Construir una marca como estrategia empresarial

Cuidar la marca, una de las mejores estrategias de marketing y comunicación.

No por que algo se oiga mucho, o se repita constantemente, significa que se entiende, y mucho menos que se utilice correctamente. La marca de una empresa es uno de estos conceptos.

Incluso en el ámbito de los que nos dedicamos al marketing y la comunicación existe cierta confusión acerca de lo que es la marca y muchas veces se interpretan significados diferentes según a quien preguntes. Imagina lo que significará para un directivo o empresario no experto… Si no me crees pregunta en tu entorno. Te llevarás alguna que otra sorpresa.

Y, sin embargo, la marca de una organización, y en especial su imagen en el mercado, es uno de los factores que más repercusión tienen en la valoración que hacen los clientes de dicha empresa. Y, en consecuencia, tiene su efecto en una mayor confianza o no en la misma, lo que influirá sobre las ventas.

Para empezar, la marca no es el nombre de la empresa, ni su logotipo. Eso sí podría referirse a la marca comercial en todo caso. La marca es mucho más que eso. Yo tengo mi propia definición, que desde luego no tiene porqué ser la más exacta, ni hay que estar de acuerdo con ella, pero es con la que más a gusto me encuentro.

Una marca es la suma de todos mensajes que trasmite nuestra pyme en todos los puntos de contacto y de relación con personas u otras organizaciones externas.

¿Qué significa esto?

Lo primero, que nuestra empresa, consciente o inconscientemente, está enviando de forma permanente mensajes acerca de si misma. Esto se produce, por ejemplo, cuando realizamos una visita comercial o atendemos el teléfono, pero también cuando preparamos un pedido, transportamos nuestros productos, comunicamos en redes sociales o asistimos a una feria. Las empresas, como las personas, estamos continuamente trasmitiendo mensajes, allá donde vayamos o estemos.

«Todas las campañas publicitarias son campañas de marca. Si pretendes que sea una campaña de marca es irrelevante. Creará una impresión de tu marca independientemente de tu intención». (Bob Hoffman)

Lo segundo, y muy importante, es que lo que estamos trasmitiendo producirá un impacto en el destinario, que puede ser neutral, positivo o negativo. Ojo, la reacción que provocamos tiene un gran componente subjetivo (dependerá de factores como el perfil del destinatario, sus valores, la relación con nuestra compañía, sus creencias o su cultura). Sin embargo, eso no significa que no tengamos que construir un mensaje de marca acorde con lo que somos.

Y una apreciación adicional. Trasmitimos nuestra marca tanto dentro como fuera de la organización. Muchas veces nos olvidamos de que el primer escalón donde la marca se hace visible es dentro de nuestra empresa. Lo que los empleados y colaboradores aprecien acerca de lo que estamos trasladándoles en el día a día tiene especial relevancia. Afectará a la forma de trabajar, a la creación una cultura interna y, además, será proyectada al exterior, para bien o para mal, así que más vale empezar por cuidar la marca y fortalecerla desde dentro de nuestra casa.

 

(Licencia: ver notas a pié).

Como construir una marca, un proceso estratégico clave.

La cultura empresarial, los valores que nos definen, y aquello que nos hace ser lo que somos está en el origen de la marca de una organización. Por tanto, tenemos que ser capaces de definir los elementos esenciales que hacen de nuestra empresa un ente diferencial. El símil con la personalidad que a cada uno de nosotros nos diferencia como seres humanos me parece muy adecuado. En nuestro día a día estamos comunicando a nuestro entorno nuestra forma de ser, a través del lenguaje, el comportamiento, las decisiones que tomamos y por supuesto, la apariencia externa.

Lo anterior es aplicable al mundo empresarial. También todas las pymes tienen su personalidad específica, a veces definida conscientemente y otras de forma inconsciente, pero existe y es real. Por tanto, es necesario que nos paremos a pensar quienes somos y qué queremos que se trasmita de nosotros en todas nuestras actuaciones.

El siguiente paso es una técnica que yo utilizo habitualmente con las empresas con las que colaboro, y que te puede ayudar a homogeneizar y dar valor a la marca en todos los procesos en los que ésta se manifiesta.

Se trata de plasmar (en un papel o pizarra) la cadena de valor de tu empresa. Me estoy refiriendo a identificar todos aquellos procesos (desde su origen) por los que pasa tu producto o servicio hasta llegar al cliente e incluso después de ello (atención al cliente y fidelización). El esquema tiene la pinta de una serie de cuadros o pasos en los que se apunta lo que incorporamos al proceso respecto al paso anterior. Ten en cuenta que en cada paso se añade más valor al producto/servicio.

Es importante que añadas en cada fase del proceso de creación de valor las personas involucradas en el mismo, tanto internas (empleados y colaboradores) como externas (proveedores, aliados, clientes…) y su relación con la fase en la que actúan.

El tercer paso, una vez que tenemos el cuadro completo de procesos clave y personas involucradas, es adaptar los valores de nuestra marca (que ya los tenemos identificados en la fase previa) a cada fase de la cadena de valor. Se trata de ver cómo podemos introducir la imagen de marca en cada paso de la cadena. Esta fase es la más compleja, porque no siempre es evidente la relación. Dependerá de qué valor de marca tengamos y la fase concreta en la que hay que aplicarlo.

Te pongo algún ejemplo para que lo puedas visualizar.

Una de mis empresas más admiradas, Guillette, siempre se ha caracterizado por ser, ante todo, una marca de prestigio en el sector del afeitado. Su marca transmite desde sus inicios un valor fundamental: innovación constante y máxima calidad. Y eso es lo que percibe el cliente. Más allá de eso, la innovación y la calidad está en toda su cadena de valor, sobre todo en lo que no se ve, en el diseño de producto y en la fabricación. En estas fases de la cadena de valor Guillette pone todos sus recursos, que son muchos, en conseguir productos de altísima calidad, perfectamente testados y con una fabricación excepcional. Si quieres ver hasta dónde llega ese esfuerzo, te recomiendo este breve post sobre una visita de Ramón Grimalt (del Hospital Clinic, Universitat de Barcelona) al Centro de Investigación de Gillette en Reading (Reino Unido). Te doy un dato:  el desarrollo de la maquinilla Gillette Fusion costó alrededor de 680 millones de dólares.

