Análisis-Teletienda-Marketing-Comunicación

¿Te parecen malos los anuncios de teletienda? Lo analizamos paso a paso y descubrimos porqué tienen éxito.

Seguro que conoces los anuncios de televisión que aparecen de vez en cuando en ciertas cadenas, donde se ofrece un producto estrella, que siempre es innovador y que ahora está en oferta. Y si tienes ya una edad, recordarás incluso cómo comenzó este tipo de anuncios, al menos en España, que creo que fue con los famosos cuchillos japoneses Ginsu. Eran anuncios que cautivaban por su estructura, su capacidad para mantener nuestra atención, y, sobre todo, tenían una alta tasa de compra (hoy lo llamaríamos tasa de conversión). Son anuncios, por lo general, feos en lo estético, incluso a veces rozando lo grosero, pero que esconden una estrategia comunicativa muy bien diseñada y probada con éxito hace años en el país donde se originaron, los Estados Unidos. En esta entrada, trataré de desvelar las claves, en términos de marketing y comunicación, que explican el éxito de esta fórmula de venta.

¿De dónde vienen las teletiendas?

La demostración de productos a domicilio era una estrategia de ventas muy común en los Estados Unidos, desde la década de los años 50 en adelante. Muchas firmas, con artículos, especialmente los del hogar, habían confiado en este sistema comercial como la mejor manera de captar clientes. La capacidad de interacción personal y la posibilidad de hacer una demostración de uso en el propio hogar, junto con una atención exclusiva (sin competencia directa) explicaban su apuesta y su éxito. Yo mismo recuerdo haber adquirido hace años un aspirador Rainbow que solo se vendía por este sistema, y recuerdo que lo que nos acabó de convencer a mi mujer y a mí fue cómo el aspirador recogía la ceniza derramada por el vendedor en nuestra alfombra sin que quedara en ella ningún rastro o mancha de suciedad.  Luego llegaron otros productos canalizados por este mismo sistema de venta, como la famosa Thermomix de Vorwek, o los productos de limpieza del hogar Stanhome. Este sistema de venta podría ser el antecedente de la teletienda, ya que ésta hereda los mismos mecanismos comunicativos y el formato “demostración de producto”, trasladando la interacción presencial por la televisiva. En esencia, son lo mismo.

 

El anuncio de teletienda paso a paso. Lo primero: convencerte de que tienes una necesidad insatisfecha.

Para analizar las claves ocultas dentro de este tipo de comunicación, utilizaré de ejemplo el anuncio de cuchillos Miracle Blade III.

Los primeros momentos del anuncio empiezan con la presentación de un problema o necesidad (real o no) en la cocina: mis cuchillos no cortan… Se utiliza la exageración para dejar claro que el problema es real y no ficticio, enfatizando además que realmente el problema existe.

Inmediatamente, se presenta la solución, los cuchillos Blade III, que cortan una piña en el aire (de nuevo exageración), que son de alta tecnología y ¡ojo!, son un éxito de ventas. En términos de comunicación, expresa contraposición: algo muy malo (mis cuchillos) con algo excepcional (los Blade III). Esta comparación (reforzada por la confianza de otros compradores), tiene un ganador claro.

 

La utilización de un prescriptor genera confianza en el producto.

Un cocinero profesional (más si este es conocido como el chef Tony) no puede estar equivocado. En este anuncio, el producto es usado por un cocinero que utiliza el producto en su trabajo diario y lo recomienda. Presenta sus elementos distintivos (mango curvo y hoja permanentemente afilada) usando múltiples productos, como tomates o naranjas. Objetivo: generar confianza en el cliente. (Si te fijas, el público que asiste al anuncio son también cocineros…).

Durante la demostración, se recurre de nuevo a la exageración (cortar madera o metal) para reforzar la idea de hoja indestructible y afilada. La imagen es convincente. El ritmo de la presentación (ágil, muy dinámico), no permite al espectador un segundo de reflexión sobre lo que está viendo, así no valora de forma tranquila y objetiva lo que ve. Esto tiene como consecuencia que los impactos van llegando en cascada, reforzando el mensaje cada vez más en el inconsciente del espectador-cliente.

 

Múltiples usos del producto: el cliente lo usará en algún momento

La parte central de la demostración se dedica a utilizar el producto en múltiples escenarios de uso: cortar pan, picar cebolla, lonchear carne, pelar pescado… El objetivo de esta fase es convencer al televidente de que sea cual sea el escenario que tenga en su casa, o en su cocina en este caso, el cuchillo siempre le será necesario y útil. Se trata de ampliar el segmento de clientes potenciales al máximo, abarcando todo tipo de usos del producto.

 

Hace entrada un presentador, y llegan los nuevos modelos que completan la gama.

La función del presentador es clave. Se trata de que sea el reflejo de cualquiera de nosotros. Le hace preguntas y le plantea retos que nosotros mismos haríamos. De esta forma, el espectador se ve identificado con este presentador. Además, tiene otra función: darle pie al cocinero-demostrador para que presente otros modelos de la gama de cuchillos, otros usos, y reforzar la calidad del filo y su diseño.

En esta fase del anuncio, el espectador ya está convencido de los principales atributos diferenciales del producto, porque además ya ha presentado otros modelos. Sin embargo, empieza a preguntarse por el precio (algo tan bueno no será barato). Es cuando entra en escena la comparación junto a la exageración (el precio en el mercado de solo un cuchillo es mayor que toda la colección de los Blade III. Con este argumento, que como decimos no es analizado ni reflexionado por el espectador, debido al ritmo del anuncio, se trata de derrumbar la barrera del precio: solo 59,90 euros por todo. En esta fase, ya comprarán un buen porcentaje de los espectadores, porque tienen los datos suficientes para tomar la decisión: buena calidad, recomendado por un experto, afilado garantizado, durabilidad, múltiples usos y, sobre todo, un precio que, en el peor de los casos, no va a ser un problema en caso de que la compra no le satisfaga con el tiempo. La mítica frase “haga su pedido ahora” es un mensaje directo para que este grupo de personas ya convencidas, realicen la compra.

Una vez conseguido ese primer grupo de convencidos, se trata de pescar a los indecisos (si siguen viendo el anuncio es porque todavía tienen un interés).

 

Convencer a los consumidores dudosos: mensajes y claves.

Para atraer a los espectadores indecisos, se utiliza una herramienta muy bien pensada: la opinión de una persona experta sobre el producto. Si es un producto relacionado con la salud, será un médico, si es uno de limpieza, quizás un profesional del sector. En este caso, no queda claro quien aparece analizando y valorando las bondades de los Blade III…pero, si os fijáis, la escena se desarrolla en un espacio lleno de herramientas. Eso deja entrever que es un profesional de las herramientas, por tanto, tiene una opinión cualificada. No es ya el cocinero o un ama de casa, es un experto. El objetivo, reforzar los atributos del producto más si cabe.

Tras un minuto y medio de resumen de las características del producto y sus múltiples usos viene lo que yo llamo la traca final comercial: el producto, “si llama en los próximos minutos”, irá con dos regalos, un cuchillo adicional y un fantástico exprimidor. Con este refuerzo de comunicación final, los espectadores que estaban dudosos tendrán un argumento muy convincente para tomar su decisión. Es una estrategia de comunicación comercial muy bien diseñada, como has podido ver.

Resumo en este esquema la estructura, mensajes y objetivos del anuncio, ordenados por sus partes principales.

Fase 1: presentación del problema o necesidad y su solución. (Minutos 0.00 a 06.45)

Objetivo: convencer al espectador de que tiene que adquirir el producto porque resuelve una necesidad real no cubierta. Desacreditar los productos similares que tenga actualmente el cliente (sus cuchillos de cocina).

Mensajes y herramientas de comunicación: problema-solución, exageración, comparación, contraposición.

 

Fase 2: entrada de un presentador, presentación de múltiples usos del producto y primera llamada a la acción (compre ahora). (Minutos 06.45 a 12.54).

Objetivo: generar confianza con la presencia del presentador, ampliar el segmento de posibles compradores y convencer al primer grupo de espectadores.

Mensajes y herramientas de comunicación: identificación, comparación (precios), exageración, desacreditación de productos similares y llamada a la acción (compre ahora).

 

Fase 3: refuerzo de mensajes principales con la entrada de un prescriptor profesional, presentación de una oferta final mejorada y llamada a la acción (compre ahora). (Minutos 12.55 hasta el final).

Objetivo: aportar nuevos argumentos para que los espectadores dudosos queden convencidos y realicen la compra.

Mensajes y herramientas de comunicación: credibilidad (de un experto), mejorar y aumentar la oferta, llamada a la acción (compre ahora).

 

Como has podido ver, lejos de ser anuncios simples y tontos, son un compendio de estrategias de comunicación audiovisual que esconden mensajes muy profundos y estudiados. Una metodología de éxito probado y de la que podemos sacar conclusiones muy interesantes para otras acciones de marketing y comunicación que emprendamos.

Hoy este tipo de anuncios han sido comprimidos en dos o tres minutos de duración (aunque con la misma estructura y mensajes) para un uso más general en televisiones generalistas. También existe la versión presencial de la teletienda, que podemos encontrar sobre todo en eventos y ferias. La demostración de productos no ha perdido validez, se adapta a los nuevos canales de comunicación y certifica su validez en productos de gran consumo y bajo coste. Un buen ejemplo de marketing adaptativo de éxito.

(Como siempre, tanto si te ha gustado como si no, te agradeceré tus comentarios y opinión).

