fijar objetivos -a corto y a medio plazo-, valorar las capacidades de la organización, las de la competencia, evaluar la situación del mercado, los perfiles de los clientes… Toda una serie de habilidades que solo las pueden realizar personas.

Aunque la tecnología seguro que estará presente (nos facilitará datos y cuadros, por ejemplo), solo las personas están capacitadas para tomar las decisiones necesarias para diseñar el plan estratégico de marketing. Y esto es así porque el marketing se dirige también a las personas, en las que influyen aspectos como los emocionales que solo entendemos nosotros mismos.

Además, hay componentes como la creatividad, la empatía o las ideas disruptivas que son propias solo del género humano. Sin estos ingredientes tan especiales, el marketing sería programable como un software avanzado que, con la introducción de unos datos, nos ofrecería la estrategia de marketing lista para aplicarla. Pero no es así…al menos hoy todavía no.

En el resto fases de la estrategia, también las personas son imprescindibles. La puesta en marcha de las acciones de marketing es ante todo un trabajo donde diferentes equipos coordinados trabajan para llevar a cabo las diferentes actuaciones: calendarios, desarrollo de materiales, programación de la publicidad, reuniones, contactos con proveedores, con medios de comunicación… La interacción persona-persona es la constante.

Y en lo que se refiere al marketing digital, en contra de lo que pueda parecer, las personas siguen marcando la diferencia. No se trata ya de contar con buenos estrategas en el mundo online, lo cual ya es un componente crítico, sino de profesionales que entiendan el funcionamiento de las plataformas, los buscadores o las redes sociales y sepan, ante todo, cómo es el comportamiento de los usuarios en este mundo digital.

Cuando en algunas de mis reuniones con clientes surge el tema de las personas, siempre doy el mismo consejo, trae a tu empresa a los mejores profesionales que puedas permitirte. Es una de las inversiones que más impactan en la organización. Porque todos pueden adquirir tecnología avanzada o maquinaria de última generación, y para todos es la misma. Pero un buen profesional no está disponible para todos. El que tiene la suerte de contar con ellos tiene un activo único, solo para su empresa, y eso es lo que puede darle la diferenciación clave en el mercado.

 

¿Cómo conseguir personas involucradas en la estrategia de marketing?

Cuando una persona hace algo y no sabe por qué o para qué lo hace, lo normal es que lo haga con el menor esfuerzo posible. Si además no recibe información sobre el resultado de su trabajo, cada vez estará menos motivado para realizarlo, menos todavía para pensar en cómo podría hacerlo mejor.

Lo anterior no es algo inusual en las empresas, de hecho, sucede cada día en muchas. Todavía persisten estructuras organizativas piramidales donde la información se restringe por niveles y no existe comunicación entre ellos. A pesar de que poco a poco van ganando terreno las estructuras organizativas difusas, donde hay jerarquías menos estrictas y las relaciones son multidireccionales, todavía hoy la comunicación interna sigue siendo un déficit.

Atraer a los mejores y lograr que desarrollen todo su potencial pasa por aplicar algunas normas:

 

  • Informar a todo el equipo de marketing cual es la estrategia que se quiere poner en marcha.

 

  • Explicar qué se quiere conseguir y porqué.

 

  • Definir el papel de cada persona en la estrategia de marketing y qué se espera de él.

 

  • Dejar espacio para la propia iniciativa y la creatividad.

 

  • Crear un sistema de comunicación sencillo donde todos puedan acceder a cualquier compañero, del área de marketing o de otra cualquiera.

 

 

  • Disponer de planes de carrera que fomente el crecimiento de las personas dentro de la empresa.

 

  • Introducir la tecnología pensando en cómo esta ayuda a mejorar el trabajo diario de las personas: Humanismo Digital.

 

Ahora está de moda el Employer Branding, una estrategia que utiliza las técnicas del marketing de marca aplicado en este caso a la atracción de los mejores profesionales a la empresa. Lo que se pretende es que el mercado laboral identifique aquellas organizaciones que tienen las mejores prácticas en cuanto a la gestión de los RRHH, con el bienestar de estas en el centro.

Hay muchas empresas que lo están haciendo bien. Forbes, por ejemplo, publica cada año un listado con las 75 mejores compañías españolas para trabajar. Échale un vistazo y verás las estrategias que aplican para lograr hacerse con los mejores cuadros. Según un estudio de Merco, publicado en 2022, los universitarios, a la hora de elegir una empresa para trabajar, valoran la calidad de vida (flexibilidad, teletrabajo…), una buena retribución y beneficios, así como un buen ambiente de trabajo. Aspectos, sin duda, a tener en cuenta por las compañías.

Pero, más allá de esta estrategia de marca, lo que realmente importa es lo que se haga de puertas para adentro. Sin una estrategia que ponga a los empleados en la cúspide de sus prioridades, de nada valdrá un branding de empleado.

Es bueno recordar las palabras de Jack Welch, CEO de General Electric, al referirse al papel de los empleados en las empresas, Muchos gerentes abordan el cambio estratégico bajo la premisa de que los empleados son obstáculos. Todo lo contrario: cuando se comprometen, pueden convertirse en verdaderos socios.

 

Las personas también están fuera de la empresa: estrategias de marketing para las personas.

No quiero acabar este post sin referirme a las personas como objetivo central en las estrategias de marketing. Y es que, todavía muchas pymes tienen una idea muy equivocada de como son los potenciales clientes. Existen creencias acerca de lo que quieren, cómo lo quieren y lo que valoran. Y, en muchos casos, estas ideas no coinciden con la realidad.