(Licencia: ver notas a pié).

Otro ejemplo de empresa con una imagen de marca reconocida en el ámbito educativo es IE Business School (antiguo Instituto de Empresa), que hoy es una referencia mundial en la educación de líderes. Sus valores de marca se centran en “la innovación y el cambio en las organizaciones con enfoque global, carácter emprendedor y espíritu humanista proporcionando un entorno de formación en el que las tecnologías y la diversidad juegan un papel clave”. Unos valores de marca que se trasmiten en todos los procesos de su cadena de valor y en sus relaciones internas y externas de forma excepcional (cuadro de profesores, programas académicos, recursos, actividades, encuentros, foros, instalaciones…). En este caso, además, como antiguo alumno del IE lo puedo certificar de primera mano.

Pero no solo hay ejemplos de marcas reconocidas en las grandes empresas, aunque siempre podemos aprender de ellas. Cada vez más las pymes están concienciadas de que solo con una marca fuerte y con sólidos valores es posible conseguir la confianza del mercado.

Un ejemplo de empresa que ha apostado por potenciar la marca como eje estratégico es Provedo, una firma riojana que desde 1926 ha basado su éxito en el esfuerzo (a través de una apuesta por la I+D+i), el trabajo colectivo y un compromiso con la sociedad. Ello tiene su reflejo en toda la actividad de la empresa, desde los trabajos de investigación, las relaciones con los clientes, la asistencia a ferias y foros o en la comunicación de artículos técnicos. Fruto de todo este esfuerzo, la marca Provedo es hoy reconocida como una de las más prestigiosas del mundo en los cultivos de vid, frutal y olivo, con una producción anual de más de 4 millones de plantas que suministra a España, Portugal y varios países mediterráneos. Todo un éxito.

Como ves, sea cual sea el sector o tamaño de empresa, la generación de marca está al alcance de todas las pymes, es más, cuanto más pequeña es la pyme, menos complejo es este proceso. Conozco de primera mano algunos ejemplos de pequeñas empresas (restaurantes o comercios) que lo han hecho realmente bien, consiguiendo una excelente imagen de marca en su mercado local. Te sorprendería.

 

Resumen: cultura, valores, procesos, personas y marca.

Te hago un breve resumen del proceso para generar una marca en todo el ámbito de tu empresa.

  • Descubrir los valores y la cultura que te definen como organización.
  • Plasmar la cadena de creación de valor, junto con las personas implicadas.
  • Aplicar los valores de marca a cada uno de los procesos.

Y, sobre todo, ser honesto. No traiciones nunca lo que representa tu marca. Se coherente y transparente. Una marca se construye cada día, en todo momento, y es una acción estratégica. Cuesta mucho conseguir el reconocimiento del mercado. Por eso hay que ser fieles a lo que representamos, a lo largo del tiempo y en todo momento. Los beneficios, si se hace así, llegan por sí solos.

¿Quieres construir una marca poderosa para tu empresa?

Te dejo una pequeña reflexión de Bob Hoffman, experto en comunicación y marca. Seguro que te hace pensar, igual que a mí.

«No conseguimos que prueben nuestro producto convenciéndoles de que amen nuestra marca. Hacemos que amen nuestra marca convenciéndoles de que prueben nuestro producto».

 

Licencia Imágenes:
Imagen 1: <a href=»https://www.freepik.es/vectores/negocios»>Vector de Negocios creado por pikisuperstar – www.freepik.es</a>)
Imagen 2: Carnby / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)
La busqueda de los insights en marketing

La búsqueda de Insights en marketing.

¿Sabes qué significa el término Insight? Seguramente lo has escuchado alguna vez y, aunque no sepas exactamente lo que significa, si dominas el inglés lo traducirías como visión, idea o revelación. En términos generales, denota un momento de lucidez mental que te permite comprender algo de forma instantánea y entenderlo claramente. A mí me recuerda al término epifanía, más usado en el ámbito religioso, con el significado de manifestación o aparición.

El neuropsicólogo Oscar Castillero Mimenza, por su parte, considera como insight a la capacidad o facultad a través de la cual podemos tomar conciencia de una situación, conectando la situación que estamos viviendo o pensando en una solución o su comprensión. Es pues una actividad que se desarrolla en nuestra mente y que atraviesa varias etapas antes de manifestarse en nuestra conciencia, desde el impasse mental hasta el suddenness (repentino).

En realidad, si lo piensas con detenimiento, todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas esta vivencia, normalmente en situaciones de bloqueo que, de forma repentina e inesperada, logran superarse positivamente. La sensación de bienestar es muy profunda.

Ahora trasladamos el concepto de insights al mundo del marketing y la comunicación, un terreno en el que la psicología tiene mucho que decir. Desde mi punto de vista, hay dos áreas en las que los insights son cruciales en marketing: en la fase de definición de la estrategia, por un lado, y en el momento de identificar la conexión de nuestra empresa con los clientes a los que nos dirigimos.

 

 

Los insights para desbloquear una estrategia de marketing.

Cuando los responsables del diseño del plan de marketing y comunicación en las pymes tienen que decidir cuál es la mejor estrategia posible se enfrentan a múltiples posibilidades y las dudas suelen sobrevolar siempre a la hora de concretarla.

Disponer de toda la información relevante y plasmar los posibles escenarios muchas veces no es suficiente para estar convencido de tomar el mejor camino. No hay que olvidar que una estrategia de marketing condiciona muchas otras áreas de la empresa, comprometiendo recursos humanos y económicos en ello. Por eso es necesario tener una visión clara de lo que queremos conseguir y ver qué estrategia es la que más se alinea con dicho objetivo. Si llega el momento del bloqueo, entonces hay que tomar distancia con el problema.

Los estudiosos del tema coinciden en que hay que detener en algún momento el proceso de información. Consiste en aparcar el problema en un rincón del cerebro y no hacer nada con respecto al tema a tratar. Podemos hacer otras cosas con nuestra parte consciente mientras el subconsciente va trabajando: dar un paseo, ir a ver una película o hacer algo de deporte.

