Hay que aceptarlo.
Muchas veces un problema en nuestro negocio no tiene solución.
Es una realidad que muchos no quieren admitir, pero que sucede en bastantes ocasiones.
Pero, lejos de ser una fatalidad, nos ofrece una sorpresa inesperada.
✅ Porque la mayor parte de las veces, ese problema se puede convertir en irrelevante.
Para ello solo necesitas cambiar la forma de pensar y analizar lo que está pasando. Y te darás cuenta de que lo que a ti te parecía un problema, en realidad no lo es porque estabas mirando donde no debías.
Si el problema es irrelevante, no te afectará. Eso sí, la nueva forma de abordar la situación te hará ver qué está pasando en realidad.
Y desatascar el rompecabezas con más facilidad.
👉 Te cuento el proceso con un ejemplo muy revelador.