Detrás de una decisión de compra siempre hay una persona, como tú, con las mismas necesidades, dudas y emociones. Descarta que te puedan comprar solo por tu producto, o incluso por tu marca. Las personas tomamos decisiones teniendo en cuenta muchos otros factores, la mayoría de ellos no evidentes.

El lenguaje que utiliza la empresa a dirigirse a nosotros, la confianza que genera, la imagen mental que tenemos de ella o sus políticas en relación con la sociedad pueden ser los elementos decisivos que inclinen la balanza hacia la aceptación o el rechazo. La reputación de la empresa siempre pesará más que el producto o servicio. Tenlo en cuenta en tu estrategia de marketing y comunicación.

En esta línea, también debes de valorar el impacto social que tu negocio tiene en la sociedad y su entorno. Me refiero al efecto sobre el medioambiente, la creación de riqueza, de empleo o la educación, entre otros. Hoy no se entiende una estrategia de marketing sin incluir estos aspectos que, cada vez más, son tenidos en cuenta por las personas que son potenciales clientes. Las empresas que tengan en cuenta este efecto y lo apliquen en su marketing corporativo estarán más cerca de ganarse el aprecio de sus clientes.

 

Como has visto, las personas están presentes tanto dentro como fuera de la empresa. Son la clave para que cualquier pyme pueda contar con una estrategia de marketing y comunicación efectiva. Porque al final, se trata siempre de una relación entre personas, ya sea dentro de las empresas o fuera. Si además de esto te has preocupado de diseñar una propuesta de valor atractiva en cuanto a producto y servicio, estarás ya un paso por delante de la mayoría de tus competidores.

Te invito a que reflexiones sobre esto en relación con tu negocio.

 

¿Tienes a las mejores personas que puedes permitirte?

¿Cuidas de su bienestar y crecimiento?

¿Conoces sus expectativas con respecto a su papel en tu empresa?

¿Pones a las personas en el centro de tus estrategias de marketing y comunicación?

 

Preguntas que tienen que darte pistas acerca de cómo lo estás haciendo y en que áreas puedes mejorar. Tómate tu tiempo, el resultado merece mucho la pena.

 

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Portada Colaboración Daniel Hombrados

El futuro es de los vendedores.

Daniel Hombrados es licenciado en Economía por la Universidad Carlos III de Madrid. Aunque su carrera profesional pasó por empresas como Vodafone España y otras, en diferentes áreas como las finanzas o el marketing, aterriza en el mundo comercial en Grupo Planeta como vendedor a puerta fría.

La dura experiencia de la venta “en frío” no le desanimó. Por el contrario, lo vio como un reto personal y decidió que las ventas serían su objetivo profesional, empezando a trabajar en el sector inmobiliario.

Desde 2017, ya con experiencia en el área comercial, se decide por fin a poner en marcha su propio proyecto inmobiliario, donde cada día disfruta de su trabajo como vendedor.

En esta colaboración, Daniel rompe una lanza por esta profesión, tan poco valorada e incluso despreciada por muchas pymes pero que, sin embargo, es quizás la que más impacto puede tener en la cuenta de resultados.

Afortunadamente, el papel de las ventas y el vendedor (o comercial), ha ido cambiando. Y en muchas empresas en un puesto muy cualificado y reconocido.

 

El futuro es de los vendedores.

Algo que obsesiona a los jóvenes recién salidos de la universidad es tener una carrera profesional exitosa.

No pretendo definir qué es el éxito, pues, si me pongo a ello, encontraré tantas definiciones como personas. De hecho, si preguntas a la misma persona en diferentes horas del día, te dará respuestas diferentes. Dejémoslo en que estos jóvenes desean ser grandes profesionales, con buena reputación y mejor salario.

Y lo que tienen claro es que para ello deben poseer visión de negocio y conocer las diferentes áreas de una empresa. Así, se plantearán trabajar en estrategia, auditoria, finanzas, marketing, compras y desarrollo de negocio.

En todas estas áreas estarán dispuestos a remangarse y meterse en el fango. Vale.

 

¿Y ventas? ¿Qué pasa con ventas?

Bueno, las ventas se tocan de otra manera. Basta con definir la estrategia comercial y los objetivos… pero lo que se dice vender, que venda otro, que lo de patearse la calle no es para ellos. No están dispuestos a que alguien con menos formación y aspiraciones en la vida te diga que no le interesa tu producto.

Por eso, estos jóvenes no quieren dedicarse a vender, solo algún despistado. No estoy exagerando, esta es la realidad de las ventas.

 

¿Por qué pasa esto?  Te cuento.

Es curioso que la parte más importante de un negocio, la única que hace que entre dinero directamente en la empresa, sea a la que menos importancia se le da desde arriba.

Si miras las ofertas de empleo de cualquier portal, la mayoría son trabajos “comerciales”. Las condiciones son entre pésimas y nefastas. Los requisitos para trabajar, nulos. Los planes de formación, inexistentes.

Es decir, se contratan a personas hiper cualificadas para puestos staff, de los que no repercuten directamente en el negocio, pero a nadie le importa que quien represente a la empresa ante los clientes no tenga ningún tipo de preparación para hacerlo con garantías.

No. Esto no debería funcionar así.

Los departamentos de ventas deben ser los de mayor especialización dentro de la empresa, los más formados, los más cuidados. Porque disponer de un equipo comercial de alto rendimiento es lo que te hará superar a la competencia en periodos de crecimiento y sobrevivir sin problemas en periodos de crisis. 

Muchas empresas se han dado cuenta de ello. Otras… están en ello.

Por fortuna, algo está cambiando en el mundo de las ventas. Lo que era un trabajo con mala fama y sin ningún tipo de prestigio, se está convirtiendo en algo muy valorado por todos. No ha sido fácil llegar a este punto y queda mucho por recorrer.

