Vivimos tiempos donde lo más valioso para cualquier empresa es el tiempo que le dedican sus clientes.
🔸Hoy, más que nunca, es sumamente complejo -y costoso- conseguir que el público al que te diriges te preste un poco de atención.
🔸Más todavía que recuerden tu marca y tu mensaje.
🔸Y casi imposible que, a la hora de tomar una decisión después de un tiempo, estés entre los elegidos.
Conseguir que tus clientes te miren y te escuchen es todo un arte. Pero también tiene una metodología.
La combinación de ambas perspectivas es una buena manera de superar las dificultades para que se fijen en ti, escuchen tu mensaje y te recuerden cuando deciden la compra.
Por mi experiencia, estas seis ideas que te presento suelen ayudar mucho para conseguir la atención de tu audiencia. Espero que, como a mí, te guíen en tus estrategias de marketing y comunicación.
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1️⃣ ¿Sabes cuál es tu público?
Aunque parezca una obviedad, es lo primero que olvidan muchos.
Se eligen canales generalistas, mensajes que no dicen nada a quien los escuchan o acciones que no llegan a quien nos interesa.
De toda la audiencia a la que puedes llegar, solo una pequeña parte es susceptible de convertirse en tu cliente.
Define cómo es tu cliente y te será más fácil saber dónde encontrarlo y cómo conectar con él. Este es un paso necesario para saber hacia dónde tienes que dirigir tus esfuerzos.
2️⃣ ¿Cuál es el mejor espacio y momento para dirigirme a mi cliente?
Si no quieres ser molesto y que tu marca se asocie a sentimientos negativos, piensa antes cuando y donde es mejor dirigirte a tu audiencia.
Evita interrumpir sus momentos de disfrute o de trabajo. Hay un tiempo solo para las personas y otro para la interacción con las marcas.
El reto es descubrir cuales son en tu caso particular y hay herramientas para saberlo.
3️⃣ ¿Los canales más populares son los mejores?
Todo el mundo piensa que hay que estar donde están todos. Instagram, TikTok, Youtube, WhatsApp…y olvidan que es casi imposible captar la atención de un público que no presta atención ante el tsunami de impactos que recibe de forma continua.
Salvo que inviertas cantidades de dinero disparatadas, lo normal es que tu marca sea invisible entre tanto ruido.
Que los medios online sean más baratos que los offline no los hace más efectivos. Al revés, lo barato, si no es lo adecuado, suele salir muy caro.
Evita los canales más saturados y elige espacios y momentos para encontrarte con tu audiencia donde puedas destacar.
4️⃣ El mensaje importa tanto como el canal y el momento.
Cuida tu comunicación, no solo la estructura de tus mensajes, también el diseño, ya sean videos, textos, imágenes, audios o papel.
Las personas cada vez más se dan cuenta de cuando un trabajo es de calidad y cuando es una chapuza.
Y algo fundamental…
Lo que es importante para ti puede no serlo para tu público. Si es relevante o no siempre lo decide el que recibe tu mensaje.
Haz que tu mensaje interese a tu audiencia y no olvides que esté siempre alineado con tus valores de marca.
Esto es algo que te será muy difícil si no has puesto en marcha la primera clave que te he dado.
5️⃣ ¿Con quién asocio marca?
Cuidado con esto.
En una época en las que el uso de «embajadores de marca», influencers y personas que encarnan la imagen de nuestra empresa es fácil equivocarse de perfil y unir nuestra marca a quien no representa nuestros valores.
Yo soy poco partidario de utilizar a influencers o youtubers para llegar a la audiencia.
En estos casos, nunca tienes el control de tu comunicación y, además, puedes obtener un efecto indeseado en tu público.
El reciente caso de la cerveza Bud Light con la ‘influencer’ transgénero Dylan Mulvaney es solo el último de los patinazos a los que se puede exponer una marca cuando no se miden los riesgos.
Selecciona muy bien con qué o quién asocias tu marca para no llevarte sorpresas desagradables que luego son complicadas de revertir.
6️⃣ ¡Sé diferente!
Esto es lo más complejo.
Hoy, para destacar, cada empresa intenta lograr una diferenciación, muchas veces cayendo en lo pueril o soez.
Hay que evitarlo.
Tienes que partir siempre de tus valores de marca, que son los que definen tu personalidad.
A partir de ellos, hay que construir un mensaje atractivo, que despierte interés y que destaque frente a lo establecido.
También existen técnicas de marketing orientadas a conseguirlo: los océanos azules existen, bien lo saben muchas empresas, identificarlos es tu misión.
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👉 Un último consejo.
Tú, como empresa, eres única e irrepetible. Tus valores, tus productos y tu personalidad hacen de ti una organización singular. No puedes ni debes compararte con otras, menos aún imitar sus estrategias de marketing y comunicación. Porque lo más seguro es que fracasarás.
Cualquier estrategia que tengas en la cabeza para atraer a tus clientes debe de partir de un lienzo en blanco, olvidarte de lo que está de moda o les funciona a otros y centrarte en tu caso particular, que es único en el mercado.
Abre la puerta a nuevos canales de interacción, como los eventos presenciales, los medios de comunicación muy segmentados que existen, el micro-marketing o los canales digitales propios.
Por mi experiencia, salirse de lo habitual y pensar en lo más lógico para cada empresa y mercado suele ofrecer muy buenos resultados.
Y no olvides respetar a tu audiencia.
No todo vale para conseguir la atención. Ponerse en el lugar de tus clientes es una buena manera de cambiar la forma de pensar a la hora de planificar tu marketing. No hagas nunca lo que tú nunca admitirías. Una buena manera de evitar malas acciones.
Atrévete a ser rupturista y desplaza tu mente hacia espacios inexplorados.
Muchas veces se encuentra ese oro que todos buscan.
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Conecta emocionalmente con tu cliente y venderás.
Comunica bien y harás crecer a tu marca.