El Marking tradicional ha vuelto

La vuelta del marketing real

(Imagen cortesía de @RosanaRosas17, https://rosanarosas.com/)

Con el avance tecnológico que nos envuelve, y que acapara grandes espacios de nuestro ámbito vital, es difícil pensar que “lo analógico” pueda tener alguna cabida. Repasando algunos datos, nos damos cuenta de que interactuamos cada vez más a través de dispositivos inteligentes, evitando en lo posible una relación directa y tangible. (Informe Sociedad Digital en España 2018, Fundación Telefónica):

  • El uso diario de la mensajería instantánea casi duplica al de llamadas por móvil y fijo.
  • El 60 % de la población envía mensajes instantáneos varias veces al día, mientras que un 24 % llama por móvil y solo un 12 % por el fijo.
  • El comercio electrónico está creciendo en España por encima del 15 %, avanzando cada vez más sobre el comercio físico.

Además, está el crecimiento año a año de las aplicaciones móviles para resolver todo tipo de gestiones (Banca, Sanidad, Administración…) o directamente para comunicarse, bien sea entre personas, B2C o B2B. En definitiva, la tecnología nos ha abierto nuevos canales de relación que, por su inmediatez, cada vez usamos más.

Si trasladamos esta tendencia al mundo del marketing, veremos que el auge de lo digital está creciendo cada año. Superadas, aunque no abandonadas, las estrategias de email marketing, las empresas apuestan cada vez más por utilizar las redes sociales como herramientas de comunicación con su target. El marketing digital ofrece muchas ventajas a las pymes:

  • Inversiones más ajustadas que en el marketing tradicional.
  • Mayor capacidad de segmentación del público.
  • Más agilidad para poner en marcha campañas.
  • Seguimiento y valoración en tiempo real de los resultados de las campañas.
  • Más interacción.

La tienda online se hace física

Frente a todo ello, parece que el marketing y la comunicación más tradicional está perdiendo fuerza. No obstante, la digitalización está produciendo un efecto no deseado en los usuarios y consumidores: está perdiendo la conexión humana, como señala este estudio de la firma Deloitte. Si bien la tecnología multiplica las capacidades de relación a todos los niveles, también anula la relación cercana y emocional que tiene una comunicación en persona. Tocar, oler, sentir…son sensaciones que se están perdiendo en la comunicación digital, lo estamos empezando a echar en falta y las organizaciones ya están tomando cartas en el asunto.

Un ejemplo de estos cambios en las estrategias lo tenemos en las empresas que son cien por cien digitales y que están abriendo tiendas físicas. AliExpress, el gigante chino del comercio online ya dispone de una tienda física en Madrid y este mes de noviembre abrirá la segunda en Barcelona. El objetivo: hacer tangible un modelo de negocio que solo existe en internet, hacerlo real y permitir al cliente que sienta y experimente lo que es la marca en un entorno físico. Yo lo veo como una estrategia de branding novedosa que convierte a las tiendas AliExpress en un inmenso anuncio que, estoy seguro, potenciará las ventas de su tienda online. Generará un plus de credibilidad y confianza en la marca. Curiosamente, según un estudio de Salesforce, a la hora de realizar la primera compra, el 71% de los consumidores españoles deciden ir a la tienda física. Después ya solo compran en tienda física un 27 %. Y cada vez es más común que los usuarios elijan la compra en tienda física y luego realicen la compra online. Como ves, las estrategias digitales se complementan con las estrategias tradicionales.

Otro ejemplo de la transición del comercio online al físico es el de Nespresso. Esta firma fue pionera en la venta de máquinas de café instantáneo y de las correspondientes cápsulas. Debido al éxito, empezó una estrategia de apertura de tiendas físicas para ofrecer al cliente una experiencia real que transmitiera, apelando a la emoción, sus atributos de marca: calidad del café, pertenencia a un club y, sobre todo, exclusividad. La tienda-boutique de Paris en los Campos Elíseos es el ejemplo perfecto. Resultado: un refuerzo de marca notable y que lo diferencia de las otras empresas del mercado.

 

Te dejo este interesante artículo de Dimas Gimeno, en el que se hace eco de los cambios que el sector del retail está dando en China, donde el foco vuelve a estar en atraer al cliente al espacio físico.

¿Ha muerto el marketing de toda la vida?

Hace no demasiado tiempo, tuve la ocasión de comprobar cómo una estrategia de marketing no digital contribuyó positivamente al refuerzo de marca en un público objetivo muy seleccionado. Una empresa quería dar a conocer una nueva máquina adquirida mediante una fuerte inversión a un grupo de potenciales clientes. Esta máquina, única en España, permitía realizar una serie de modificaciones en los productos de los clientes para dotarlos de elementos nuevos y más diferenciadores.

Para darla a conocer, se identificaron a las personas responsables de contratar este tipo de trabajos en toda España y se les hizo llegar una invitación personal para una presentación en la sede de la empresa. La invitación incluía dos días de estancia con actividades culturales y gastronómicas incluidas. De las cien personas contactadas, acudieron sesenta. También algunos redactores de medios especializados del sector. El evento fue un éxito. No solo se reforzó la imagen de marca líder (a través de la nueva e innovadora máquina) sino que se obtuvo un contacto personal (imposible en el mundo digital) con los clientes invitados. Todo ello amplificado con las reseñas publicadas en los medios del sector.

Este es solo uno de los muchos ejemplos que podría mencionar de como una estrategia clásica de marketing (en este caso utilizando herramientas de Relaciones Públicas y Comunicación) puede ser efectiva y rentable frente a otro tipo de estrategias alternativas basadas en lo digital. En este caso, se buscaba que los clientes tuviesen una experiencia real que dejara huella, asociando la marca de la empresa a los valores de liderazgo, innovación y capacidad.

Hay muchos ejemplos similares donde, aunque el elemento disparador de la estrategia (el inicio de la actuación) utiliza herramientas digitales, al final del funnel de ventas se utiliza el marketing más tradicional.

Por ejemplo, las bodegas están descubriendo las posibilidades que ofrecen sus instalaciones para ofrecer experiencias alrededor del vino con estrategias de enoturismo. Parten de una campaña genérica en sus redes sociales a través de herramientas de Inbound Marketing para segmentar el público y acaba el proceso con un contacto personal telefónico para completar el registro y cursar una invitación a conocer una experiencia enoturística de la bodega. El objetivo final es vender más vino, y la premisa es que lo que se recuerda con agrado siempre tiene más posibilidades de ser adquirido. Además de reforzar la imagen de la bodega, se hacen con una base de datos interesante para trabajarla en el futuro.

Así que no, el marketing de toda la vida no ha muerto, está muy vivo. Lo que se está produciendo es que al amparo de las nuevas herramientas y estrategias que utilizan medios digitales, los responsables de marketing tienen ahora nuevas oportunidades para combinar ambos métodos y obtener resultados óptimos.

 

El marketing tradicional se reinventa gracias al marketing digital.

Como señalaba al principio, el auge de la sociedad digital está deshumanizando las relaciones personales. La inmediatez de la comunicación a cambio de la despersonalización. Y ahora lo que se busca es precisamente lo que se está perdiendo. Para ello, el marketing tiene que reconectar con su público a través de la emoción y, cuando sea posible, del contacto personal. El Inspiring Marketing al que le dediqué una entrada hace unas semanas.

Un responsable de marketing debería seleccionar lo mejor de ambos mundos y construir una estrategia ganadora. El marketing digital dispone de herramientas muy útiles para hacer llegar nuestro mensaje a un gran número de personas. Podemos combinar contenidos de todo tipo (audio, video, infografías…) adaptando el mensaje al perfil que buscamos. La segmentación que obtenemos de las campañas digitales nos proporciona una buena base de partida para elaborar un marketing más cercano en el que podamos compartir espacios y experiencias con los clientes potenciales.

Estrategia para tu empresa: busca momentos de conexión con tus clientes

 

La clave para volver a conectar con tus clientes en un mundo digital es realizar un análisis de tu empresa, de tu sector y de los intereses de tu público. Así como las bodegas buscan el contacto directo a través de las experiencias enoturísticas, en tu caso concreto deberás encontrar los puntos de conexión en función de lo que tengas a tu disposición, siempre sin perder de vista el perfil de tu cliente. Esto no es fruto de una inspiración, sino de un análisis tranquilo que valore las diferentes opciones en función de su viabilidad y posibilidades de éxito. Muchas veces la oportunidad surge con ideas aparentemente sencillas que se convierten en potentes acciones de comunicación.

El marketing directo y las relaciones públicas siguen siendo indispensables a la hora de establecer lazos cercanos con nuestros clientes. Por ejemplo, una acción de marketing directo (tradicional) que realizamos hace ya algunos años consistió en enviar a los directores generales de varias empresas clientes una ejemplar de la revista Actualidad Económica. La portada estaba modificada, y en ella salía una foto del directivo con una frase alusiva a su éxito empresarial. Una campaña que perseguía llegar al núcleo emocional de las personas a través de un medio directo e impactante. La campaña se completaba con una “llamada a la acción” que incluía una invitación a una charla magistral de un reconocido empresario. Se trasladó un impacto positivo de marca y se obtuvieron contactos directos con las personas que interesaban a la empresa.

¿Qué espacios o momentos puedes crear para interactuar con tu público? Seguro que encuentras puntos de conexión. Dedica una jornada a pensar sobre esto y te darás cuenta de que puedes establecer esos puntos de encuentro. Haz partícipe del proceso a los miembros de tu equipo y, sobre todo, no olvides que combinar el marketing tradicional con las posibilidades del digital ampliarán tus posibilidades de éxito.

Comercial-VS-Marketing

Marketing vs Comercial: ¿amigos o enemigos?