El caso es que los grandes vendedores, gracias al potencial de internet, han sabido desarrollar una marca personal potente y han dado a conocer las múltiples oportunidades que te brinda saber vender.

Porque si sabes vender, puedes conseguir lo que te propongas. No lo dudes.

El futuro es de los vendedores.

 

Puedes recibir la newsletter de Daniel aquí.

 

 

 

 

 

 

 

 

Contra la inevitabilidad

Contra la Inevitabilidad.

A las personas, por nuestra naturaleza, nos gusta vivir en un entorno de certidumbres, predecible y seguro. Parece ser que nuestro cerebro es el responsable de esta tendencia tan generalizada. Y, cuando las cosas dejan de ser predecibles, nos invade un estado de nerviosismo y estrés que muchas veces nos paraliza.

La crisis del coronavirus, la crisis económica, la guerra de Ucrania y otros muchos elementos inesperados recientes han puesto a prueba nuestra capacidad de aceptación, de resiliencia y de adaptación. Y en muchos casos no lo hemos sabido gestionar, sencillamente porque no estamos preparados para ello, nadie nos ha prevenido y carecemos de las herramientas adecuadas.

Si ya este efecto es muy pernicioso en las personas en su día a día, no es menor el impacto en las organizaciones.

Cada vez será más habitual que surjan factores externos negativos que impacten en nuestros negocios y expectativas. Pero la mayor parte de las estrategias empresariales no se han diseñado para escenarios inestables e incontrolables. Esto provoca una situación interna de desconcierto ante la imposibilidad de trazar una orientación de negocio que ofrezca cierta seguridad.

 

¿Qué efectos tiene en las pymes esta situación de incertidumbre?

 

  • Ante un estado de desconcierto es casi inevitable que se tomen decisiones precipitadas, impulsadas más por la reacción que por la reflexión, con consecuencias negativas.

 

  • Desánimo y sensación de derrota. Muchos optan por bajar los brazos y aceptar lo inevitable (con cierta ironía se dice…¡Que salga el Sol por Antequera!). La inacción también tendrá consecuencias negativas.

 

  • Los efectos no deseados serán más acusados en las pymes que no cuentan con una clara y sólida visión de su negocio, que en aquellas que sí la tengan.

 

  • Las consecuencias de lo anterior se trasladan a todos los integrantes de la empresa y llegan a afectar a clientes, proveedores y colaboradores. El mercado, al final, tomará buena nota de todo.

 

Lo evitable y lo inevitable (para tu empresa).

 

No puedes evitar…

 

  • La inflación creciente.

 

  • Las crisis geopolíticas.

 

  • El incremento de los costes de las materias primas y suministros.

 

  • La caída de la demanda.

 

  • Las leyes y decretos gubernamentales que se aprueban en estas situaciones.

 

  • Los virus.

 

 

Lo que sí puedes evitar (o reducir su impacto).

 

  • Carecer de una cultura empresarial clara y definida, ajena a los vaivenes externos.

 

  • Desatender la formación, bienestar y motivación de tus empleados.

 

  • Desconocer los cambios en el mercado y en el comportamiento de tus clientes.

 

 

  • Abandonar el análisis permanente de tu estrategia de negocio.

 

  • Renunciar a crear tu propio futuro como empresa.

 

  • Prescindir de la innovación como palanca para crear nuevas oportunidades de crecimiento.

 

 

¿Qué hacer en mi empresa frente a lo inevitable?

 

Lo primero, es cuestión de actitud. No aceptes sin más los efectos no deseados provocados por los cambios inesperados. ¡Rebélate!

 

  • Aprovecha los puntos fuertes que tiene tu pyme y construye con ellos estrategias que los pongan en valor.

 

  • Pon a tus clientes (actuales y futuros) en el centro de tus decisiones. Ponte en su lugar y actúa en consecuencia.

 

  • Utiliza la positividad y, ¿por qué no?, el humor, en tu gestión diaria.

 

 

  • Ten presente que las oportunidades siempre surgen en situaciones de cambio. ¡Estate alerta!

 

Y, como resumen, aceptar que la incertidumbre, como señala Andrés Pascual en su libro “Incertidumbre Positiva”, es nuestro estado natural y que, con ella, actuando bien, podemos encontrar las oportunidades que otros no ven.

 

No tengas la impresión de que esto que te cuento es palabrería o palabras huecas. Sé, como tú, que proliferan como nunca incontables consejos y claves de autoayuda, tanto en internet como en formatos físicos, y que muchos de ellos son muy fáciles de entender, pero imposibles de aplicar. ¡Y te doy la razón!

Pero este no es el caso. Ya Albert Ellis, uno de los padres de la psicología cognitiva conductual señalaba que La persona emocionalmente madura debe aceptar por completo el hecho de que vivimos en un mundo de probabilidades y de azar, donde no hay, ni probablemente jamás habrá, certezas absolutas, y debe darse cuenta de que no es para nada horrible.

Y muchos siglos antes, el filósofo griego Epícteto descubrió que Lo que importa No es lo que te sucede, sino cómo reaccionas a lo que te sucede.

Está más que demostrado que, ante la inevitabilidad de las cosas que nos suceden, una correcta actitud para hacerle frente es la mejor arma de la que disponemos. Y eso sí está en nuestras manos.

Si tienes que quedarte con algo de todo lo que te contado hasta aquí es que lo inevitable es algo que siempre estará presente, hagamos lo que hagamos. A partir de este principio, todo lo demás depende solo de nosotros, de nuestra actitud y de nuestras decisiones. Y nuestra fuerza como pymes no es aceptarlo sin más, sino demostrar que contamos con los mejores recursos para encontrar los caminos que siempre están ahí para continuar avanzando.