Mientras el cerebro descansa, estamos preparándolo para la fase de Iluminación, cuando la solución sale del subconsciente de forma repentina. ¡Ha llegado un insight! Los expertos hablan de “las tres B” como lugares para encontrar los insights: Bed (cama), Bus (autobús/coche) y Bath (Baño). Parece ser que es en estos sitios donde surge con mayor fuerza el momento de inspiración.

Habrás visto que no es fácil ni rápido conseguir ese momento especial que nos revela qué estrategia desarrollar, pero lo que te he contado está basado en experiencias reales y exitosas. La clave está en dejar la mente abierta a todas las posibilidades. Pensar en una solución sin pensar en ella, buscar lo que nadie busca.

Microsoft revolucionó con su software Windows la manera que tenían las personas de relacionarse con los ordenadores. Bill Gates se dio cuenta de un insight fundamental a la hora de definir su estrategia con Microsoft: la gente no quería usar ordenadores, lo que quería era poder hacer cosas con los ordenadores. Y una interface como Windows rompía la barrera existente hasta entonces entre ambos al ser intuitiva y fácil de usar.

 

La firma de cosmética y belleza Dove encontró un insight muy potente para su estrategia de marketing al romper con la tradicional imagen de mujer bella y perfecta que presentaba toda su competencia. Al revés de la tendencia, apuesta por una mujer real, que tiene sus defectos, como todas las personas, pero que no por ello renuncia a cuidarse y sentirse bien. Su estrategia basada en mujeres reales se ha reforzado con el proyecto #Muéstrame, donde mujeres de todo el mundo aportan sus imágenes rompiendo con el estereotipo de belleza.

(Imagen: www.dove.com/es)

Y tienes también el ejemplo de Correos Market, una estrategia que posiciona a esta empresa como nuevo actor en el mercado de los marketplaces, esta vez orientado a los productos elaborados en el medio rural, donde Correos puede llegar con su red logística. Detectó un insight en los productores locales que puede ser muy rentable.

Hay muchos más ejemplos, lo importante es dejar que tu cerebro explore por si mismo alternativas diferentes sin restricciones. Pensar en lo que nadie piensa. Así tendrás una estrategia que nadie tiene.

A la caza de los insights de tus clientes.

El Diccionario LID Marketing directo e interactivo define un insight (referido al consumidor) como una motivación profunda del consumidor en relación con su comportamiento hacia un sector, marca o producto. Está basado en percepciones, imágenes o experiencias del consumidor con la marca.

De nuevo estamos hablando un intangible, una sensación personal hacia un producto, marca o empresa. Como es un intangible, se hace necesario hacerlo real. La tarea de los marketeros consistirá en descubrir qué se esconde en lo más profundo de la mente de los clientes y darle forma real a través de una propuesta de valor que los conecte con su organización, marca y producto.

El Corte Inglés, por ejemplo, hace ya muchos años descubrió que las personas cuando acuden a comprar en un espacio donde hay mucha oferta, lo que le gusta es ver, tocar y buscar sin que nadie les interrumpa. Muchas veces, es ese proceso de búsqueda lo que realmente produce una experiencia satisfactoria del cliente en su visita al establecimiento. Por ese motivo, todos los empleados de esta cadena de distribución son formados en cómo deben de interactuar con los clientes. Solo sin son requeridos interrumpirán su libre deambular por el Centro. Han encontrado un insight que conecta al consumidor con su marca.

Otros ejemplos de identificación de un insight clave para conectar con el cliente son, por ejemplo, el tapón antigoteo del kétchup Heinz (insight que revela la importancia que le dan los consumidores a que el ketchup sea fácil de usar y no manche el envase con el tiempo) o la redefinición de la Clase Business de Qatar Airways, todo un insight que le ha permitido ser líder en esta categoría en todo el mundo.

En todos estos ejemplos encontrarás que se ha hecho un análisis muy minucioso del cliente objetivo, intentando descubrir sus motivaciones, anhelos y deseos en relación con un producto. ¿Cómo conseguir esto? A través de un proceso de observación del perfil del cliente y de sus comportamientos, tanto en su relación con nuestra empresa como con la competencia.

Un ejercicio interesante que puede dar muy buenos resultados en hacer un perfil de Buyer Persona de nosotros mismos, pero poniéndonos en el lugar de nuestro cliente. El Buyer Persona representa el cliente ideal, descrito en sus múltiples dimensiones (demográficas, culturales, motivacionales…). Si eres capaz de ponerte tú mismo como tu Buyer Persona ideal, te será más fácil comprender lo que se esconde detrás del a veces incomprensible comportamiento de los clientes. Lo incomprensible se hace comprensible al entender qué es lo que realmente mueve al cliente en una u otra dirección, y la mayor parte de las veces no es lo que dábamos por supuesto. Te invito a practicar tu propio Buyer Persona, seguir que te sorprenderán las conclusiones a las que llegas.

Después de lo que te he contado, creo que ya tienes clara la importancia de buscar y detectar los insights que pueden hacer que tu pyme conecte mejor con tu target y conseguir una mejora en la relación con él. En definitiva, más cercanía y, en consecuencia, más ventas, que al final es en lo que se tiene que traducir todo.

¿Te animas a descubrir los mejores insights para tu empresa?

 

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Portada Blog StampyMail

Entrevista a Borja García Gorriti, fundador de StampyMAIL. La innovación en el email marketing.

 

Hoy estamos con uno de los fundadores de la startup StampyMAIL, Borja García Gorriti (Calahorra, La Rioja, 1985). Con él vamos a descubrir cómo ha nacido esta pyme, su modelo de negocio y el componente innovador que propone, muy orientado al marketing y al mundo digital. Un proyecto que ha merecido el apoyo de la plataforma Lanzadera del fundador de Mercadona Juan Roig, y que estoy seguro de que conseguirá importantes éxitos en los próximos años.

 

 

Antes de nada, gracias por colaborar en mi blog, Borja. Es un honor poder contar con vuestra visión como emprendedores y que pueda difundirla a través de este canal. Te voy a pedir que me comentes quiénes sois el equipo de StampyMAIL y cuál fue el motivo de dar el paso para iniciar esta aventura.

