Daniel Hombrados es licenciado en Economía por la Universidad Carlos III de Madrid. Aunque su carrera profesional pasó por empresas como Vodafone España y otras, en diferentes áreas como las finanzas o el marketing, aterriza en el mundo comercial en Grupo Planeta como vendedor a puerta fría.
La dura experiencia de la venta “en frío” no le desanimó. Por el contrario, lo vio como un reto personal y decidió que las ventas serían su objetivo profesional, empezando a trabajar en el sector inmobiliario.
Desde 2017, ya con experiencia en el área comercial, se decide por fin a poner en marcha su propio proyecto inmobiliario, donde cada día disfruta de su trabajo como vendedor.
En esta colaboración, Daniel rompe una lanza por esta profesión, tan poco valorada e incluso despreciada por muchas pymes pero que, sin embargo, es quizás la que más impacto puede tener en la cuenta de resultados.
Afortunadamente, el papel de las ventas y el vendedor (o comercial), ha ido cambiando. Y en muchas empresas en un puesto muy cualificado y reconocido.
El futuro es de los vendedores.
Algo que obsesiona a los jóvenes recién salidos de la universidad es tener una carrera profesional exitosa.
No pretendo definir qué es el éxito, pues, si me pongo a ello, encontraré tantas definiciones como personas. De hecho, si preguntas a la misma persona en diferentes horas del día, te dará respuestas diferentes. Dejémoslo en que estos jóvenes desean ser grandes profesionales, con buena reputación y mejor salario.
Y lo que tienen claro es que para ello deben poseer visión de negocio y conocer las diferentes áreas de una empresa. Así, se plantearán trabajar en estrategia, auditoria, finanzas, marketing, compras y desarrollo de negocio.
En todas estas áreas estarán dispuestos a remangarse y meterse en el fango. Vale.
¿Y ventas? ¿Qué pasa con ventas?
Bueno, las ventas se tocan de otra manera. Basta con definir la estrategia comercial y los objetivos… pero lo que se dice vender, que venda otro, que lo de patearse la calle no es para ellos. No están dispuestos a que alguien con menos formación y aspiraciones en la vida te diga que no le interesa tu producto.
Por eso, estos jóvenes no quieren dedicarse a vender, solo algún despistado. No estoy exagerando, esta es la realidad de las ventas.
¿Por qué pasa esto? Te cuento.
Es curioso que la parte más importante de un negocio, la única que hace que entre dinero directamente en la empresa, sea a la que menos importancia se le da desde arriba.
Si miras las ofertas de empleo de cualquier portal, la mayoría son trabajos “comerciales”. Las condiciones son entre pésimas y nefastas. Los requisitos para trabajar, nulos. Los planes de formación, inexistentes.
Es decir, se contratan a personas hiper cualificadas para puestos staff, de los que no repercuten directamente en el negocio, pero a nadie le importa que quien represente a la empresa ante los clientes no tenga ningún tipo de preparación para hacerlo con garantías.
No. Esto no debería funcionar así.
Los departamentos de ventas deben ser los de mayor especialización dentro de la empresa, los más formados, los más cuidados. Porque disponer de un equipo comercial de alto rendimiento es lo que te hará superar a la competencia en periodos de crecimiento y sobrevivir sin problemas en periodos de crisis.
Muchas empresas se han dado cuenta de ello. Otras… están en ello.
Por fortuna, algo está cambiando en el mundo de las ventas. Lo que era un trabajo con mala fama y sin ningún tipo de prestigio, se está convirtiendo en algo muy valorado por todos. No ha sido fácil llegar a este punto y queda mucho por recorrer.
El caso es que los grandes vendedores, gracias al potencial de internet, han sabido desarrollar una marca personal potente y han dado a conocer las múltiples oportunidades que te brinda saber vender.
Porque si sabes vender, puedes conseguir lo que te propongas. No lo dudes.
El futuro es de los vendedores.
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