La fuerza la tienes en tu propia empresa. ¡Búscala y úsala!

 

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Como utlizar LinkedIn para hacer negocios

Cómo utilizar LinkedIn para hacer negocios.

LinkedIn es una red social donde muchos profesionales están presentes, es el sitio de encuentro por excelencia para conocer e interactuar con personas con responsabilidades en las empresas, emprendedores y dirigentes de los más diversos sectores.

 

La realidad es que , si bien muchos están en esta red, muy pocos conocen cómo pueden utilizarla para algo más que acumular contactos. Porque sí, la verdadera finalidad de LinkedIn es conectar intereses comunes, que aporten valor y que se traduzcan en ventas.

 

Parece que es algo obvio, pero pocos profesionales le dedican tiempo y esfuerzo a descubrir las potencialidades de LinkedIn, perdiendo así importantes oportunidades de negocio para sus empresas.

 

Silvio Manuel Rodríguez es un economista que cuenta con una larga trayectoria en operaciones de cambio y comercio internacional en el sector de la Banca. Ha sido director general en diversas empresas de varios países de LATAM y actualmente se dedica a la consultoría y el marketing para profesionales a través de su propia empresa.

 

En esta entrevista analiza las posibilidades de la plataforma LinkedIn para generar estrategias empresariales orientadas a la generación de leads.

 

 

LinkedIn es una red social orientada al ámbito profesional y empresarial. Más allá de servir para conectar personas…¿Crees que realmente también es útil para hacer negocios?

 

Por supuesto que sí, siempre y cuando conozcas la idiosincrasia de esta red, que difiere mucho de otras redes sociales en cuanto a sus objetivos y, por ende, en cuanto al tipo de usuarios que la componen.

 

Verás, mucha gente tiene la idea de que LinkedIn es una plataforma diseñada exclusivamente para buscar empleo y reclutar profesionales, y aunque en buena parte es así, la realidad es que el 80% de los Leads del B2B actualmente se originan en esta red.

 

 

¿Por qué se encuentran en LinkedIn estos Leads del B2B?

 

Justamente, considera que un gran número de usuarios de LinkedIn son profesionales, y que, más allá de la carrera universitaria que hayan cursado, tienen años de experiencia laboral, un elevado poder de decisión y también un alto poder adquisitivo. Estas son variables de mucho peso a la hora de hacer negocios, es decir, de hacer ventas.

 

Por otra parte, si piensas desde el punto de vista de cualquier gerente o directivo, conectarse a LinkedIn significa conectarse a una red en donde te encontrarás con información de calidad sobre cualquier nicho de negocio, expuesta por expertos del sector, ya sea acerca de logística marítima, tendencias macroeconómicas a nivel global o regional, e incluso salud mental.

 

 

Existen varias versiones de LinkedIn, la gratuita y otras de pago, ¿cuál recomiendas?

 

Pues depende de tu nicho de negocio, de tu nivel de facturación y de tu ciclo de ventas. Por ejemplo, si eres autónomo y tu ciclo de captación es trimestral y el de implementación de tu servicio es también trimestral, podría convenirte utilizar Sales Navigator ese trimestre de captación, y volverte al gratuito mientras implementas tus servicios. Ahora, si tu ciclo de captación y facturación es durante todo el año podría convenirte o Premium o Sales Navigator por el año entero.

 

La diferencia está en la cantidad de búsquedas que puedes hacer diariamente y en la calidad de estas búsquedas. Con las versiones de pago puedes realizar búsquedas más específicas. Ten en cuenta también que con la versión gratuita sólo puedes hacer unas 100 búsquedas a la semana, mientras que con una versión de pago no tienes límites.

 

 

¿Qué tipo de estrategia recomiendas para hacer negocios en LinkedIn?

 

La más sencilla de todas y la que es a prueba de errores: seguir las indicaciones del algoritmo de venta social de LinkedIn.

 

 

¿Y cuál es ese algoritmo de LinkedIn?

 

En realidad, el diseño exacto del algoritmo de esta red sólo lo conocen sus ingenieros, por supuesto. Sin embargo, LinkedIn es muy sincera y deja muy claro a sus usuarios qué es lo que espera de los mismos, y esto lo hace a través de su criterio de venta social, o Social Sales Index (SSI).

 

El SSI de LinkedIn es la puntuación que tienes en la red, mientras más elevado es tu puntaje, mayores oportunidades de negocio tendrás.

 

Para saber cuál es tu puntuación, haz clic en este enlace.

 

 

 

¿Cómo se puede mejorar la puntuación del SSI?

 

Eso es lo mejor de todo, no hay secretos, como tampoco atajos, la red misma te dice qué debes hacer. Tu índice de venta social se compone de 4 aspectos que debes desarrollar.

 

1. Establece tu marca profesional: aquí se trata de crear un perfil que te distinga de tus competidores, que deje bien en claro qué le aportas a tus potenciales clientes, y que incluya publicaciones que aporten valor a tu imagen.

2. Encuentra a las personas adecuadas: tu red de contactos debe estar alineada a tus objetivos profesionales. Es decir, si tu red está compuesta por ex compañeros de colegio y familiares pues no te suma puntos, como tampoco otros colegas o competidores. Lo que te suma puntos son contactos que pueden convertirse efectivamente en clientes.

3. Interactúa ofreciendo información: recuerda que los usuarios se conectan buscando la opinión un experto, estar al día respecto de su nicho de negocios. Entonces lo que publiques debe estar conectado con tu público objetivo, con el lenguaje apropiado y formato adecuado.