El equipo lo componemos más de 10 personas ya, en su mayoría desarrolladores y técnicos de sistemas dado el carácter tecnológico de nuestra solución. ¿El motivo? La necesidad que tenían algunos de nuestros clientes de otras aventuras nuestras y la intención de buscar un producto que cumpliera con varias características que nos interesaban, producto SaaS, de bajo coste, con entrada en grandes empresas, con baja competencia en un mercado hispano y con características muy interesantes.

 

Crear una empresa desde cero, más en los tiempos actuales, es todo un reto… ¿Cuáles fueron los principales obstáculos que os encontrasteis? ¿Cómo los habéis superado? ¿Habéis tenido apoyos privados o públicos?

Crear una empresa siempre es un reto, pero también te cambia la forma de ver el mundo laboral, sinceramente creo que emprender es muy enriquecedor para aprender en muchos aspectos.  En nuestro caso, no era la primera vez que emprendíamos y estamos algo curtidos, pero la ayuda siempre es bienvenida y en muchos casos necesaria. No tuvimos apoyos en el inicio hasta que no conseguimos un MVP (Minimum Viable Product, Producto Mínimo Viable), en las fases muy iniciales de la concepción de una idea; es complicado encontrar muchas ayudas, debes de tener la capacidad de sacar adelante por lo menos un MVP, eso ya demuestra el compromiso que tienes y gusta a inversores e instituciones.

Un gran obstáculo que se tiene siempre al inicio es contar con la gente necesaria y buscar los apoyos para el desarrollo. Es IMPORTANTÍSIMO la elección de tus socios y primeros empleados, van a cambiar el devenir del proyecto, no hay que guiarse por amistades, hay que elegir con la cabeza, pero que ellos se impliquen de corazón. Es difícil iniciar en el mundo startup sin que la gente esté implicada en un 110%.

 

¿Por qué el nombre StampyMAIL?

Mail es obvio, venimos a modernizar el correo y Stamp significa Sello, Marca, y hemos querido personificar la marca con Stampy, que es nuestra mascota, un conejo muy simpático que en verdad existe, y es la mascota de una de nuestras diseñadoras. El día que elegimos el nombre fue bastante divertido, todo el equipo pensando y proponiendo…

StampyMAIL tiene un modelo de negocio muy definido. ¿Nos lo puedes comentar? ¿Cuál es el componente diferencial que aportáis?

No hemos inventado el servicio, en otros países ya existe, pero sí que hemos evolucionado las soluciones y pretendemos modernizar el entorno del correo aportándole las ventajas de las últimas tecnologías existentes.

Es un modelo de negocio SaaS (Software as a Service) en el que se paga por el uso de la herramienta con carácter mensual/anual, y que te permite acceder a todo lo que vamos desarrollando. Los modelos SaaS dan mucha estabilidad aunque cuesta llegar al punto de equilibrio pero nos asegura que sigamos aportando valor a las comunicaciones de las empresas por más tiempo y teniendo recursos para seguir añadiendo funcionalidades.

 

Si tuvieras que resumir en tres únicos puntos las ventajas de contar con vuestro producto para la generación de mayor valor a una pyme media, ¿Cuáles serían?

Valor de Marca, Cross-Selling y mejora de la comunicación.

 

Soy un gran defensor del componente estratégico en cualquier proyecto empresarial, en especial en el área de marketing y comunicación. En este sentido, ¿cómo lo habéis enfocado en vuestro caso?

Como decía antes, hay otras soluciones en el mercado, sobre todo en el americano, pero mayormente están orientadas a solucionar problemas para los departamentos de sistemas, nosotros hemos cambiado eso y lo hemos desarrollado orientado al departamento de marketing de la empresa para hacerlo sencillo y convertirlo en una herramienta de verdad, no en una solución técnica. Hacemos mucho hincapié en la parte de métricas, porque en marketing digital debes poder medir todo lo que haces para tomar mejores decisiones y en eso hemos conseguido grandes resultados.

 

La COVID-19 ha hecho que muchas empresas apuesten con más fuerza por las herramientas digitales en sus estrategias de comunicación. ¿Crees que eso puede ser una oportunidad para vuestro negocio?

Bueno, en nuestra parte de marketing no tanto puesto que muchas empresas están preocupadas actualmente por otros aspectos que consideran más importantes. Si que hemos notado que ha crecido mucho el interés por nuestras funcionalidades de validación de e-mail por blockchain puesto que son aspectos más legales los que apoyamos y eso les proporciona seguridad.

Por otro lado, en otros sectores de nuestras empresas (Stampy es sólo la última aventura…) hemos tenido proyectos más que interesantes y un crecimiento importante. Proyectos de la talla de Ahoramasquenunca de Mahou, corazonessolidarios u algunos otros que hemos desarrollado o colaborado y han surgido en estos momentos duros, mi recomendación es abrir la mente, detectar las flaquezas y las fortalezas en este contexto cambiante e intentar posicionarte en ellas y adaptarte. Los que sobreviven son los que mejor se adaptan.

 

Muchas empresas, sobre todo las pymes, todavía siguen considerando el marketing como algo que no necesitan. ¿Cómo ves desde la óptica de vuestra empresa este hecho? ¿Podrías darles argumentos por los que el marketing y la comunicación son siempre una inversión rentable?

Tú no pides un refresco de cola, una berlina o un caramelo de chupar con palo, al final las marcas se construyen a través de la comunicación y el marketing, la publicidad sólo es una pata de ello, el paraguas es mucho más amplio y la gente debe tomar consciencia y trabajarlo. El gran problema es que normalmente no se trabaja con una estrategia concreta, se hacen cosas sin planificación ni criterio y si no se consigue nada, pues la culpa es de los medios o de la publicidad, que no funciona, todo debe obedecer a un objetivo e ir orientado hacia nuestro target, no todo vale para todos.

 

Aunque lleváis muy poco en el mercado, estoy seguro de que ya estáis visualizando vuestro negocio a dos o tres años vista. ¿Cómo os veis?

Nuestros objetivos son claros, hacernos con el mercado hispano, ahora bien, no es algo sencillo, pero vamos por buen camino. Esperemos que en un par de años Stampy sea una marca reconocida en el sector del marketing como una herramienta imprescindible de las empresas para trabajar.