Si hay una “rivalidad” paradigmática en la estructura organizativa de una empresa, esta sería la de los departamentos de marketing y comercial. En tiempos de vacas flacas, cuando las ventas no van como deberían ir, siempre hay un cruce de acusaciones más o menos veladas entre estas dos áreas, siempre con el objetivo de culpabilizar unos a otros de los malos resultados. Yo mismo, en mi trayectoria profesional, he podido vivir en primera persona estos enfrentamientos en alguna ocasión, y siempre he tenido la sensación de que son guerras perdidas desde el primer momento. En estos casos, solo la intervención de la dirección general es capaz de poner orden entre los responsables de ambos departamentos, como por otro lado no podía ser menos. ¿Por qué pasa esto?

Para responder a esta pregunta, tenemos antes que delimitar el campo de actuación de cada área funcional, estableciendo claramente los objetivos y actividades respectivas.

¿Cuáles son las responsabilidades de un departamento de marketing?

Hay muchas definiciones de marketing dadas por expertos en este campo, como Philip Kotler por ejemplo, pero más allá de precisar el concepto, creo que es más útil especificar qué aspectos son los que aborda. Y en mi opinión, el que recoge el conjunto de actividades del marketing es el de instrumento para generar oportunidades de venta. En algunas organizaciones también se llama preventa a la función del marketing. No es por tanto un objetivo la venta en sí, sino la de generación de escenarios factibles para que la actividad comercial se haga efectiva a través de la venta.

A través de esta definición, ya es posible delimitar algunas de las funciones propias del marketing (al que yo añadiría la comunicación):

 

  • Conocer el mercado al que se dirigen los productos y servicios de la empresa: sector, área geográfica, competencia, régimen de precios, amenazas, regulaciones…

 

  • Establecer la posición de la empresa en el mercado al que se dirige.

 

 

  • Perfilar el segmento de clientes objetivo.

 

  • Dar las pautas adecuadas para adaptar el producto o servicio al mercado objetivo.

 

  • Definir los canales de comunicación y los mensajes para dar a conocer la oferta al mercado.

 

  • Diseñar y poner en marcha campañas, ya sean informativas, de branding, de captación o de fidelización.

 

  • Proponer nuevos productos o servicios a la dirección de la empresa.

 

  • Respaldar la actividad comercial de la compañía con elementos de apoyo a la venta (material gráfico, informes, argumentarios…).

 

Como queda claro, en ningún momento se habla de vender o comercializar, sino de utilizar diversas herramientas que lo promuevan. De nuevo, lo que hace un responsable de marketing es apoyar proactivamente la actividad comercial para generar oportunidades de venta.

 

La actividad comercial, por su parte, tiene el campo de actuación más concentrado. Su principal misión es convertir las oportunidades generadas por marketing en ventas reales, transformar clientes potenciales en base instalada. Pero no solo eso. Deberá realizar una estrategia de contacto con el cliente que sea adecuada, un seguimiento de cada uno de ellos y un report actualizado del resultado de todo ello. Normalmente se utilizan modernas plataformas de gestión comercial (CRM) que facilitan esta tarea y que permiten que la información sea compartida por otros departamentos.

Entonces, si están bien delimitadas las responsabilidades de cada área… ¿Por qué se producen roces entre ambas? Precisamente por dicha delimitación. Yo creo que lo que se produce muchas veces es una falta de comunicación, se sitúa cada función en departamentos estancos. He llegado a conocer empresas que tenían centralizada el área de marketing en Madrid y la dirección comercial en Valencia, ¡y solo coincidían físicamente una vez al año! Y no es que esté en contra de optimizar recursos, pero no es concebible, con los medios tecnológicos actuales (¡Skype!), que no haya una comunicación fluida y constante entre marketing y comunicación. Las discrepancias entre departamentos se solucionan siempre en una mesa. Antes de proponer mi esquema ideal de trabajo conjunto, repasemos lo que cada bando tiene habitualmente en contra del otro (seguro que te identificas con algunas frases).

 

 

Quejas, quejas y más quejas…

El mal pagador siempre tiene excusas para librarse de sus obligaciones, suele decirse de los morosos. Algo así podría aplicarse a nuestros protagonistas de hoy. Veamos algunos ejemplos.

 

Los reproches de Marketing a su departamento comercial:

“No siguen una metodología en las visitas”.

“No utilizan bien el argumentario”.

“Solo se quejan de que tenemos los precios muy altos. No comunican adecuadamente nuestros elementos diferenciales”.

“No nos facilitan información sobre el mercado que visitan, así es imposible elaborar una estrategia efectiva”.

 

Las quejas del departamento comercial a Marketing:

“No nos dan herramientas adecuadas para vender”.

“Tenemos un producto que nadie valora”.

“El producto es demasiado caro para el mercado”.

“No es posible vender porque no se ha hecho una buena publicidad del producto”.

“Creen que vender es fácil, pues ¡que vengan un día a hacer visitas!”.

 

Para evitar llegar a este punto de reproches mutuos vamos a partir todos de un objetivo común, que es contribuir al crecimiento y la rentabilidad de la empresa. Si todos estamos de acuerdo con este principio-guía, es la hora de sentarnos a planificar une estrategia comercial y de marketing.

 

La estrategia es única para todos. Y su desarrollo también.

Para evitar desde el minuto uno posibles roces futuros, yo siempre recomiendo diseñar una estrategia conjunta que abarque tanto aspectos de marketing y de comunicación como los puramente comerciales. Una visión integradora que suponga un compromiso de todos en un objetivo y plan de acción concretos. En esta fase, es crucial que se fijen metas alcanzables, teniendo en cuenta los recursos disponibles de la empresa.

Por otro lado, la información con que cuentan ambos departamentos es muy diferente. El área comercial dispone de valiosos datos acerca del cliente y su comportamiento en el proceso de venta. También puede aportar información adicional sobre la competencia que encuentra en sus visitas. Todo esto es de vital importancia para preparar una estrategia realista. Marketing puede aportar otro tipo de datos extraídos de informes de mercado y de la propia empresa. Compartir lo que cada uno ha recopilado es fundamental para la coordinación posterior. Yo suelo recomendar a la gente de marketing que acompañe en alguna de las visitas al equipo de ventas. Suele ser muy útil conocer de primera mano el mercado.

Desarrollar la estrategia de marketing y comercial implica el establecimiento de un plan de acción común con un calendario de acciones concretas en el tiempo y responsables de su ejecución. También se deben fijar unas reuniones periódicas entre ambos departamentos para analizar el cumplimiento de los objetivos y establecer en su caso medidas correctivas.

Estas son algunas pautas que te propongo para lograr una coordinar una estrategia coordinada entre ambos departamentos:

  • Crear un espacio virtual para compartir toda la información que vayan generando ambos departamentos, como Microsoft Sharepoint o Teams por ejemplo.

 

 

  • Adaptar la información que hay que recopilar a las necesidades reales. El exceso de información genera retrasos y no es útil.

 

  • Crear un sistema de intercambio de información que sea ágil y permita reaccionar rápido ante los cambios.

 

  • Cuando se aprecien desviaciones en los resultados previstos, analizar conjuntamente las causas y promover acciones de mejora.

 

  • Actuar en el corto plazo, pensando en el medio y largo plazo. O lo que es lo mismo, construir valor de marca mientras se atienden los objetivos comerciales de cada ejercicio.

 

En definitiva, se trata de que los departamentos no trabajen de manera aislada, y que sea el trabajo conjunto el que consiga una responsabilidad de todos en el resultado de la estrategia. Los enfrentamientos suelen producirse cuando las cosas no van bien, y si hay éxitos, al contrario, entonces todos se ponen la medalla. Y la verdad es que tanto los éxitos como los fracasos son de todos, la empresa es única, y las metas compartidas. Aquí es muy importante la gestión de la dirección general de la empresa, que es la que debe asumir el papel de integración de sus equipos.

¿Harán las paces marketing y ventas?

Portada Blog 16

Un desconocido aliado que nos ayuda a superar las dificultades en nuestra empresa.

En 1942, Viktor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco fue detenido por los nazis y trasladado a un campo de concentración. Hasta 1945, año en que fue liberado, pasó por varios campos de exterminio, incluido Auswitz. Una vez libre, constata que su mujer, padres y hermano, así como muchos otros familiares y amigos no habían sobrevivido. Su dolor y soledad fue inmenso en las semanas y meses posteriores a la liberación. Lejos de hundirse, superando varias veces la idea del suicidio, consigue poco a poco rehacer su vida trabajando como docente en la Universidad de Viena, así como ejerciendo su profesión de neurólogo. Escribió más de 25 libros y obtuvo 29 doctorados honoris causa de distintas universidades. Murió con 92 años después de una vida entera dedicada al mejorar la calidad de vida de las personas y a trasmitir el potencial que todos tenemos para superar las adversidades que encontramos en nuestro día a día.

Viktor Frankl es un magnífico ejemplo de una capacidad que poseemos todos, en mayor o menor medida, que se conoce como resiliencia. El DRAE define la resiliencia como la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Como he señalado, TODOS nacemos con esta capacidad, aunque no la hayamos desarrollado para aprovechar sus beneficios en la vida personal y también profesional.

Caerse está permitido, levantarse es obligatorio.

En el terreno personal, estamos acostumbrados a recibir reveses casi todos los días, es difícil no admitir que la vida consiste en un continuo baile entre momentos agradables (éxitos) y situaciones frustrantes (fracasos). Y cada vez que nos encontramos ante algo que no ha salido como esperábamos, solemos pasar página y seguir adelante. ¿Y en nuestra actividad profesional? ¿Cómo afrontamos en el terreno empresarial los fracasos?