4. Crea relaciones: tus contactos son oro fino, en tanto tengas un trato con ellos. Es un tanto básico, como también fundamental. ¿A quién no le gusta recibir un comentario en su publicación, o una felicitación por un ascenso conseguido?

 

Como ves, la misma red te lo deja muy sencillo.

 

 

¿Existe una puntuación mínima ideal?

 

Mira, nada es absoluto, y hay perfiles y perfiles. Pero por experiencia te diré que si tu índice está por debajo de 20 difícilmente llegarás a ser visualizado por tus potenciales clientes.

 

Ahora, entre 21 y 69, pues hay de todo, porque en estas cifras se mueven la mayoría de los usuarios, los que publican esporádicamente contenidos buenísimos, los que publican a diario, pero contenidos de escaso valor, los que interactúan, pero no siguen una estrategia, etc.

 

Ya cuando tienes un índice de 70 o superior quiere decir que tienes una comunidad sólida y claro, es que vienes siguiendo una estrategia de medio/largo plazo y está claro que la red te está recompensando.

 

 

¿Qué quieres decir con que la red te está recompensando?

 

Mira, generar contenido de calidad y de manera constante implica tiempo, que es nuestro activo más precioso, y LinkedIn lo sabe muy bien. Y como cualquier otra red a LinkedIn le interesa que sus usuarios pasen el mayor tiempo posible dentro de ella, cuestión que se logra a través de los contenidos, ¿me sigues?

 

Entonces, si tú eres de los que generan contenido que hace que los usuarios pasen tiempo leyendo e interactuando, pues tu perfil y tus publicaciones serán mostrados a más usuarios cada vez que estos realicen una búsqueda, lo cual generará que tengas más seguidores y claro, que se incremente tu puntaje en tu índice de venta social.

 

Por eso digo que la red te recompensa.

 

 

¿Cuál es tu metodología para hacer negocios en LinkedIn?

 

Es la misma que siguen otros profesionales, y repito, sin secretos ni atajos:

 

1. Le dedico tiempo a preparar un perfil «estelar», con el cual mis potenciales clientes sepan a golpe de vista qué pueden esperar de mí, y con el cual, también, aquellos a los que no les podré vender nada no me consideren como contacto.

2. Redacto un par de mensajes para invitar a conectar y para apalancar las conexiones realizadas de manera que mis nuevos contactos sepan algo más concreto de mi negocio.

3. Preparo e implemento un calendario editorial de manera de ganar visibilidad y demostrar autoridad sobre mi nicho de negocio.

 

Y esto es todo cuanto que hay que hacer.

 

 

¿Algún consejo para aquellos que quieran comenzar a hacer negocios en LinkedIn?

 

Considerando mi respuesta anterior, piensa como pensaría tu cliente, es decir, asume que no tendrás resultados a corto plazo, sino a medio y largo plazo. Es decir, si comienzas hoy, no vas a ser visible y tener autoridad en uno o dos meses.

 

Sin embargo, recuerda que tienes la ventaja del SSI, y que subir tu puntaje semana a semana depende exclusivamente de ti.

 

Puedes conocer más de Silvio Manuel Rodríguez en su perfil de LinkedIn.

 

 

Formula 1 vs Tour de Francia Modelo Estrategico Pyme

¿La Fórmula 1 o el Tour de Francia? ¿Cuál es el modelo estratégico de tu pyme?

Conseguir un objetivo en cualquier ámbito de la vida requiere siempre una planificación. No es posible llegar a una meta sin saber antes cual es el camino que hay que seguir y como lo vamos a recorrer.

Te pongo un ejemplo. Después de mucho tiempo intentándolo, decides por fin dejar de fumar. Ahora bien, sabiendo que el asunto no es fácil, esta vez te marcas una estrategia previa. ¿Es mejor dejarlo de un día para otro o es preferible ir disminuyendo poco a poco el consumo? Después de pensarlo bien, y como no estás muy convencido de tu fortaleza, decides ir poco a poco reduciendo el tabaco para, en seis meses, dejarlo del todo. Te podrá funcionar o no, pero ya tienes un plan y un camino para llevarlo a cabo.

En casi todos las facetas de nuestra vida tenemos que planificar una estrategia para conseguir unas metas, y en el ámbito empresarial son imprescindibles, aunque los modelos que adoptan pueden ser muy diferentes, como también lo son los objetivos. Cada modelo tiene sus ventajas y sus defectos, la clave está en elegir el sistema que sea más efectivo para cada caso particular. Por eso es importante que elijas bien tu modelo estratégico.

 

La Fórmula 1 vs Tour de Francia: estrategias y resultados.

No soy un experto en la categoría reina del automovilismo, aunque sí conozco lo básico.

Es un deporte individual.

El objetivo en cada prueba del campeonato es lograr la victoria.

El objetivo global es acabar lo más alto posible de la clasificación.

El horizonte temporal abarca casi un año.

Las estrategias utilizadas (paradas en boxes, neumáticos…) cambian en cada carrera.

 

En cuanto al Tour de Francia:

Es una carrera de equipos, aunque hay un líder en cada uno.

El objetivo de cada etapa no tiene por qué ser ganarla.

El objetivo global es acabar lo más alto en la clasificación (individual y por equipos).

El horizonte temporal es unas semanas.

Se parte de una estrategia general para todo el Tour (se conoce el recorrido) que suele ir retocándose a lo largo de la carrera.

 

Las diferencias fundamentales parten del peso del líder frente al del equipo. En el Tour de Francia la victoria no es solo del líder, sino de todo el equipo que trabaja con y para él. En el caso de la Fórmula 1, el piloto, aunque cuenta con un equipo de apoyo, es el protagonista absoluto del triunfo.