 

El ecosistema emprendedor en España, sin ser malo, dista mucho de estar en las mejores condiciones para los que os lanzáis a esta aventura. ¿Qué mensaje puedes trasmitir a los que todavía se lo están pensando o tienen dudas al respecto?

Yo me considero algo loco en esta parte…cualquier consejo sería que os lanzarais sin miedo, pero siendo conservador, os diría que buscarais gente que os pueda echar una mano, mentorizar, aconsejar y que eso os ahorrará muchos problemas en el futuro porque ellos/as ya se habrán enfrentado a problemas parecidos, y no dejar de formarse ni de tener miedo a hablar de tu idea o proyecto, nunca sabes si quien te escucha puede ayudarte, es sorprendente lo que se puede hacer alrededor de una mesa con una cerveza/café por medio y la gente adecuada.

 

Da gusto escuchar a gente como Borja. Apasionado, pero con los pies en el suelo y mucha cabeza. Me quedo con la importancia de contar con un buen equipo de personas comprometidas con el proyecto desde la fase inicial. Y con la observación atenta de los cambios que se están produciendo en nuestro entorno para encontrar las oportunidades que están ahí escondidas, esperando a que un emprendedor las ponga en marcha dando lugar al nacimiento de una nueva pyme.

¡Muchos éxitos!

 

Tienes toda la información sobre la empresa y sus servicios en: https://stampymail.com/

Lo que crees que es muchas veces no es la realidad

Lo que creemos que es…y lo que realmente es. Las falsas ideas que frenan el crecimiento en las pymes.

Todo el mundo, incluido yo, tenemos arraigadas en lo más profundo de nosotros un buen conjunto de ideas, creencias, valores o suposiciones que nunca ponemos en duda. Están tan inmersas en nuestra mente que casi parece que son parte constitutiva de nosotros. Bertrand Russell decía que “El hombre es un animal crédulo, y debe creer en algo; en la ausencia de buenas bases para creer, estará satisfecho con malas”. No solemos poner en duda ni en cuestión nuestras creencias, es más, las defendemos con uñas y dientes ante cualquiera que intente contradecirlas. No siquiera teniendo delante de nosotros pruebas fehacientes y sólidas que hacen que nuestras creencias se tambaleen somos capaces de torcer el brazo.

Como personas, trasladamos a la gestión empresarial nuestras creencias e ideas fijas, algunas de las veces porque es la manera más fácil de actuar (no cuestionar nada) y las más porque damos por hecho que nuestra experiencia, intuición o capacidad nos ha fortalecido dicho convencimiento. Por eso, cuando el mercado pone en su sitio las cosas, y nos contradice, no entendemos cómo ha podido pasar (a pesar de las múltiples señales de alarma que seguramente hemos recibido de él).

La rigidez de pensamiento y la falta de flexibilidad mental de muchos directivos es una de las causas que impiden a muchas organizaciones avanzar en su proceso de evolución. No se trata de algo nuevo, la resistencia al cambio es un pecado que convive con nosotros desde tiempos muy antiguos. Creo que, a pesar de las veces que los expertos advierten del peligro de tener ideas fijas preconcebidas cuando se elabora una estrategia empresarial, es un mal que sigue lastrando el progreso en las pymes.

 

Mi pequeña lista de mitos o creencias (falsas) que todavía subsisten en el panorama empresarial actual.

 

Creencia 1: el cliente/consumidor siempre actúa de forma racional.

¿Cómo es posible que no me compren mi producto? ¡Si es el más avanzado y eficiente, y además tiene un precio mejor que la competencia! Pues no, no lo compran, esa es la realidad. Estar convencido de tener lo que creemos que es lo mejor para el cliente no significa que éste nos lo compre. En el proceso de compra de un cliente (que es distinto según si es un mercado B2B o B2C, un sector u otro, un país u otro…) influyen aspectos que deberíamos tener en cuenta, y que no son siempre objetivos. Imagen de marca, confianza en la empresa o seguridad en la compra son solo algunos intangibles que pueden esconderse tras la decisión de compra. Es más, puede que no lo compren porque no lo conocen (no se ha realizado una comunicación adecuada). Si no conoces el proceso de compra de tu cliente, ni sus motivaciones, da igual que tengas el mejor producto del mundo, no lo comprarán.

Un ejemplo de esta visión errónea de lo que pensamos que los clientes nos comprarán es la hamburguesa McDonald’s Arch Deluxe, lanzada en 1996 por la famosa cadena americana y en la que invirtió más de 100 MM de dólares, para nada. De hecho, se adelantó en varios años al concepto de hamburguesa de lujo que hoy triunfa de la mano de algunas empresas como Five Guys, por ejemplo. Así se anunciaba la Arch Deluxe en 1996.

 

Creencia 2: con una tienda online venderé más que ahora.

En dos meses, una empresa media puede tener presencia en internet con una plataforma de venta online para la venta de sus productos. Qué fácil, ¿no? Desgraciadamente, esto no funciona así. Para empezar una tienda online en un mercado donde hay literalmente millones de ellas compitiendo por usuarios de todo el mundo es lo que se llama en marketing un océano rojo.

Si crees que tener una tienda online te va a reportar grandes ventas, por si misma, no lo hará. Detrás de una plataforma de venta online está un trabajo previo de diseño y análisis de la viabilidad y oportunidad de la iniciativa. Si además no cuentas con una marca reconocida, prepárate a realizar una campaña de branding potente, seguida de una estrategia de marketing digital duradera en el tiempo. Y, aun así, según algunos estudios, el 80 % de las tiendas online cierran antes de tres años. Y posicionar tus productos en un marketplace tampoco es una solución rápida, ni fácil.

En general, la confianza ciega en lo digital como solución de bajo coste para vender está produciendo un inmenso daño a las pymes. La transformación digital, que es un paso necesario y obligado para todas las organizaciones, no se está haciendo adecuadamente. Las estructuras físicas de las empresas, su organización, su cultura y nivel formativo son factores que hay que optimizar antes de plantearse una digitalización adecuada. Y, por supuesto, tener una estrategia de negocio clara y realista que marque las pautas de lo que la empresa puede o no hacer y los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta. En otras palabras, empieza por lo más básico, y añade poco a poco la complejidad que sea necesaria y que tu empresa pueda digerir.