Desgraciadamente, cuando hablamos de trabajo la vara de medir es diferente. Si se trata de abordar proyectos o estrategias que involucran a personas y a recursos, fallar no suele estar entre las posibles opciones de resultado. Y, además, es habitual que los responsables sean apercibidos por los posibles errores cometidos. Sin embargo, como decía Henry Ford “el fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”. El fracaso es una oportunidad para analizar lo que hemos hecho para aprender en el futuro a evitar los errores cometidos y mejorar nuestra tasa de éxito, “no hay nada que aprender del éxito. Todo se aprende del fracaso”, decía el gran David Bowie. Si esto es así, tenemos que aprender a convivir con el fracaso en la empresa para lograr levantarnos cada vez, aprender e ir avanzando poco a poco en la consecución de los objetivos que tengamos como organización. La pregunta es… ¿cómo lo hacemos?

Un primer paso para superar obstáculos: la visión positiva.

Superar obstáculos, aceptar que el fracaso es parte del ciclo natural de una empresa, necesita de una actitud positiva por parte de los profesionales que componen la organización, especialmente de sus cuadros directivos. Así, creo que los responsables de las diferentes áreas funcionales, con el CEO a la cabeza, deben de promover un ambiente de trabajo positivo que contagie a toda la organización y les haga sentir como suyos los diferentes proyectos y estrategias que se emprendan. ¿Cómo trasmitir esto?

  • Facilitando el trabajo colaborativo, en el que la comunicación arriba/abajo y horizontal sea fluida.
  • Creando espacios para la iniciativa personal, que cada persona pueda aportar sus ideas al proyecto común.
  • Estableciendo unas metas comunes en las que también estén reflejadas posibles desviaciones y acciones correctivas.
  • Formando a las personas en habilidades específicas que refuercen su confianza y autoestima (y que son complementarias de las acciones formativas habituales).
  • Diseñando planes de carrera que motiven y sean ilusionantes.
  • Utilizando el optimismo y, por qué no, el humor en las relaciones diarias.

Son algunas líneas de actuación que generan un buen ambiente de trabajo, crean el clima adecuado de confianza en los equipos y predisponen a una actitud más resiliente ante los posibles problemas que seguro surgirán al abordar estrategias o proyectos. Indudablemente, cada pyme deberá adaptar cada plan de actuaciones a su caso concreto, pero es este paso inicial una de las claves para reforzar la capacidad de superación de empleados y directivos, una tarea que debe partir de la dirección general y llagar a todos los departamentos de la empresa.

Consecuencias positivas de fomentar la resiliencia en la empresa

Orison Swett Marden fue una persona carismática que, además de lograr superar en su vida personal múltiples reveses, cambia su actividad profesional un día y orienta el resto de su vida a promover la mejora de las capacidades de las personas para superar dificultades. Escribió un libro de mucho éxito Pushing to the Front” (“Empujando al frente”), leído incluso por varios presidentes de Estados Unidos y que inspiró, entre otros a Henry Ford o Thomas Edison. Una de sus célebres frases refleja por qué es importante superar las adversidades: “No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos”. De hecho, se obtienen siempre más enseñanzas de los fracasos que de los éxitos. Algunos ejemplos:

 

  • Se detectan los fallos cometidos, con lo que en la siguiente fase las posibilidades de acierto mejorarán.

 

  • Se prueban estrategias que, aunque no hayan sido efectivas, pueden contener partes interesantes que nos aporten alguna enseñanza para el futuro.

 

  • Se ha movilizado a un equipo para conseguir in objetivo común. Aunque no se consiga el éxito, se ha demostrado cómo trabajar de forma coordinada, un gran entrenamiento para ulteriores proyectos.

 

Levantarse de un fracaso con la mochila llena de nuevas enseñanzas en sin duda una buena manera de fortalecer la resiliencia en la empresa. Insisto en que los responsables de área tienen que ser los impulsores de este enfoque, solo así las personas que dependen de ellos podrán armarse de esta desconocida capacidad con la que todos contamos en potencia.

 

La resiliencia hace mejores a las personas…y a las organizaciones.

Trabajar con personas que tienen una alta capacidad de sobreponerse a las adversidades les hace personas más fuertes, tienen una visión más optimista de las cosas (relativizan mejor las cosas negativas), son más flexibles y encuentran siempre una solución a los problemas más complejos. Todos estos beneficios que consiguen las personas resilientes se trasladan a su vida personal y, en lo que nos interesa ahora, a su vida laboral.

Las empresas que cuenta con estas personas son capaces de superar los problemas y dificultades con los que siempre tienen que convivir como organizaciones. Adquieren mayor visión de conjunto, saben reorientar sus estrategias de forma adecuada y, sobre todo, son capaces de reaccionar de forma positiva ante cualquier obstáculo que encuentren. En definitiva, se convierten poco a poco en unas empresas más competitivas y con mayores oportunidades de éxito.

“Caer, levantarse, volver a caer, y volver a levantarse, eso es el Judo”, decía un profesor de este deporte. Como la vida, que está llena de picos y valles que tenemos que atravesar, la historia de una empresa también debe superar las posibles adversidades que va encontrando de una manera natural y con confianza. Será una “empresa resiliente”.

Seis-Pasos-Para-Una-Estrategia-Exitosa

Seis pasos que debes dar para conseguir tus objetivos empresariales

Recientemente tuve la suerte de leer una reseña del nuevo libro de Rubén Turienzo “Haz que suceda”, escrita por Pilar Jericó en El País. En él, Rubén explora el camino ordenado que debe seguir aquella persona que quiera lograr un objetivo en su vida o bien una meta profesional. No se trata de una receta mágica; como todo en la vida requiere esfuerzo y determinación y, sobre todo, un método. Y eso es precisamente lo que propone el autor en este libro. A través de seis fases, o pasos, el lector puede ir recorriendo su particular camino hacia la consecución de un objetivo determinado, utilizando diversas herramientas muy prácticas que todos podemos aplicar. Además, lo ilustra con ejemplos reales en los que muchos nos podemos reconocer. Un camino bien señalizado hacia el logro de nuestras metas. Aprovecho para recomendar su lectura y su puesta en práctica, claro.

Durante la lectura de la reseña de Pilar, me di cuenta del perfecto paralelismo que existe entre los seis pasos que propone el libro con lo que entendemos por un plan estratégico de empresa. Partiendo siempre de un objetivo, se llega al final a la consecución del mismo, a través de una serie de etapas que hay que ir superando: objetivo, motivación, recursos, plan social, plan táctico y plan temporal. Vamos a analizarlas una a una.

Objetivo estratégico

Responde a la pregunta ¿Qué? Desde la óptica personal, en el libro, Rubén nos propone que definamos claramente qué queremos conseguir, bien en la esfera personal (logros personales) o en la profesional (alcanzar un determinado nivel en la empresa, por ejemplo). Y nos aconseja que sea un reto o desafío que no sea fácil de alcanzar, pero que a su vez sea realista. Un equilibrio entre la necesaria motivación que necesitamos para la acción, y que no genere frustración por ser imposible de alcanzar.

Desde el punto de vista empresarial ya ofrecí mi punto de vista en este blog, por eso no voy a insistir más en la necesidad de fijar objetivos claros en la organización. La frase “si no sabes a donde quieres ir, es que te da igual el lugar a donde llegues” resume perfectamente la importancia de la fijación de objetivos. Vuelvo a recordarte la distinción entre lo que es y lo que no es un objetivo, así como las características que debe tener un objetivo para que este sea motivador, alcanzable y que genere satisfacción.

En mi entorno profesional, tuve la ocasión de colaborar con una firma que reflejaba perfectamente la situación de falta de objetivos claros para alcanzar. La empresa disponía de buenos productos y una red comercial que tenía como única misión “salir a vender”. Así, la empresa mantenía una cifra de negocios más o menos estable, pero con una renovación de su cartera de clientes de casi un 50 % cada año. Era necesario establecer una meta clara que todos en la organización pudieran entender, asumir y conseguir. Se acordó que en un plazo de 12-18 meses la empresa debería contar con al menos 2 distribuidores en las tres zonas geográficas más interesantes (objetivo). Se elaboró un plan de actuación que implicó a los principales responsables de área y se dotaron los recursos necesarios para ponerlo en marcha. Resultado: se cerraron acuerdos con más de 10 distribuidores en las tres zonas señaladas más una adicional. Las ventas crecieron por primera vez en muchos años y, como añadido, la tasa de renovación de la cartera de clientes descendió al 12 %. Lo más interesante del proyecto, sin embargo, fue el cambio de actitud de la mayoría de los integrantes de la empresa, que ahora tenían una nueva motivación por la que mejorar cada día. La fijación de un objetivo les hizo centrar sus esfuerzos en una meta común.

 

Motivación estratégica. ¿Por qué lo vamos a hacer?

Desde la óptica del desarrollo personal, implica dar una motivación al objetivo que nos estamos marcando. Pueden ser motivos no relacionados directamente con el objetivo, o sí. Lo relevante es que la meta debe tener su razón de ser, y que responda a la pregunta de por qué lo quiero conseguir.

Yo suelo agrupar esta segunda fase con la primera cuando establezco un plan estratégico de marketing o de comunicación en una empresa. No entiendo que se pueda establecer una meta sin que haya un por qué. Los objetivos tienen que estar alineados con la visión general de la organización (valores) y la misión que tiene en el mercado. Entender el por qué hacemos lo que hacemos en una empresa será además la base de una comunicación efectiva con nuestros clientes potenciales. Recuerda el Círculo de Oro de Simon Sinek del que te hablaba en otra entrada del blog. La importancia de trasmitir el “por qué” a tu mercado antes de pensar en comunicar el “qué”. Responder al por qué dotará a tus mensajes de un factor emocional que conectará mejor con el inconsciente de tus clientes. Al fin y al cabo, somos seres emocionales, y los sentimientos son el lenguaje universal que todos entendemos.

