Centrarse en lo importante.

Las pymes, y por extensión cualquier organización, al igual que todos nosotros, están siendo desbordadas por un mar de información, de contenidos y de mensajes a través de decenas de canales y soportes.

Parecería que estamos viviendo un momento especialmente interesante, tenemos a nuestro alcance más información que nunca y muchas veces ni siquiera tenemos que buscarla.

Este flujo de información nos permitiría tener más elementos para valorar las cosas y tener más capacidad de discriminación y de juicio. Pero no es así, justamente se produce lo contrario.

Algunos ya le han puesto nombre, Infoxicación, que no es más que una saturación de información que impide al receptor procesarla de forma lógica para poder tomar decisiones o formarse opiniones.

 

Hace algún tiempo dediqué una entrada en mi blog a otro asunto que está relacionado directamente con este, y es la economía de la atención. Este término define un nuevo escenario donde las empresas compiten por conseguir atraer la atención de la audiencia.

La economía de la atención da como resultado un volumen de ruido cada vez mayor en los canales de comunicación provocando la infoxicación.

Ya entonces alertaba del peligro de que se sustituya tu producto, tus valores o tu marca por una serie de herramientas y tecnologías que tienen como fin captar un tiempo de tu atención, robado por supuesto a tus competidores.

El foco del negocio deja de estar en ayudar a las personas a conseguir el cambio que buscan para, sencillamente, atraerles con un truco de magia, una sorpresa inesperada o un contenido polémico. Todo vale para robar el tiempo de las personas a la competencia.

El dilema para los que tienen que tomar decisiones estratégicas en las pymes es muy sencillo:

🔸¿Soy honesto con mi marca y mis valores para competir o entro en el juego de la atención con las mismas armas que el resto?

 

¿Qué hacen las pymes? ¿Qué harías tú?

 

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Lo que nunca debes olvidar en tu estrategia de negocio.

Una manera de no tener que entrar en este juego destructivo que no beneficia a nadie es, como señalaba en el artículo, seguir estos pasos…

 

▶️ Segmentar bien a tu público,

▶️ elegir los espacios y momentos donde estén más abiertos a recibir mensajes o contenidos de tu marca,

▶️ evitar los canales más saturados,

▶️ cuidar tu comunicación en el fondo y en la forma,

▶️ elegir bien con qué o con quién asocias tu marca,

▶️ ser diferente.

 

Pero más allá de tener en cuenta estos elementos, hay algo que está muy por encima de todo y que es lo que realmente te hará centrarte en lo realmente importante en tu empresa: tu misión.

Cada vez que te sature el ruido constante de informaciones en los diferentes canales, desconecta de todo y vuelve tu pensamiento hacia la misión de tu empresa, o lo que es lo mismo, la respuesta a las preguntas

 

🔸¿Por qué existe tu empresa?

 

🔸¿Qué aporta a la sociedad en la que está?

 

Tener presente en todo momento la misión de tu empresa te hará poner el foco en lo realmente importante y no dejarse llevar por lo que otros puedan hacer para captar la atención de su público.

Al recordar tu misión estás dando el primer paso para construir una estrategia que contribuya a cumplirla, sin distracciones ni dudas.

Recuerdo cuando definimos la misión de uno de mis clientes, dedicado a la construcción de vivienda residencial:

 

Construimos y promovemos para las personas.

Aportando soluciones o haciendo realidad los deseos de las personas a través de proyectos de vida, familiares, sociales o empresariales.

Teniendo siempre en cuenta la sostenibilidad, el medio ambiente y las nuevas tecnologías.

 

A partir de esta definición, la estrategia de este cliente pudo orientarse al cumplimiento de esa misión.

 

 

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El otro factor que te ayuda a cumplir tu misión son las personas.

Las personas son las que marcan la diferencia entre unas organizaciones y otras. Son un activo que aporta valor al resto de la estructura y, lo más importante, es difícilmente imitable.

 

Orienta tu misión teniendo en cuenta los tres tipos de personas con los que te vas a relacionar,

 

▶️ Las personas destinatarias de tu misión, tus clientes actuales y futuros.

 

▶️ Las personas que son tus aliados y colaboradores.

 

▶️ Las personas que están contigo dentro de tu organización.

 

Si de verdad quieres centrarte en lo importante, ten presente en todo momento que tienes una misión que cumplir, unas personas que lo harán posible y otras a las que ayudarás a conseguir el cambio que buscan.

 

Con esto es mente podrás evadir la lucha por la atención de la que te hablaba y la infoxicación subsiguiente.

 

Crearás tus propios espacios y momentos para cumplir la misión por la que existes, priorizando aquello que nunca te van a poder copiar: las personas.

 

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