 

Creencia 3: el marketing es básicamente publicidad y promoción.

Parece mentira, pero estamos en 2020 y aún existe la creencia generalizada en muchos directivos de pymes que el marketing consiste en hacer publicidad de nuestros producto y servicios y promocionarlos. No solo eso, sino que además muchos siguen pensando que es un gasto prescindible. Ni con la evidencia estadística y empírica de que el marketing contribuye de manera decisiva al crecimiento de las organizaciones (hay muchos estudios serios realizados), se puede romper con esta falsa creencia.

El área de marketing tiene la función clave de generar oportunidades de venta en las empresas. Y para ello, utiliza un abanico muy amplio de herramientas y procedimientos. Desde el análisis del entorno (mercado y competencia), a la elección de los mejores canales de venta y distribución junto a las estrategias para llegar a ellos, pasando por el diseño de producto y packaging, la segmentación del mercado o le estrategia de marca. El marketing es una función trasversal, que bebe de casi todos los departamentos de la empresa y coordina esfuerzos orientados a tener visibilidad en el mercado y a impulsar la actividad comercial. Si piensas que no necesitas marketing y comunicación en tu pyme, no solo perderás oportunidades de negocio, sino que dejarás un espacio libre para que tu competencia lo ocupe y lo aproveche en su beneficio.

Las firmas que más porcentaje de inversión en marketing y comunicación realizan suelen estar en posiciones de liderazgo en sus mercados. Coca Cola, por ejemplo, dedica casi el 70 % de sus ingresos a inversión en su marca. ¿Por qué crees que lo hacen? Hay que cambiar de mentalidad, el marketing y la comunicación son una inversión rentable, no un gasto. Y no, no son solo publicidad y promoción.

Creencia 4: los clientes lo que quieren ante todo es un buen precio.

 

Esta afirmación no es del todo falsa. Realmente, existen nichos del mercado que son especialmente sensibles al precio, bien por el tipo de producto o por el perfil del consumidor, pero en general, el cliente lo que quiere es que el valor que recibe por un producto o servicio (analizado de forma subjetiva) sea mayor que el coste de adquirirlo. Y esto es válido tanto para productos de lujo como para los de primera necesidad, y especialmente cierto en mercados B2B donde hay factores como la seguridad, la garantía o la confianza adquieren mucha más relevancia que el precio.

Afirmar que el precio es el elemento que decide todo en un mercado es una manera de justificarse (o engañarse) ante la realidad de no disponer de una cartera de productos que aporte un valor añadido y diferencial al cliente. Analiza tu mercado e invierte en valor, el precio quedará fijado en función de lo que seas capaz de aportar a tus clientes frente a lo que ofrece tu competencia.

 

Creencia 5: los medios tradicionales ya no funcionan

Relacionado con la creencia 2, relativa a la tienda online como solución rápida y barata a las dificultades de venta, está la convicción de que el marketing tradicional, o los medios de comunicación de toda la vida, ya no son efectivos. No voy a entrar a valorar esta afirmación, porque se desmonta por si sola. Todos los estudios realizados y la gran mayoría de expertos en marketing y comunicación demuestran con cifras reales que la omnicanalidad es la mejor forma de ofrecer al cliente una experiencia completa y satisfactoria. La posibilidad de que cada consumidor elija el canal más apropiado para interactuar con nuestra empresa o marca es la mejor forma de que esta se adapte mucho mejor y el resultado final sea óptimo.

Zalando combina tiendas online y offline (tienda física) para conseguir que el cliente tenga una experiencia de compra más completa.

Un plan de marketing y comunicación completo atenderá siempre a las vías online y offline, a los medios digitales y los físicos, a las relaciones públicas face to face y a las interacciones a través de medios digitales. Un ejemplo de todo esto es la estrategia de marketing y comunicación de Zara, que combina de forma notable sus acciones online (app, web y RRSS) con la comunicación offline y la experiencia en tienda. Así, el cliente puede experimentar la relación con la marca de forma global y mucho más satisfactoria.

Analiza el comportamiento de tu cliente e identifica los momentos y espacios más adecuados para interactuar con él. Combina los canales e intégralos en una estrategia unificada. Y no olvides que el contacto físico sigue siendo muy importante para la mayoría de nosotros.

 

Creencia 6: exportar es complicado y costoso para una empresa del tamaño de la mía.

En mi experiencia con clientes de todo tipo, cuando planteo la posibilidad de que la empresa dé el salto internacional, suelo encontrarme con un rechazo inicial importante. Hay una barrera mental en los directivos ante la posibilidad de tener presencia fuera de nuestras fronteras. Es, sobre todo, un miedo a lo desconocido: mercado diferente, idioma, cultura y, ante todo, un montón de trabajo y adaptaciones para iniciar el proceso. Por eso muchas firmas no llegan a dar el paso.

Hay una realidad de la que no se puede huir, a pesar de que cerremos los ojos. Vivimos en un mundo globalizado, y el mercado es cada vez más amplio y homogéneo. Si no sales al exterior, no te preocupes, otros llegarán desde fuera a competir contigo. Y eso no lo podrás obviar.

Tener presencia en el exterior no es únicamente exportar, por eso yo prefiero hablar de internacionalización. Tu empresa puede llegar a acuerdos con firmas de otros países para que tus productos estén disponibles en dichos países. Y ahora, más que nunca, hay multitud de empresas privadas y organismos públicos, como el ICEX o las Cámaras de Comercio, e instrumentos, como misiones comerciales o ferias con presencia agrupada, que facilitan mucho dar el paso internacional.

Lo que sí es definitivo es que el mercado es cada vez más grande, y que incluso las pymes de un tamaño no muy grande están teniendo importantes crecimientos por esta vía. La conocida empresa española de yogures helados Llaollao es un buen ejemplo de expansión internacional de éxito a través del modelo de la franquicia. Plantéate un posible salto al exterior, no tiene que ser ambicioso, empieza por lo más sencillo y verás cómo se abren nuevas perspectivas para tu organización.

 

Creencia 7: nadie como yo conoce mi empresa.