La conclusión que debes extraer de este segundo paso es que debes fijar un objetivo empresarial que esté razonado y justificado atendiendo a lo que es tu organización. Y luego, comunicar bien esta motivación a tu público objetivo.

Hay innumerables ejemplos de empresas que comunican de forma ejemplar sus porqués: Balay, Campofrío, Mercadona…Yo siempre parto de la fijación de una propuesta de valor clara y creíble como paso previo al establecimiento de la motivación. Y un ejemplo de ello es una empresa constructora que conocí que, más allá de ofrecer sus servicios habituales, asumía como propio “hacer realidad los deseos de las personas a través de proyectos de vida/familiares, sociales o empresariales”. De esta manera enlaza el qué (soluciones contructivas) con el por qué (contribuir a alcanzar los objetivos personales o empresariales). ¿Qué te parece?

 

¿Quién? Los recursos con los que cuentas.

Me encantaría poder correr los cien metros en menos de diez segundos. ¿Sueño o posibilidad real? En el terreno de los propósitos vitales, no hay nada más desmotivador que fijarte un objetivo personal o profesional y descubrir que no cuentas con los recursos ni capacidades para abordarlo. Ser consciente de las limitaciones de cada uno tiene es básico antes de avanzar en nuestro particular camino hacia la realización personal. Por eso es necesario hacer un ejercicio de autoevaluación sincero y realista que fije los límites de nuestra capacidad de actuación. Abordar imposibles no debe estar entre nuestros propósitos.

En el mundo de las pymes, conseguir un objetivo requerirá de recursos materiales, humanos y económicos. Dependiendo de cada caso, el peso de cada elemento será diferente, pero abordar un proyecto requiere asumir que tendremos que dotar recursos. Sin ellos, no será posible el éxito. Por eso el primer paso del círculo virtuoso del libro de Rubén es para mí la clave. Hay que fijar objetivos realistas y alcanzables. Si no es así, solo serán sueños, que consumirán nuestras energías y darán como resultado una frustración.

Hay ejemplos tanto de asignación exitosa de recursos como de lo contrario. Recuerdo el caso de la empresa Gillette, que lo analizamos en el MBA del IE Business School. No recuerdo que nuevo modelo de maquinilla habían lanzado al mercado mundial. Como siempre, el lanzamiento fue un éxito…que se volvió en su contra a las pocas semanas al no poder atender la demanda de millones de recambios de cuchillas por una mala asignación de recursos. Al final, con esfuerzo, se pudo reconducir la situación, pero demuestra que hasta las mejores empresas cometen fallos. Se produce lo que llaman “morir de éxito”, que no deja de ser una mala gestión de los recursos en un proyecto.

Aliados: ¿Con quién?

Rubén en su libro nos propone, con acierto, que busquemos aliados o compañeros de viaje en nuestro camino hacia la consecución del objetivo. Personas que puedan aportar su apoyo a nuestro proyecto personal. Sin duda, es un elemento nuclear. En un mundo tan complejo y con tal red de interrelaciones es tarea imposible avanzar en solitario. La búsqueda de personas que aporten sus conocimientos o su visión particular en cada caso planteado sin duda es un factor que no solo impulsará con nuevas fuerzas el avance hacia la meta, sino que mejorará nuestra autoconfianza en el propósito que nos hayamos fijado.

Las alianzas para las empresas son hoy un elemento clave. De hecho, es uno de los cuadrantes del modelo de negocio CANVAS, que ya he citado en otras ocasiones. Buscar aliados es una de las mejores maneras de implicar en nuestro proyecto a otras empresas, con beneficios para ambas. El ejemplo más conocido que seguro te suena es el de las “join ventures”, como la que tiene por ejemplo Mc Donald´s y Coca-Cola (¿Nunca has pensado por qué no venden Pepsi en los Mc Donald’s?).

Köln Hbf, Eingang Breslauer Platz mit McDonalds und Bahnhofsapotheke

Un ejemplo que conocí en primera persona y que representa una forma de alianza estratégica entre dos empresas fue la que protagonizaron una bodega con una firma de quesos. El objetivo era ofrecer una nueva experiencia al cliente saboreando los vinos de la bodega con diferentes quesos. El resultado fue que ambas marcas ganaron en notoriedad. Y hubo además un impacto positivo en las ventas de las dos firmas. Una estrategia de alianzas exitosa. Plantéate qué compañeros de viaje puedes sumar a tu proyecto y explora sus posibilidades. Seguro que encuentras iniciativas interesantes.

 

Plan de acción. ¿Cómo lo haré?

Ya tenemos claro el objetivo, la motivación, los recursos y los posibles aliados. Llega el momento de plasmar en un cuadro nuestro plan de acción. En “Haz que Suceda”, el autor nos propone, entre otras herramientas, el método MoSCoW: para priorizar nuestras acciones entre las que son imprescindibles (M) para alcanzar el objetivo, las importantes (S), las prescindibles (C) y las descartables (W). El resultado debe ser un plan de actuaciones concreto que refleje qué tenemos que hacer exactamente para lograr nuestra meta. Hay psicólogos que recomiendan hacer una lista de objetivos (diaria o semanal) y acciones concretas para lograrlos. Por ejemplo, ser más amable (objetivo) a través de sonreír más (acción). Confieso que he utilizado este método en algunas etapas de mi vida y sí, dan resultado. Hay que ser muy perseverante para que este método dure en el tiempo, pero sin duda es efectivo en periodos concretos.

Volviendo al mundo empresarial, la respuesta al Cómo es el plan de actuaciones que suele reflejarse en un gráfico donde se asignan acciones concretas, responsables, recursos y resultados. Todo ello en un marco temporal, y sujeto a revisiones periódicas. Aunque hoy existen herramientas tecnológicas que facilitan la tarea de elaborar estos cuadros, la verdad es que todavía existen muchas pymes que siguen elaborando meros presupuestos como hoja de ruta para cada año. En el campo del marketing y la comunicación es impensable no reflejar las actuaciones a realizar en un cuadro. No se concibe el actuar sin planificar. Y aunque las acciones “por impulso” siguen existiendo, un cuadro de acciones se está imponiendo poco a poco en las organizaciones.

 

Plan temporal: ¿cuándo lo haré?

Llegamos al final del proceso de seis etapas: establecer un tiempo de ejecución de las acciones que haya señalado en el plan (el cómo). Si no se fija un tiempo para desarrollar el plan, lo más seguro es que este no se ejecute nunca, o que a las primeras de cambio se abandone. El libro de Rubén además propone una revisión del plan que puede ser semanal, por ejemplo, para así poder valorar si estamos haciendo bien las cosas y nos acercamos al objetivo. Es un ejercicio necesario y obligatorio para mantener el plan vivo.

En los proyectos que propongo a las empresas, además, incluyo el establecimiento de indicadores (KPI´s) que midan el grado de consecución de cada objetivo/acción. Se dice que lo que no se puede medir no se puede controlar ni valorar y es totalmente cierto. Ya sea en términos cualitativos o cuantitativos hay que hacer un esfuerzo por concretar los indicadores que mejor midan la consecución de la acción.

Por último, hay que recordar que este círculo de seis pasos es solo el comienzo del camino hacia la meta. No acaba con la fijación de un marco temporal, sino que debe ser revisado y actualizado de forma continua siguiendo el conocido círculo de Demming, porque siempre habrá nuevos retos, nuevos objetivos y nuevas metas que conquistar. Las personas, y las empresas, necesitan estar vivas para crecer y desarrollarse. Te propongo que hagas un ejercicio con este método de seis etapas y lo apliques a tu organización. ¿Quieres intentarlo? Te aseguro que el esfuerzo merecerá la pena.

Optimismo-en-la-empresa

¿Te diviertes en tu empresa? Utiliza el humor y el optimismo en tu estrategia.

Un ritual que seguro practicas: te levantas todos los días para afrontar una nueva jornada laboral. Mientras te desplazas al trabajo, repasas mentalmente las tareas que te esperan: llamadas, emails, reuniones… Antes de llegar a tu destino, ya tienes claro que será un día intenso, con muchas e importantes decisiones que tienes que tomar, y que estás seguro de que tendrás alguna que otra sorpresa no deseada. Resultado: antes de entrar por la puerta ya cuentas con un nivel de estrés suficiente para encarar de la peor forma posible el nuevo día.

Te propongo que hagas un ejercicio de autoevaluación. Pregúntate si en tu organización hay un ambiente positivo, si existe un clima laboral que fomente el optimismo y si tu estado de ánimo es bueno. En definitiva, ¿te divierte lo que haces? Y no, no espero que la gente vaya al trabajo para divertirse, estoy preguntándome si en el día a día de todos nosotros estamos en las condiciones anímicas adecuadas para realizar un desempeño adecuado de nuestra actividad. Y eso no tiene mucho que ver con las risas y las carcajadas. Mas bien, se relaciona con la calidad del clima laboral que vives cada día, y si este genera optimismo y buenas sensaciones, es neutro o todo lo contrario. ¿Cuál es tu caso?

He mencionado en el título de este post las palabras Diversión, Humor y Optimismo. Aunque son conceptos distintos, todos están relacionados, y todos afectan a la buena marcha de la empresa, pues impactan tanto en el rendimiento y capacidad de los empleados (y directivos) como en la proyección en el mercado de la organización.

