Todos los días escuchamos afirmaciones del tipo: “…en los próximos veinte años un porcentaje que oscila entre el treinta y el sesenta por ciento de los trabajadores, (según la fuente) trabajarán en profesiones que hoy no existen…”. Sea el treinta o sea el sesenta, son muchos millones de personas.
Reflexionemos; si el tiempo medio para desarrollar una habilidad con maestría, o estudiar una carrera y adquirir experiencia en ella, con el objeto de ser un profesional resuelto, es de entre siete o diez años, y hoy en día ni tan siquiera existen los nombres de esas nuevas ocupaciones, profesiones, tendencias o necesidades, ¿dónde, cuándo y en cuanto tiempo se va a formar la gente para ello? ¿Quién va a crear e impartir la materia lectiva de algo inexistente, aunque no sea regulada?
No cabe duda alguna que en el mundo de la sobre información en el que vivimos nadie va a poder desempeñar actividad alguna sin haber antes adquirido una cualificación extraordinaria para su desempeño. Pero no termina ahí el tema, puesto que, ¿qué empresarios u organizaciones van a apostar e invertir por la creación de esas nuevas “empresas” dedicadas a cubrir un mercado o necesidad o tendencia aún inexistente? ¿Y dónde están los años de periodo de maduración inherente a cualquier nueva idea, por revolucionaria que con el tiempo resulte ser, al igual que lo fueron Facebook, Netflix o internet entre otros?
A tenor de esta reflexión existe una dicotomía entre lo que nos cuentan y lo que en realidad será. Si sucediera así faltarían años para inventar, estudiar, crear, formar, cualificar, desarrollar el negocio, asentar experiencia y prestar el servicio. Por lo tanto, parece obvio que dan por hecho una realidad irreal.
El orden normal de la evolución siempre ha sido que, a raíz de buscar o querer cubrir un “que”, precedido del “para” o del “por”, se buscaba el “como”. Hoy todo el mundo habla del “como”, pero no se conoce “que” se va a hacer o necesitar o “que” tendencia se va a seguir, y sin embargo nos generan ansiedad por crear un “como”.
Con este escenario el empresario y la empresa actual, están obligados a diversificar preocupándose lo absolutamente imprescindible por las numerosas nuevas tendencias que surjan a diario, pero eso sí, ahora más que nunca con un ojo puesto en las “startups”, pues es ahí conde nacerá el embrión de cada uno de los “que”, desconocidos hoy.
Trasladando toda esto al nivel del individuo, es vital hoy más que nunca ser un “líder sin cargo”, con la proactividad como principal doctrina de vida.
¿Quién es Eduardo Losada?
Nacido en San Sebastián en 1969, pero «jarrero» de adopción, ejerció desde muy joven cargos de responsabilidad en la empresa familiar hotelera, llegando a dirigir cinco hoteles de manera simultánea. Hoy afincado de nuevo en el País Vasco, en un bello entorno natural junto al monte Gorbea, realiza labores de facilitador de negocios para varias empresas del sector industrial en ámbito internacional. Apasionado de los deportes de riesgo y la escritura, ha publicado su primer libro «Lecciones Escondidas» un sencillo manual de auto ayuda apto para todos los públicos que evidencia muchos de los errores cotidianos en la vida de una persona común, arrojando las claves para evitarlos.