Pensar que la empresa y el empresario son lo mismo es otra de las convicciones más arraigadas en algunas organizaciones. Ciertamente, muchas firmas han nacido y crecido por la visión y el impulso de sus fundadores. Hoy no es posible desligar a Juan Roig de Mercadona, o a Amancio Ortega de Zara, pero… ¿quiere esto decir que la continuidad o el crecimiento de la empresa estará siempre unido a sus impulsores? Ciertamente no.

Una empresa adquiere vida propia y evoluciona en el tiempo dependiendo fundamentalmente de los cambios en el mercado (competidores, clientes, nuevos productos, nuevos hábitos, tecnología…). Si el principal responsable de la empresa es capaz de ir adaptando el negocio a todos esos cambios, la organización crecerá, pero un empresario, por inteligente y visionario que sea, no puede por si solo tomar siempre las mejores decisiones. De hecho, hay muchos ejemplos de emprendedores a los que les llegó su hora, y otros recogieron el testigo de forma exitosa, por cierto. Tim Cook en Apple dio una nueva vuelta de tuerca a la empresa heredada de Steve Jobs.

La clave para que una empresa evolucione de manera sana y exitosa es rodearse de equipos de personas que sean excepcionales en su campo de trabajo. Al menos, las mejores que puedas permitirte. Ese es el gran secreto de muchos empresarios de éxito. Detrás de la cara visible del CEO están personas y empresas colaboradoras de primer nivel, y eso luego tiene consecuencias positivas en la empresa. Déjate aconsejar, rodéate de equipos con talento y tendrás una visión de futuro más completa y real de tu organización.

 

Duda de lo establecido, la realidad puede ser diferente de lo que siempre has pensado.

Hay muchas más creencias falsas en la mente algunos directivos de empresa. No sé si en tu caso concreto te has visto reflejado en algunas de las que he mencionado. Y hay muchas más, como la creencia de que una inversión en responsabilidad social corporativa (por ejemplo, una donación a una entidad benéfica) trae por si misma un retorno directo sobre las ventas. Tampoco es cierto. Una estrategia RSC es algo muy diferente a realizar acciones puntuales, y el retorno a veces no se refleja en la cuenta de resultados, sino en otras áreas como la valoración de marca, por ejemplo.

La idea con la que quiero que te quedes de todo esto es que tenemos que ser autocríticos con nosotros mismos y asumir que, al igual que los escenarios de mercado donde competimos cambian cada vez más a menudo y de forma más profunda, tenemos que ir adaptando las estrategias y el propio modelo de negocio a dichos cambios. Tener una estructura mental flexible y adaptativa, pensar de formas distintas y escuchar mucho a tus colaboradores.

 

Te recomiendo una herramienta o técnica que suele dar excelentes resultados a la hora de tener una visión diferente de tu organización y tu mercado. Se trata de los Seis Sombreros para Pensar de Edward de Bono, el padre del pensamiento lateral. En esencia, consiste en ir intercambiando sombreros (de colores distintos), que representan formas de pensar y razonar diferentes. Por ejemplo, el sombrero rojo expresa los sentimientos o el sombrero negro, que expresa la actitud crítica ante una estrategia o posibilidad, centrándose en lo que podría salir mal. Es un ejercicio muy interesante y que ha demostrado su eficacia allí donde se ha puesto en práctica. Te invito a probarlo. Es una de las maneras de abandonar ideas preconcebidas y abrir la mente a una realidad que a veces no queremos ver.

Porque, como decía el escritor Philip K. Dick, la realidad es aquello que incluso aunque dejes de creer en ella, sigue existiendo y no desaparece.

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Las tres preguntas clave para un plan de marketing y comunicación

Respondiendo a estas tres preguntas ya puedes preparar un plan de marketing en tu empresa.

A la hora de pensar en plan estratégico de marketing y comunicación en una pyme suelen surgir muchas preguntas: ¿qué tengo que hacer? ¿quién tiene que prepararlo? ¿con quién? Y, sobre todo, ¿por dónde empiezo?

Si en tu organización no se ha realizado nunca un plan de marketing es lógico que surjan estas y otras muchas preguntas. De hecho, para bien o para mal, la pyme que usa este instrumento en su estrategia de marketing suele basarse en planes anteriores a la hora de confeccionar uno nuevo.

Para disponer de un plan de marketing, antes de nada, es preciso que te cuestiones para qué lo necesitas. Muchas veces se aborda una estrategia de marketing sin tener antes definida su razón de ser. Recuerda que un plan de marketing y comunicación es la plasmación de unas acciones que hay que llevar a cabo, que consumirán unos recursos concretos y que marcarán el rumbo de crecimiento de tu empresa. Si al final decides que un plan de marketing es vital (como de hecho lo es) para el futuro de tu organización, da el paso, pero ten en mente que vas a tener que llevarlo a cabo siguiendo las pautas marcadas. Si piensas que puedes abandonar el plan, mejor no empezar, ahorrarás tiempo y recursos, aunque seguramente también pierdas oportunidades nuevas de crecimiento.

 

Esquema general: el hoy, el mañana y el camino que los une.

Seguro que conocéis las famosas preguntas existenciales que casi todos nos hemos hecho en algún momento. O al menos, las habéis oído.

  • ¿Quiénes somos?
  • ¿De dónde venimos?
  • ¿A dónde vamos?

Preguntas que han tenido cientos de respuestas a lo largo de los siglos, y que creo que hoy siguen sin tener una explicación definitiva, al menos para la mayoría de nosotros.

Descendiendo a un nivel más terrenal, también a la hora de preparar un plan de marketing y comunicación hay que contestar a tres cuestiones, desde luego no tan profundas como las anteriores, pero que son de una importancia crucial para la empresa:

  • ¿Dónde estoy?
  • ¿Dónde quiero llegar?
  • ¿Cómo lo voy a hacer?

Es casi lógico empezar por responder estas preguntas, aunque la mayoría de las veces, se empieza la casa por el tejado. Se pone en marcha una planificación sin abordar previamente los pasos esenciales que serán los que den la forma definitiva a la estrategia. Vamos a ver, paso a paso, como la resolución de estas tres interrogantes te construye, poco a poco, el plan de marketing y comunicación que necesitas.

 

Plan de marketing: ¿dónde estoy?