 

¿Sabías que existe desde hace años el Día Internacional de la Diversión en el trabajo?

Pues sí.  Desde 1996, se celebra en los Estados Unidos este día (Fun at Work Day). Para que caiga en día laboral, si cae en festivo, se traslada al primer jueves de abril, para que pueda celebrarse en cada empresa (también se celebra alternativamente el día 28 de enero). Surgió como una iniciativa para dar a conocer los beneficios que tiene en las pymes de cualquier tipo el uso del humor como paso previo a la diversión en el entorno laboral. Si bien creo que se está limitando a realizar una jornada festiva en la empresa (con juegos, actividades lúdicas o talleres divertidos) es una propuesta que pone de manifiesto las ventajas de crear un ambiente agradable en el trabajo.

(Vector de Negocios creado por gstudioimagen – www.freepik.es)

En España, la iniciativa está impulsada por la organización Humor Positivo. Desde la misma, animan a las empresas a crear un ambiente positivo que repercuta en la salud emocional de todos los empleados.

 

Sonreír es el primer paso para encontrarte bien…y vender más.

Hay muchos estudios que han demostrado los beneficios psicológicos del acto de sonreír: aumenta la sensación de bienestar, ayuda a tomar distancias ante los problemas y genera endorfinas. Además, el neuromarketing ha puesto a la sonrisa en primera línea en cuanto a técnicas para empatizar con el interlocutor y su poder a la hora de persuadir en una venta. Incluso se ha probado que sonreír al hablar a través del teléfono conecta mejor con el interlocutor y le predispone a ser más receptivo al mensaje (sea este el que sea). Una técnica que conocen muy bien los especialistas en telemarketing. Detrás de todo ello están las neuronas espejo, que replican una emoción positiva en las neuronas de otras personas, incluso si estas no están en contacto visual (como en un anuncio de televisión, por ejemplo). Ver a la gente sonreír nos gusta, eso está claro.

La sonrisa vende, y algunas empresas la han incorporado a su branding, bien de forma sutil o de manera clara. Tienes ejemplos en los logotipos de Amazon, Mc Donald´s, LG o Danone.

 

 

¿Por qué es importante el humor en la empresa?

Desdramatizar las cosas siempre es una opción aconsejable, en todos los ámbitos de la vida, entre ellos el laboral. Creo que la dirección de la empresa tiene que intentar poner un punto de humor en su trabajo diario, y más en la gestión de equipos. Quitar hierro a una situación complicada es la mejor manera de resolverla, o al menos, de enfocarla con un mejor estado de ánimo.

Alison Beard  ha publicado en Harvard Business review un artículo “Leading with humor”, donde se hace eco de diversos estudios científicos del MIT o la London Business School, entre otros, que demuestran que “la risa alivia el estrés y el aburrimiento, estimula el compromiso y el bienestar, y estimula no sólo la creatividad y la colaboración, sino también la precisión analítica y la productividad”.

Por otro lado, y desde el punto de vista de la estrategia de marketing, también el uso del humor es beneficioso (utilizado de forma coherente con los valores de la empresa). Un estudio de la consultora Nielsen, de hecho revela que casi la mitad de los españoles recuerdan los anuncios graciosos, realizados en clave de humor. El recuerdo de marca es mayor y más positivo. Tienes un buen ejemplo en este anuncio de la marca de agua Evian “Baby & Me”.

Crear un ambiente positivo en la empresa no es difícil. Algunas pistas.

Un objetivo del marketing y la comunicación es conectar nuestro mensaje con la mente del cliente, y si podemos utilizar el humor, esta conexión será más potente y duradera.

Por tanto, puedes intentar crear un ambiente de trabajo que sea inspirador y motivante para todos y que, como consecuencia de ello, se trasmita es tu estrategia de marketing y comunicación.

  • El diseño de los espacios de trabajo influye en el ánimo de la gente. Pide consejo a especialistas para lograr un ambiente positivo y alegre.
  • De acuerdo con Recursos Humanos, elabora un protocolo que atienda las carreras profesionales de cada persona, que se les dé voz activa en su área de trabajo y que fomente el desarrollo de sus capacidades.

 

  • El trabajo en equipo es básico para generar una buena relación en el seno de la empresa. Organiza las reuniones de forma más distendida y en ambientes que no sean demasiado fríos.

 

  • Cada empresa es diferente. Analiza tu caso y plantéate si es posible organizar de vez en cuando algunas jornadas lúdicas que impliquen a todos y contribuyan a incorporar el humor en la organización. Que los propios empleados sugieran las ideas.

 

  • Realiza reuniones trimestrales o semestrales para que todos los miembros de la empresa expresen sus inquietudes y comenten de forma libre cómo se encuentran en la empresa.

 

  • Y por supuesto, intenta incluir el optimismo en tu comunicación. Como has visto, si se hace correctamente, conectarás mejor con tu cliente potencial y será más receptivo a tus mensajes (¡y venderás más!).

 

¿Qué?, ¿te he convencido? ¿Vas a intentarlo? ?

Inspiring-Marketing 2

“Inspiring” Marketing: Enamorar antes que vender.

Leo últimamente en muchos artículos y blogs un nuevo concepto -bueno no tan nuevo, aunque ahora está teniendo más visibilidad- llamado inspiring marketing. ¿Qué significado tiene? Literalmente marketing inspirador, o lo que es lo mismo, despertar en nuestro target sentimientos o emociones. Se trata de una tendencia en alza que busca huir del océano rojo que significa la actual saturación de publicidad a través de impactos continuos en todos los canales posibles. De hecho, el consumidor cada vez rechaza más de las ofertas y promociones que les llegan de forma intrusiva, sobre todo en los medios digitales. Ante esta situación, las empresas están reorientando sus estrategias de marketing y comunicación buscando una nueva conexión con sus clientes potenciales.

 

El arte de emocionar: compartir sensaciones con tus clientes

Hace ya bastante tiempo leí una entrevista a un conocido cocinero, no recuerdo el nombre, donde le preguntaban cuál era su objetivo respecto a los clientes de su establecimiento. Y su respuesta fue clara y escueta: “darles de comer”. Desde luego, ha dejado claro en solo tres palabras su propuesta de valor, sin rodeos.  Por el contrario, David Muñoz (DiverXo), define su propuesta al cliente así: “Todas las decisiones que tomo, todo lo que cocino y planteo lo hago de forma muy razonada pensando en que el cliente vaya a disfrutar. Me debo a mis clientes y al final me muero porque la gente se vaya feliz de mis restaurantes.” Apelando a una emoción, quiere ante todo que sus clientes disfruten, más allá de que se llenen la tripa. ¿Dónde está la clave? Yo creo dependerá del sector en el que opere la empresa, y me explico, si estás buscando un servicio de suministro de electricidad seguramente elijas el que te ofrezca mejor tarifa, aquí las emociones dejan de tener sentido. Pero si quieres adquirir por ejemplo un artículo de moda, probablemente influya en tu decisión el sentimiento que te inspira la marca. Pero en todo caso, el recurso de las emociones como fuente de inspiración siempre debería estar en tu estrategia. Mira sino cómo incluso las grandes eléctricas (en las que la tarifa es casi el único argumento de venta) recurren a su apuesta por el medioambiente y a la defensa de la naturaleza como bien a preservar.

¿Qué tienen en común Red Bull, Nike o Apple?

¿Te has dado cuenta qué nos cuentan estas marcas en su comunicación? ¿Nos hablan de lo que hacen? ¿De las bondades de sus productos? ¿De las ventajas frente a la competencia? Haz memoria y piensa lo que nos dicen en sus mensajes. Te ayudo.

Red Bull, como dice su lema te da alas. Esta firma conecta su marca con historias de personas inspiradoras y con un estilo de vida único. Persigue que te identifiques con el espíritu libre que representan estas personas para que puedas aplicar sus ideas a tu propia vida. Y ello a través del patrocinio de eventos diversos: skate, surf, MTB, videojuegos, moto GP o incluso el famoso evento Red Bull Stratos, donde Felix Baumgartner realizó un vuelo en globo estratosférico a más de 36.576 m. con un salto posterior, siendo el primer hombre en romper la barrera del sonido en caída libre (1.110 km/h).

Como ves, una estrategia que inspira valores, ¿no crees?

Nike, una de las referencias deportivas mundiales junto a Adidas, tampoco habla de la calidad de sus zapatillas, que por otra parte son un commodity en términos marketinianos (bajo nivel de diferenciación) sino de su conexión con el cliente: “We build deep, personal connections with consumers”, a través de su lema “Just Do it”. ¿Qué trasmite? Que cualquiera, si se lo propone, puede conseguir sus sueños. ¿Hay algo más sugerente y que encaja con casi cualquier perfil?

Por su parte, Apple utiliza “Think Different” en su comunicación, en vez de explicarnos que es una referencia en tecnología y en smartphones. Es decir, que nos dice que va en contra de lo que hace la mayoría para cambiar las reglas del juego y, por ende, el mundo. Estoy seguro de que te identificas perfectamente con estos valores.

Como ves, cada empresa a su manera, todas encuentran caminos para llegar a lo más profundo de las personas, sus sentimientos. Y como habrás notado, todas conectan sus valores con esos mensajes, algo fundamental si estás pensando en plantear una estrategia parecida en tu organización.

El Círculo de Oro, o como hacer que los mensajes de tu empresa sean fuente de inspiración.

La clave para pasar de una empresa que comunica lo que hace, a una que inspira a través de un objetivo es el concepto del Círculo Dorado o Círculo de Oro, desarrollado por Simon Sinek, orador motivacional y escritor inglés que ha escrito libros de gran éxito y cuyas charlas TED sobre liderazgo son seguidas por millones de personas.