Además, la Fórmula 1 exige una estrategia para cada carrera, aunque el objetivo final esté a más largo plazo. Eso sí, se necesitan resultados en cada prueba.

El Tour de Francia, por su naturaleza, necesita de una estrategia para toda la carrera, y resultados al final de esta, no necesariamente en cada etapa. De hecho, no es la primera vez que un corredor gana el Tour sin haber ganado una sola etapa.

Lo que hace que ambos modelos sean diferentes es la naturaleza del deporte. Todos buscan resultados, pero los caminos llevan para lograrlos son muy diferentes.

 

¿Y las empresas?

En las empresas podemos ver también este tipo de liderazgos y estrategias. Elon Musk, Jeff Bezos o Steve Jobs son conocidos ejemplos donde la persona que dirige es a la vez la que encarna sus éxitos. Por el contrario, Disney, Starbucks o Coca-Cola son ejemplos de empresas donde no se atribuye el éxito a ningún líder, más bien a todo un complejo equipo de personas que trabajan de forma coordinada.

Sin embargo, a pesar de lo que pueda parecer, un líder no conseguiría sus objetivos sin rodearse de un buen equipo (esto lo saben bien los ciclistas). Y, al contrario, es difícil que un equipo, por bueno que sea, logre resultados sin que lo dirija una persona con capacidad.

También hay empresas que buscan objetivos a muy corto plazo como ganar una cuota de mercado rápida o dar a conocer un producto o servicio con un lanzamiento agresivo. Es el caso, por ejemplo, de las startups, que necesitan ganar carreras parciales durante un período más o menos largo para introducirse en el mercado.

Y en el otro extremo están las pymes que confían más en una estrategia de construcción de marca a lo largo del tiempo. No necesitan obligatoriamente ganar etapas, entendiendo que su modelo de negocio es a largo plazo. Centran sus esfuerzos en trasmitir una imagen positiva de su organización, aunque puedan hacer acciones agresivas de vez en cuando. Tenemos muchos ejemplos de este tipo de estrategias, como son las de Balay, Nescafé, Microsoft o Zara.

Te preguntarás ahora qué estrategia es mejor y como puedes utilizarla en el caso de tu pyme…

 

¿Y tu pyme? ¿Es mejor competir en un Tour de Francia o en el Campeonato del mundo del Fórmula 1?

¡La respuesta ya te la he dicho! Dependerá fundamentalmente del tipo de empresa que seas y el sector en el que te encuentres. Vamos por partes.

 

Liderazgo.

¿Es mejor una empresa centrada en los equipos o en un líder que acumule toda la capacidad de decisión? La respuesta no es fácil. Dependerá del tipo de persona que lidere la organización. Muchas veces, esta persona es el valor más preciado de la empresa, y el que impulsa su crecimiento. Sabe además rodearse de equipos a su medida para que transiten por el camino que este les marca.

Sin embargo, hay pocos líderes así. Normalmente son visionarios que buscan conseguir hacer realidad un proyecto que tienen en mente. Y si no tienen un plan de sucesión adecuado suelen dejar la empresa con un vacío muy grande. ¿Qué pasaría si mañana Elon Musk dejara sus empresas? ¿Y si Juan Roig abandona Mercadona? ¿O Isak Andic Mango? Las empresas no serían las mismas, no digo mejor o peor, pero si distintas.

Las estrategias basadas en equipos que pueden incluso tomar decisiones, aunque compartan objetivos comunes, suelen durar más en el tiempo. Los equipos se van renovando y, si la empresa tiene una buena gestión de captación y retención de los mejores profesionales, aunque pase el tiempo, la estabilidad está garantizada. Eso sí, también necesitan una persona que los coordine, no un líder autocrático o carismático, sino orientado a las personas y participativo.

Analiza tu caso particular preguntándote primero cómo quieres que sea tu empresa. ¿Cuentas con personas valiosas? ¿Qué valor das a tus equipos? ¿Aportas algo diferencial y de valor en tu puesto? ¿Serías más eficaz haciendo otras actividades?

Cada estilo tiene sus ventajas e inconvenientes, de hecho, en la realidad se suelen combinar varios tipos de liderazgo. La clave que te puedo dar para orientarte es que analices tu potencial como profesional y el de tus personas. Y, en función de lo que cada parte pueda aportar, darle mayor o menor protagonismo en la toma de decisiones. Recuerda que no todo tiene que ser blanco o negro, puedes combinar los estilos según tu criterio.

 

Estrategias.

¿Puede tu empresa dedicar sus esfuerzos principales a generar una marca conocida y reconocida? ¿Necesitas cumplir con objetivos a corto? ¿Te encuentras en un mercado maduro o más bien cambiante en el tiempo? ¿Estás en un mercado B2B, B2C o ambos? En definitiva… ¿tienes que generar estrategias diferentes por necesidad de tu negocio o por imposiciones del sector?

Estos son los tipos de preguntas que tienes que hacerte para poder determinar si correrás con un fórmula 1 o una bicicleta.

Mi opinión es que invertir en la marca es invertir en el futuro de la organización. Al final, los clientes buscan confianza y seguridad, algo que solo se consigue a lo largo del tiempo y con mucho esfuerzo. Si te dedicas al mercado B2B entenderás perfectamente a que me estoy refiriendo, pero también es aplicable si te diriges a cliente final.

Si estás en un sector donde la innovación o la tecnología son críticos tendrás que pensar en estrategias a más corto plazo. Tendrás que anticipar los cambios que esperas con estrategias de muy rápida planificación y ejecución para poder ganar las carreras que se vayan presentando.

