Vanesa Fernández Martínez una profesional del diseño gráfico con más de 17 años de experiencia en el sector del marketing.
Su carrera ha estado marcada por una sólida formación académica y una amplia experiencia laboral en diferentes ámbitos del diseño gráfico y el Marketing, trabajando para grandes empresas y para pequeños comercios y profesionales liberales.
Vanesa es de las que están convencidas, por su experiencia, de que el diseño es una herramienta estratégica indispensable para lograr la aceptación de la marca en el mercado a través de una relación emocional sólida y duradera con los consumidores.
Marketing y diseño van de la mano para que las pymes puedan competir mejor potenciando el branding como elemento diferencial frente a los competidores.
En este artículo nos habla de todo esto con un ejemplo real que ella misma ha podido experimentar.
A través del Laberinto de Marcas
¿Crees que las decisiones de compra que tomas cada día son fruto de tu elección?
¿Qué es lo que hace que prefieras escoger un producto en vez de otro?
¿Son decisiones conscientes o hay diversos factores que no percibes y que inclinan la balanza a la hora de seleccionar un producto o servicio?
Caminar por los pasillos de un supermercado puede ser una experiencia abrumadora. Los estantes están repletos de productos, cada uno tratando de atraer nuestra atención y asegurarse de que lo elijamos entre la multitud.
Sin duda alguna, aunque no lo percibamos, el branding juega un papel fundamental en nuestras elecciones de compra.
“Avanzo por los lineales del supermercado hasta llegar al pasillo de los cereales. Me encuentro con la caja de Kellogg’s Smacks. Su rojo vibrante no pasa desapercibido. El color rojo evoca emociones de pasión y energía. Como consumidora, me siento atraída por este color, que parece decirme: «¡Elígeme!». Es un recordatorio de cómo los colores, además de otros atributos, tienen el poder de influir en nuestras decisiones de compra.
La caja de Smacks no siempre tuvo este aspecto. A lo largo de los años, ha evolucionado para adaptarse a las preferencias cambiantes de los consumidores. Esta adaptación es un testimonio de cómo las marcas necesitan mantenerse relevantes y actualizadas para seguir siendo atractivas. El branding exitoso es flexible y puede evolucionar con los tiempos.
La elección de palabras en el packaging tampoco es arbitraria, es una parte esencial del branding. «Smacks» suena a diversión y sabor. Es una palabra que evoca una experiencia agradable y apetitosa. Cada palabra es cuidadosamente seleccionada para crear una narrativa que atraiga a los consumidores y les inspire confianza en la calidad del producto.
Además de las palabras, la imagen y la fotografía también desempeñan un papel crucial. La imagen de los cereales es muy atrayente… apetitosos, brillantes, dulces… es irresistible. Al ver la foto, no puedo evitar imaginar un vaso de leche caliente con esos cereales crujientes. La boca se hace agua y la experiencia del consumo se vuelve más real. La imagen del producto nos transporta a ese momento de disfrute.
Los Kellogg’s Smacks han dejado una huella imborrable en mi memoria desde que los probé por primera vez cuando era pequeña. A pesar de haber probado numerosos cereales, incluso de la misma marca, los Smacks se han convertido en mis favoritos. No solo se trata de un producto que conecta con la sensibilidad y los valores de su público, sino que también ha logrado ganarse mi confianza a lo largo de los años.
Este es un testimonio del poder del branding para construir la fidelidad de los consumidores y asegurarse de que el producto perdure en sus preferencias.
Los beneficios del branding resultan más que evidentes. Los cereales dejan de ser un producto más del supermercado para convertirse en “tus cereales”, esos que comías desde niña en la cocina de tus padres y ahora continúas ofreciendo a tus hijos para desayunar”
El branding efectivo: marcas que destacan y conectan emocionalmente con los consumidores.
A través del marketing y del uso del diseño podemos establecer conexiones directas con nuestras emociones. Esta conexión es vital en cualquier estrategia empresarial porque es la manera que tienen las empresas y por ende sus productos y servicios, de relacionarse con su público objetivo.
El marketing es el encargado de identificar y satisfacer las necesidades de los clientes empleando mensajes persuasivos que no solo atraen, sino que establecen conexiones emocionales. Este poder narrativo alcanza su máxima expresión cuando se encuentra acompañado por un buen diseño que plasma ese mensaje y lo convierte en algo visual que atraiga.
El diseño va más allá de ser una capa superficial, no es ningún lujo ni una inversión estéril. El diseño es la arquitectura visual que construye puentes entre la visión de una empresa y la percepción del consumidor. Desde la presentación de productos y servicios hasta la creación de interfaces amigables, el diseño no solo busca lo estético, sino que potencia la funcionalidad y la experiencia del usuario.
Y muchas empresas, autónomos y profesionales independientes aún se preguntarán por qué se deben incluir el marketing y el diseño en su estrategia empresarial.
Ambas disciplinas son esenciales para llegar al público objetivo y captar su atención. El marketing identifica los puntos de dolor y presenta soluciones, mientras el diseño ofrece una presentación visual que no solo atrae, sino que también comunica de una manera efectiva.
Para que una marca perdure y sea reconocida en la mente del consumidor debemos construir una identidad fuerte. En un mercado saturado y competitivo, la diferenciación es clave. El marketing destaca los atributos únicos de un producto o servicio, mientras que el diseño aporta la innovación visual que lo distingue y lo hace memorable.
Por último, la capacidad de adaptación a las tendencias del mercado es crucial. Tanto el marketing como el diseño deben ser ágiles y receptivos, ajustándose a los gustos y demandas cambiantes del público para mantener una imagen fresca y moderna.
En definitiva, invertir en marketing y diseño no es un lujo que no aporta valor, es una necesidad estratégica.
Lograr que nuestra marca o producto se conviertan en la propia identidad del consumidor y le induzca a disfrutar de una forma única y personal de nuestra oferta es una demanda del mercado que no puede ser eludida.
En un mundo donde la primera impresión cuenta y la experiencia del cliente lo es todo, subestimar el papel del marketing y el diseño sería cerrar las puertas al éxito empresarial. En conjunto son el motor que impulsa el éxito empresarial, una asociación irrefutable que transforma visiones en realidades y marcas en experiencias inolvidables.