Simon describe el proceso comunicativo en tres círculos concéntricos: el más exterior es el que responde a la pregunta ¿qué hace mi empresa? El central cuestiona ¿cómo lo hace mi empresa?, y finalmente el más interior es el que pregunta ¿por qué lo hace mi empresa?

La realidad es que el 100 % de las organizaciones saben -y comunican- la respuesta a la primera pregunta. Muchas menos a la segunda, y sólo unas pocas responden y diseñan su estrategia de marketing y comunicación dando respuesta a la tercera. La clave, según Sinek es empezar a responder desde la perspectiva del por qué y acabar en el qué. Tener claras las respuestas y que sean coherentes con los valores de la empresa

Te dejo un video de Simon Sinek donde explica en una charla TED el concepto del círculo dorado y cómo los líderes consiguen inspirar con sus ideas. Con muchos ejemplos, está en inglés, pero subtitulado en español.

La aplicación del “inspiring marketing” en tu pyme.

Lo que has leído, si es que has llegado hasta aquí, te habrá “inspirado” bastantes ideas y conceptos pensando en tu organización. No tiene por qué ser complicado encontrar una via de comunicación con tu mercado que conecte tus valores con las emociones que puede despertar en las personas que son tus clientes objetivo. Te recomiendo estos sencillos pasos:

  • Realiza un proceso de reflexión acerca de cuáles son tus valores como empresa, implicando en ello a las personas de tu equipo que creas que pueden aportar ideas valiosas. Sé honesto, y define realmente lo que tu empresa es en lo más nuclear. Inspírate en los ejemplos que te he dado (recuerda que incluso en los negocios B2B se pueden encontrar elementos inspiradores).
  • Realiza el viaje del círculo de oro de Simon Sinek según has visto en el vídeo. Recuerda, empieza por responder a la pregunta “por qué” hago lo que hago.
  • Construye un argumento emocional entorno a las ideas que hayas generado en el proceso del círculo dorado.
  • Elabora un plan de comunicación completo (objetivos, mensajes, soportes y canales) que sea capaz de trasmitir los argumentos que hayas definido.

 

Es un proceso un poco laborioso, pero que seguro que te ayudará a ver una forma de comunicación diferente para tu organización. Necesitarás la ayuda de algún profesional del marketing y la comunicación, como es lógico, pero a cambio tendrás una vía nueva para elaborar una estrategia de marketing y comunicación diferente y complementaria a la que estés realizando. Yo creo que merece la pena. ¿Qué piensas?

Si te ha gustado esta entrada, la puedes enviar a todos aquellos a los que creas que les puede interesar, y recibiré los comentarios y críticas que quieras enviarme.

(PD. Acabo de leer una entrevista a Ignacio Rivera, CEO del grupo cervercero Estrella Galicia. Entre otras cosas, comenta “queremos ser la cerveza más querida, no la más vendida”).

¡Gracias por la lectura!

Diferenciación-En-La-Empresa

Haz cosas diferentes si quieres conseguir resultados diferentes: 3 consejos prácticos.

La multinacional del kétchup Heinz celebra este año su 150 aniversario y lo hace a lo grande, lanzando una nueva gama de salsas realmente diferentes. Entre ellas, destacaría la salsa Mayochup, una mezcla de mayonesa y su famoso kétchup. ¿Una gran idea? ¿Triunfará? ¿Copiarán la idea otras marcas? No tengo la respuesta a estas cuestiones, como es normal, pero de lo que estoy seguro al cien por cien es que, una vez más, Heinz demuestra que, como empresa líder, está obligada a lanzar nuevos productos que supongan innovación y ruptura con lo establecido. Ya revolucionó el sector de las salsas dándole la vuelta al envase, y más aún con su tapón antigoteo, y de nuevo lo vuelve a hacer. Ser el primero en una nueva categoría es algo distintivo de las empresas top, y la firma norteamericana lo tiene en su ADN desde hace siglo y medio. La pregunta que hay que hacerse es:

¿Puede mi empresa ser diferente en algo y destacar frente a mis competidores?

La respuesta es un rotundo SI. De igual forma, también es cierto que si tu organización no hace cosas diferentes será una más en el mercado, sin personalidad, sin destacar y, a medio o largo plazo, estará condenada a desaparecer. Por tanto, lograr que nuestros productos y servicios se perciban como distintos es más una obligación que una opción. Y no, no hace falta que tengamos un departamento de innovación dentro de nuestra empresa, pero sí contar con personas que vean más allá de los procesos que manejamos, que imaginen formas diferentes de hacer las cosas o nuevas maneras de satisfacer a los clientes.

Para hacer realidad este proceso, te voy a sugerir tres ideas que pueden servirte de inspiración para que tu organización salga de los límites que le pueden impedir crecer.

 

Pregúntate qué estás realmente ofreciendo al mercado

Mucha gente cree que Starbucks vende café en sus establecimientos, y es verdad. Pero ¿es la venta de café el principal producto/servicio que ofrece? Cuando uno paga un precio considerablemente mayor que el de la media del sector por una taza de café (que además no sobresale por nada en especial) no es por el café en sí, hay algo más. Starbucks ofrece a sus clientes un espacio físico donde tener una experiencia diferente a la hora de tomar un café: atmósfera agradable, café de calidad, un excepcional servicio al cliente y todo ellos con una gestión eficaz de los empleados (llamados “socios”). Con ello, la firma ha conseguido un alto grado de diferenciación, convirtiendo la venta de un producto en un servicio.

 

La cuestión, para tu organización, es saber realmente qué estás vendiendo a tus clientes, más allá del producto o servicio. Para saberlo, en vez de responder a lo obvio, deberás pensar en porqué tus clientes te compran tus productos. ¿Es por tu marca? ¿por en servicio que ofreces? ¿por la garantía? Además, deberás descubrir y analizar por qué razón no te compran otros clientes que acuden sin embargo a tu competencia. ¿Les ofreces cosas similares? ¿No respondes a sus expectativas? ¿Qué consiguen comprando a otros que contigo no?

Responder a estas cuestiones significa poner encima de la mesa la verdadera oferta que estás lanzando al mercado y, por otro lado, conocer lo que no estás ofreciendo y sin embargo demanda tu público objetivo.

Las motivaciones de compra de las personas son casi siempre las mismas, como indiqué en una anterior entrada:

  • Moda o innovación: son los primeros en adoptar algo.
  • Precio: compra muy racional, se van donde encuentran lo más barato.
  • Comodidad: no invierten mucho tiempo en comprar y pagan más por esa comodidad.
  • Afecto: compran una marca porque tienen un vínculo emocional con ella.
  • Seguridad: dispuestos a pagar más a cambio de algo mejor o que les ofrece más confianza porque se trata de empresas que son reconocidas en el mercado.
  • Estatus: compran por aparentar frente a los demás.

Pregúntate cuál es la motivación de compra de tus clientes y, sobre todo, la de los no clientes. Quizás descubras que puedes modificar o cambiar algo en tu propuesta que encaje en las motivaciones que mueven a tu público objetivo.

 

Conviértete en cliente de tu propia organización

O lo que es lo mismo, ponte en la piel de tus clientes potenciales. Si tú fueras un cliente de tu propia empresa, ¿qué le pedirías? Es un ejercicio que parece fácil, pero no lo es, ya que estamos muy condicionados por nuestro propio proceso empresarial y no es complicado abstraernos de él. Lo más indicado es que participen en este ejercicio grupos de personas ajenas a la organización que tengan un perfil similar a la de nuestro cliente ideal. Son grupos de consumidores que analizan nuestra propuesta y nos indican si comprarían nuestro producto y por qué, o por el contrario, porqué no lo adquirirán. En cualquier caso, lo que tenemos que obtener de este ejercicio es:

  • Saber qué tiene de especial nuestra oferta (si lo tiene).
  • Conocer qué elementos están frenando la venta de nuestro producto.
  • Entender las verdaderas motivaciones de compra de nuestro cliente potencial.

Si obtenemos respuestas a estos interrogantes, habremos dado un paso importante hacia la estrategia de diferenciación que perseguimos.

Mira cómo Nestlé en Japón ha añadido un nuevo uso al packaging a su conocido Kit Kat. ¿No crees que es una gran idea?

Analiza lo que haces en cada fase de tu cadena de valor y cuestiónalo todo.

Para descubrir en que podemos ser diferentes de la competencia y atraer clientes nos puede ser muy útil analizar la cadena de valor de la empresa. Se trata de dividir nuestro proceso empresarial en las principales fases que lo componen, desde la logística de aprovisionamiento (compras) hasta el servicio al cliente.

En cada fase de la cadena, se supone que añadimos valor al producto final… ¡o no! Es lo que tenemos que averiguar: dónde se realizan acciones que no general valor, especialmente diferencial, y donde sí. Por ejemplo:

  • I+D: ¿puedo modificar el producto actual para hacerlo más atractivo? ¿qué productos nuevos puedo lanzar para atraer a nuevos clientes? ¿es el packaging el adecuado a mi perfil de cliente?…

 

  • Compras: ¿son mis proveedores mejores que la competencia? ¿me aportan algún elemento de valor? ¿pueden ser de utilidad en mi comunicación y marketing?…

 

  • Fabricación/Elaboración: ¿utilizo un método de fabricación novedoso? ¿el control de la calidad es óptimo? ¿puedo fabricar otros productos con los mismos procesos y máquinas?…

 

  • Marketing: ¿debo renombrar mi marca o lanzar nuevas marcas? ¿Son mis canales de distribución los más adecuados? ¿Me interesa tener presencia activa en internet? ¿Utilizo los mensajes adecuados a los clientes a los que me dirijo?…

 

  • Ventas/Comercialización: ¿utilizo un sistema de ventas eficaz? ¿me estoy dirigiendo realmente al cliente al que estoy orientando mi oferta? ¿cuál es mi relación con el cliente? ¿es la adecuada?…

 

Elabora tu propia cadena de valor y pregúntate si estás haciendo bien las cosas o puedes mejorar en algunas etapas del proceso. Y, sobre todo, piensa si estás haciendo las mismas cosas que tu competencia o similares. Si es así, no tengas miedo a poner todo en duda y plantearte cambios radicales en algún punto de la cadena. Si es viable o no lo analizarás posteriormente. De lo que se trata es de auditar tu empresa con un carácter crítico lo más exigente posible.