Aunque tengas una visión a largo plazo, cada cambio en el mercado te obligará a generar una nueva estrategia. Los sectores como el químico, el farmacéutico, las telecomunicaciones, el entretenimiento o incluso el alimentario cuentan con empresas que son muy activas en sus estrategias, casi siempre basadas en la innovación.

Y luego están los sectores más estables, como pueden ser el vitivinícola, el textil, la construcción, el automóvil o el turismo. No quiero decir con esto que no cuenten con componentes innovadores, pero son más de participar en un Tour que en la Fórmula 1. Tienen una visión más a medio y largo plazo y no suelen estar condicionados por cambios drásticos que les obliguen a variar de estrategia cada poco.

En todo caso, no solo tendrás que valorar la parte interna de tu pyme o tu sector de actividad. Debes de tener en cuenta, entre otros puntos:

 

  • El ciclo de vida en el que se encuentre tu empresa (nacimiento, crecimiento, estabilidad…).

 

  • Los objetivos que tienes (corto y medio/largo plazo) y cuáles son los prioritarios.

 

  • La capacidad para invertir en la marca de forma sostenida.

 

  • El tipo de cliente al que te diriges.

 

  • El tipo de producto/servicio que ofreces (compra única o recurrente, valor añadido, tiempo de desarrollo…).

 

No te lances a todo sin saber lo que necesitas. El tipo de liderazgo y el modelo de estrategias dependen de muchos factores y lo que elijas tendrá un efecto en los resultados. Por eso, una auditoría estratégica te dará las claves de lo que puedes necesitar, que muchas veces no es lo que esperabas.

No olvides que puedes combinar la Fórmula 1 y el Tour. Puedes tener estrategias variables combinadas con un estilo de dirección participativa. O una estrategia a largo plazo basada en una dirección centrada en el líder. Todo dependerá de lo que seas como empresa y el terreno donde tengas que competir. Lo importante es tener un camino claro y nítido que te lleve a cumplir tus objetivos.

Entonces… ¿Te vas a poner casco o maillot?

 

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Las comparaciones son...¿odiosas?

Las Comparaciones siempre son…¿Odiosas?

Más bien por desgracia que por suerte, vivimos en una sociedad donde estamos constantemente comparando cosas, personas o situaciones. Confrontamos el coche del amigo con el nuestro, las vacaciones del vecino, el éxito profesional del compañero o la buena salud de los otros. Y llegamos a una conclusión que casi siempre es la misma…¡ellos están mejor que yo!

Aunque es la propia sociedad la que nos empuja a esta permanente comparación con los demás, no es menos cierto que también nosotros somos responsables de buscar siempre superar al de enfrente sea en el campo que sea. Y las redes sociales están siendo el altavoz y canal perfectos para difundir nuestros logros…y también para observar con cierta envidia los de los demás.

Ser mejor que los demás se ha convertido en un objetivo crucial para muchos, no importa que con ello no logremos crecimiento personal o mayores capacidades. Lo que realmente importa es superar al otro, ser más que él. Y en esta loca carrera por ser mejor que el vecino nos vamos dejando muchas cosas, la principal, la búsqueda de nuestros propios objetivos, y por el camino ignoramos las oportunidades que nos ofrece la vida para desarrollar de verdad nuestras capacidades.

 

¿Es entonces bueno o malo compararnos con los otros?

La mayoría de los psicólogos nos dirían que no es bueno compararse con los demás si ello conlleva una frustración por no lograr igualarlos o superarlos. Y nos contarían que tenemos que buscar nuestros propios retos, nuestro propio camino, que no es el de los otros. Además, hay que valorar todo lo bueno que tenemos, y no lamentarse por lo que no poseemos (y los otros sí). Nos explican en definitiva que cada persona tiene que trazar su propia ruta de crecimiento.

Yo no estoy completamente de acuerdo con lo anterior, y me explico. Si bien tenemos que ser capaces, de acuerdo con nuestras posibilidades y limitaciones, de ser dueños de nuestras decisiones, con independencia de lo que puedan hacer o no los demás, también es cierto que podemos fijarnos en las cosas buenas de los otros y aprender a aplicarlas a nuestra vida personal.

Piensa en estos ejemplos. Gandhi nos enseñó que se pueden lograr grandes cosas a través de la compasión, Stephen Hawking fue un ejemplo para todos los que, teniendo enfermedades graves, son capaces de desarrollar increíbles capacidades y Víctor Frankl, que la resiliencia puede ayudarnos a buscar nuestro propósito en la vida. Y hay muchos más ejemplos.

¿De verdad no podemos aprender nada de estas personas? ¿No es bueno compararse con ellos para aprovechar en nuestro beneficio sus buenas acciones? La respuesta creo que está clara. El mensaje fundamental es que no solo podemos, sino que debemos analizar en los demás aquellos factores que son importantes para la mejora como personas y ver si podemos aplicarlos a nuestra situación. Y nunca son cosas materiales, ¡qué casualidad!

 

¿Tiene sentido que compares tu pyme con otras?

Al igual que hacemos las personas, las empresas también están casi de forma constante analizando y comparándose con otras a las que supone su competencia. Cabe preguntarse si esto es bueno o malo.

Para empezar, muchas veces nos comparamos con quien no tiene sentido hacerlo. Creemos que la empresa X o la Y son la referencia en nuestro sector y tratamos de parecernos a ella lo más posible. En muchos casos, eso conduce a estrategias equivocadas. ¿Por qué? Por la razón que explicaba más arriba cuando me refería a las personas. Los objetivos, recursos y estrategias de una organización son exclusivos de ella misma. Nunca trates de hacer lo mismo. Lo que funciona en una empresa puede no servir en otra.