Te doy un último ejemplo de diferenciación en un sector muy tradicional como es el Cava. Esta bebida, como supongo te imaginas, concentra sus ventas en los últimos meses del año. Vencer la estacionalidad siempre ha sido un reto para las firmas del sector. Yo mismo, a través de mi consultora, diseñé un plan para vender cava en verano ya hace unos años, mediante una estrategia de posicionamiento en playas y en las fiestas de las localidades a través de vehículos diseñados a medida. La idea: te acercamos una bebida refrescante y con un toque de glamour allá donde estés en verano. La estrategia iba acompañada de una oferta de descuento muy agresiva que se entregaba con cada consumición para reservar el cava navideño con varios meses de antelación (evitando competir en los lineales en plena temporada).

Hoy tienes un ejemplo de innovación en este sector (también de la mano de los principales elaboradores) para desestacionalizar el consumo con el lanzamiento del Ice Cava, un cava que se consume con hielo, solo o combinado, y que podría asemejarse a un cóctel. Aunque para los puristas sea un sacrilegio, la verdad es que la idea es muy buena y, de hecho, ya tienen este novedoso cava muchos elaboradores y este verano se ha visto en muchos puntos de España.

Como ves, diferenciarse y hacer nuevas cosas puede ser una vía de crecimiento para tu pyme. Intenta darle una vuelta a la manera de hacer las cosas, sé imaginativo, arriesga. Seguro que encuentras caminos inexplorados que quizás te abran las puertas a clientes y mercados en los que nunca pensaste.

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Portada Blog Kelloggs Marketing

Una lección magistral de marketing en una caja de cereales.

Hace más de 100 años, los hermanos W.K. Kelloggs y John Harvey Kellogg descubren en Battle Creek (Michigan, USA) de forma fortuita los primeros copos de cereales al olvidar el trigo cocido dentro del horno y tostarlo de nuevo. Obtuvieron unos copos ligeros y crujientes y la famosa receta de Corn Flakes de Kellogg’s, hoy una referencia en su sector. Durante todo este tiempo, la firma no ha dejado de crecer, expandiéndose por todo el mundo y ampliando su gama de productos siempre con la filosofía de una alimentación saludable. Pero su éxito se cimentó en su idea original: los famosos copos de maíz tostados conocidos como Corn Flakes, ideados en su origen como “desayuno completo y saludable” para toda la familia, una apuesta que hoy se traduce en su iniciativa global “Breakfast for Better Days”, orientada a proporcionar alimentos a las personas necesitadas.

 

¿Por qué la caja de cereales Kelloggs´s es una herramienta de marketing?

Desde siempre, la empresa Kellogg´s ha sido una de mis preferidas, no puedo remediarlo. Descubrí los Corn Flakes en un verano de estudiante muy joven en Dublín cuando todavía en España eran desconocidos. Desde entonces, además de consumidor, soy un entusiasta de sus estrategias de marketing y comunicación, de las que siempre aprendo algo nuevo. Pero vayamos a la caja de Corn Flakes, aprendamos algo de marketing.

  • El gallo Cornelius es lo más destacable de la caja. Una imagen icónica (desde 1958) que identifica a la marca y que lo asocia con la hora del desayuno (el gallo canta al amanecer). ¿Por qué de color verde?, te preguntarás. El verde se asocia al campo, a la naturaleza, a lo auténtico, como el maíz 100 % natural de los Corn Flakes. Como ves, los colores en marketing importan. Y esta mascota ofrece mucho juego a los equipos de merchandising.

 

  • La marca Kellogg´s, siempre destacada y en su original tipografía en rojo que casi es idéntica a la de 1910. No hay duda en un lineal. Un logo que está en nuestro inconsciente desde hace mucho tiempo, identificado con una marca tradicional y de referencia.

 

  • Algo importante: “The Original & The Best”, una frase que en su momento era solo “The Original”. Este mensaje es clave: fueron los primeros en desarrollar y comercializar los Corn Flakes y siguen siendo los auténticos, los genuinos. Habrá más marcas, pero solo Kellogg´s puede decir que fueron los primeros, un mensaje muy diferencial y poderoso en términos de marketing.

 

  • Y la imagen del producto (la taza de cereales), no podía faltar.

En resumen, mascota, marca, mensaje diferenciador y producto. Todo con un diseño colorista, reconocible y muy atractivo visualmente. ¡Perfecto!

 

La parte trasera: más espacio para el marketing creativo.

La parte de atrás de la caja de cereales ha tenido diversas aplicaciones, entre otras los cuadros donde indican las cantidades y aportes energéticos y nutricionales, un aspecto muy cuidado por Kellogg´s por cuanto siempre ha defendido lo natural de sus productos, lo saludable.

Yo os aporto estas ideas marketinianas:

  • Una nueva idea para aprovechar los corn flakes: para empanar por ejemplo filetes de pollo -nuevo uso del producto-. (Los he probado en casa y salen unas pechugas crujientes muy originales).

 

  • Una explicación visual de la forma de hacer sus copos de maíz tostados, remarcando la idea diferenciadora de su receta “igual desde hace más de 100 años”. De nuevo trasmite el valor de la marca como genuina, y lo natural como elemento significativo, resaltado con el mensaje “sin colorantes ni aromas artificiales”.

 

Los laterales de la caja: más mensajes y más marketing.

En el lateral de la caja (a veces ha estado en el frontal), hay un mensaje que es destacable “No fabricamos cereales para otras marcas”. Traducción: nuestro cereal es único, no lo encontrarás en marcas blancas o del distruibuidor. ¿Cuántas marcas de cereales pueden decir lo mismo? Diferenciación, diferenciación, diferenciación. ¡Y confianza en la marca Kellogg´s!

Otros usos de los laterales, además de los cuadros nutricionales -muy importantes- a los que otras marcas no le dan suficiente protagonismo, es el de ofrecer una promoción, pero ¡ojo!, se trata de crear un vínculo entre la promoción al consumidor y los valores de Kellogg´s. En la imagen de ejemplo, está un kit de jardinería. Te permite cuidar de un cultivo en tu casa con la dedicación y esmero de sus agricultores del programa Kellogg´s Origins, que apuesta por la sostenibilidad. Hay pues un mensaje positivo de la empresa que conecta con sus clientes a través de la promoción del kit de jardinería. La firma estadounidense está siempre muy activa en todo lo que concierne al medioambiente y la sostenibilidad, como bien indica en su web.

 

La caja de cereales nos ofrece sorpresa final

¿Quién no ha tenido siempre algún problema para cerrar la bolsa de cereales una vez abierta? ¿Con una pinza, una grapa, haciendo un nudo…? Un buen cierre garantiza a calidad del producto, uno malo lo degrada. Pensando en facilitar esta tarea al consumidor, Kelloggs ha desarrollado un ingenioso sistema de cierre (lo explica en la parte superior de la caja) que aprovecha las pestañas de cartón superiores para presionar la bolsa por el interior, asegurando un cierre casi perfecto… ¡y fácil! No solo soluciona un problema al consumidor, sino que garantiza que el producto conserve bien sus propiedades (la calidad de sus corn flakes lo merecen).

Como ves, una utilización creativa del packaging al servicio de un marketing y comunicación originales y efectivos.

Kellogg´s: una empresa orientada al marketing

Todo lo anterior que has leído no es casualidad. La empresa Kellogg´s lleva casi desde el inicio estableciendo fuertes relaciones con sus clientes, a través de diversas campañas y programas, siempre defendiendo sus valores fundacionales. Podemos decir que es una empresa que tiene el marketing inoculado desde su origen. Y a lo largo de su historia se ha ido adaptando a los cambiantes gustos de los consumidores.

En 1969 tuvieron el honor de ser el desayuno de los astronautas: Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, un hito que pasó a la historia. En 1979 dan un impulso a The School of Commerce y pasa a ser la “Kellogg Graduate School of Management” a través de una donación de la Fundación Kellogg. En la actualidad, esta Universidad tiene 7 campus y cuenta con más de 60000 alumnos de 120 países. Por otro lado, sus estudios de marketing pasan por ser de los más reconocidos del mundo, como no podía ser de otra manera.

En 1997 abrieron el Instituto Kellogg, dedicado a la investigación en el campo de la nutrición y la alimentación. Un paso más que refuerza sus valores y establece una relación más estrecha con sus consumidores a través de ellos.

¿Qué más se puede decir? La verdad es que mucho más, sin duda. Hoy hay una verdadera guerra en los lineales por la captación del consumidor de cereales, muchas marcas, precios ajustados, fuertes promociones… En este terreno es en el que se tiene que mover Kellogg´s después de cien años. Y el diseño de una caja no es un detalle menor, como has visto. Todo ha sido ideado y desarrollado para trasmitir al cliente potencial que estás ante la primera y mejor empresa de cereales del mercado. ¿Tú qué opinas?