Otro error al compararse con otra pyme es no delimitar bien el mercado en el que está cada uno. ¿De verdad tu competencia es la que dices que es? ¿Tenéis el mismo tipo de clientes? ¿Productos similares? ¿Los mismos precios? Y, sobre todo, ¿compartís los mismos objetivos?

Si te comparas con empresas o mercados que no son realmente con los que compites lo más probable es que te equivoques en tu orientación estratégica. Por mucho que intentes incorporar prácticas, productos o estrategias de marketing de la competencia, no lograrás nada, excepto malgastar tiempo y recursos. Haz una reflexión previa…¿Cuál es realmente mi campo de batalla? Y mira ahí qué empresas están compitiendo. Esas sí son las que debes analizar.

La vigilancia competitiva, o lo que es lo mismo, estar pendiente de las empresas con las que compites, de sus cambios y del estado general del arte en tu sector, sí es una herramienta útil. De hecho, es imprescindible para saber cómo está y evoluciona tu sector.

Además, tienes una técnica todavía más poderosa para comparar tu pyme con otras similares a la tuya, que es el Benchmarking. Se trata de analizar diversos aspectos clave de tu organización y contrastarlos con los de las empresas de tu competencia que mejor lo estén haciendo. El objetivo, aprovechar las buenas prácticas de los mejores para incorporarlas a tu organización.

Para que tenga éxito el proceso debes compararte con pymes similares (en tamaño y recursos), por lo que te expliqué más arriba.

Un Benchmarking se puede hacer de común acuerdo con un grupo de empresas del mismo sector, en cuyo caso los beneficios se comparten por todos, o sin contar con nadie.

Yo tuve la ocasión de realizar para un cliente un Benchmarking sin contar con la competencia. El objetivo era conocer cómo enfocaba su estrategia comercial y de marketing un grupo de empresas del sector de la construcción en la zona norte de España. Se preparó un cuestionario con los puntos más relevantes que se querían analizar y se realizó un trabajo de campo durante dos semanas visitando a las empresas. Se orientó como un estudio de mercado.

El resultado del Benchmarking proporcionó a mi cliente una fotografía real de las prácticas comerciales y de marketing de sus competidores referencia. Posteriormente se valoró como mejorar en los aspectos que estaban funcionando en esas firmas, su posible aplicación al caso de mi cliente y los resultados esperados.

El resultado fue muy positivo. Permitió a mi cliente conocer sus puntos débiles frente a sus competidores y mejorar aquellos que estaban siendo exitosos en las otras firmas. Una manera directa de contribuir a ser una empresa más competitiva gracias a una comparación con las organizaciones similares que lo estaban haciendo bien.

 

Benchmarking acordado entre empresas.

En este caso, se ponen de acuerdo varias empresas del mismo sector para compartir sus buenas prácticas e implementarlas al todo el conjunto.

Hay muchos ejemplos, como es el caso de los puestos del mercado de abastos de Logroño, que se han unido para implantar un servicio de reparto a domicilio. Pero para mí los más eficaces a la hora de implementar mejoras son los Centros Tecnológicos.

El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja (CTCR) es un ejemplo. Las empresas fabricantes de calzado e industrias anexas de La Rioja han creado este centro con el objetivo de impulsar la mejora de la competitividad de las empresas del sector a través de la generación de valor añadido tanto en sus productos como en sus procesos productivos. Y lo hace realizando proyectos conjuntos en áreas muy diversas como la nanotecnología, la biomecánica o la mecánica y prototipado. Los beneficios de estos proyectos benefician directamente a los participantes en cada uno de ellos.

En otros casos, si no existe un Centro Tecnológico de tu sector, puede ser una oportunidad para que tu empresa impulse su creación. Fue lo que propuse a un cliente del sector de la construcción y que culminó con el nacimiento de ARIC, la Asociación Riojana para la Innovación Constructiva.

Como ves, la colaboración entre empresas, en este caso para buscar mejoras comunes, es una buena forma de sacar partido a una comparación entre ellas. Más allá de que tengan que competir, con productos y servicios diferenciados, benefician a todo el sector, lo que a la postre les generará más crecimiento global.

 

Entonces…¿es bueno o no que me fije en otras pymes?

La respuesta la tienes en tu mano, después de las claves que te he dado. Solo debes plantearte las preguntas adecuadas…

 

  • ¿Estoy haciendo bien las cosas o podría hacerlo mejor?

 

  • ¿Qué pymes lo están haciendo bien y por qué? ¿Son como yo? ¿Competimos realmente entre nosotros?

 

  • ¿Cómo puedo saber lo que hacen bien?

 

  • ¿Se pueden aplicar de alguna manera sus buenas prácticas a mi propia empresa?

 

  • ¿Es mejor analizarlo por mí mismo o puedo contar con su colaboración?

 

  • ¿Existe alguna asociación o centro tecnológico en mi sector? ¿Puedo impulsarlo yo?

 

  • ¿Qué objetivos busco?

 

  • ¿Puedo dedicar tiempo y recursos a implementar las mejoras?

 

Dependiendo de tus respuestas, de tu situación actual y de tus capacidades puedes optar a una comparación beneficiosa para tu empresa o unirte a una asociación o clúster (que siempre recomiendo a mis clientes).

Y sí. Si me preguntas si es bueno compararse con otras pymes la respuesta es: ¡Siempre! Hacerlo con criterio y con buenos fines es también obligatorio. No puedes desconocer lo que funciona en tu sector y lo que hace bien tu competencia. Les estarás dando una ventaja innecesaria. Por eso analiza, compara y saca tus propias conclusiones.

 

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