Situar la posición de tu empresa en el lugar en el que realmente se encuentra es el primer paso. Muchas veces creemos que conocemos a fondo nuestra organización, el equipo que tenemos, los recursos, los productos, los procesos que hacemos y la posición en el mercado. Pero puede que tengamos un sesgo en nuestras apreciaciones, como yo, en mi actividad profesional he podido constatar a la hora de hacer una auditoría a los clientes. Los primeros sorprendidos son ellos mismos.

Además de una auditoría, especialmente si se realiza con una consultora externa, para dar respuesta al donde estoy, son muy útiles las siguientes herramientas:

  • Matriz DAFO, que nos ofrece no solo una visión interna y externa de los puntos fuertes y débiles de la empresa, sino que esboza posibles estrategias a seguir.
  • Las cinco fuerzas de Porter. Una herramienta estratégica que creo que es fundamental para analizar la posición real de la pyme en el mercado en el que compite, y que ofrece además una visión de la calidad del mismo (si es atractivo o no).
  • CANVAS, o matriz estratégica. Consiste en poner sobre la mesa (en este caso un lienzo), los datos clave del negocio, para analizarlo tanto de forma interna como externa. En concreto, se analizan las actividades clave, los recursos clave y las alianzas, por la parte interna, y los segmentos de clientes, las relaciones con ellos y los canales, por la parte externa. Se completa con las fuentes principales de ingresos y gastos.

 

El poder del CANVAS está en que de todo ello extraemos la verdadera propuesta de valor del negocio, y si esta es la correcta teniendo en cuenta las circunstancias internas y externas, especialmente el mercado. Es necesario que participen en este análisis personas de diferentes departamentos, ya que la visión del negocio varía bastante según quien lo realice.

Existen muchas más técnicas y herramientas estratégicas para concretar el punto donde se halla la empresa, pero no hace falta utilizar muchas más. Si se realiza correctamente, con las mencionadas podemos tener ya una fotografía bastante cercana a la realidad del negocio.

Plan de marketing: ¿dónde quiero llegar?

Antes de responder, párate a pensar un poco en las conclusiones derivadas de la primera pregunta. Si tienes ya una visión realista de donde te encuentras, con tus limitaciones y tus posibilidades, podrás abordar esta segunda etapa, descubrir la meta a la que quieres llegar.

No es fácil marcar el rumbo de un negocio. Tener metas y objetivos sin embargo, es imprescindible. Hay que contestar a esta pregunta siendo conscientes de nuestras carencias actuales, pero lo suficientemente ambiciosos como para visualizar el lugar donde quiero que esté mi negocio. Y en este punto, hay que fijar algunos hitos, primero cualitativamente, y luego cuantitativamente.

Desde el punto de vista cualitativo, puedes plantearte:

  • ¿A qué público me voy a dirigir fundamentalmente? Perfiles, áreas geográficas…
  • ¿Con qué tipo de productos o servicios voy a intentar captarlos?
  • ¿Qué valores diferenciales tendrá mi oferta?
  • ¿Qué recursos humanos y materiales me harán falta?
  • ¿Qué posibles alianzas necesitaré?
  • ¿Qué canales de distribución serán los prioritarios?
  • ¿Qué tipo de comunicación haré?

 

El fijar metas cualitativas condicionará los objetivos cuantitativos:

  • ¿Qué volumen de ventas espero alcanzar?
  • ¿Qué precios debo de fijar para el portfolio de productos/servicios?
  • ¿Qué inversión puedo realizar para la producción y comercialización de mis productos/servicios?
  • ¿Cuánto puedo dedicar a la formación o contratación de personal cualificado?
  • ¿Qué presupuesto puedo dedicar a la comunicación?

Una herramienta adicional que es muy útil para visualizar el futuro que queremos para nuestra pyme es realizar el CANVAS mencionado anteriormente, pero como meta futura. Se completarán los mismos aspectos, pero pensando en la meta que queremos alcanzar.

El destino donde quiero situar a la organización debe de fijarse con un horizonte temporal, el que se estime oportuno. No soy partidario de realizar planes a muy largo plazo. Un horizonte de entre uno y tres años puede ser razonable, y cada año someterlo a revisión, si las circunstancias internas o externas han cambiado.

Solo queda plasmar todo lo anterior en un documento (una Excel suele ser muy útil) que será la base del plan de marketing y comunicación.

Plan de marketing: ¿cómo lo voy a hacer?

Llegamos a la tercera y última pregunta, la que transformará todo lo anterior en líneas de actuación y en acciones. Tenemos que agrupar las metas y objetivos cuantitativos y cualitativos en conjuntos homogéneos. Cada grupo definirá una línea de actuación, que a su vez dará lugar a una serie de acciones.

Por ejemplo, una línea de actuación podría ser Desarrollo del área comercial, donde se agruparían los objetivos de personal necesario, canales de venta o alianzas. A partir de esa línea de actuación se definen las acciones concretas a realizar, su plazo, presupuesto y responsables de las mismas. Por ejemplo, conseguir un listado de posibles distribuidores, contactarlos y cerrar acuerdos con los que tengamos previsto en los objetivos.

Otra línea de actuación puede ser Plan de Comunicación, que agruparía todo lo relativo a la difusión de nuestra propuesta. Aquí tendrían cabida, por ejemplo, un plan de medios digitales, un plan de notas informativas o la asistencia a ferias sectoriales. Como antes, para cada acción se establece el plazo, el presupuesto y los responsables.

Así se haría con todas las líneas de actuación, hasta tener agrupadas todas las metas que se fijaron en la segunda etapa. Con esto, ya tendríamos a punto nuestro Plan de Marketing y Comunicación.

 

Plan de Marketing: el éxito está en nuestras propias capacidades.

Preguntas sencillas, pero que esconden toda una metodología ampliamente probada y demostrada en su eficacia a la hora de poner en marcha un plan estratégico, en este caso, orientado al marketing y la comunicación. Desde mi posición como consultor he podido ver cómo esta técnica ofrece un guion especialmente útil para ordenar las diferentes actuaciones que conlleva un plan de marketing y comunicación. Y también han puesto de manifiesto las claves para que llegue a buen fin.

Ordenar las ideas y plasmar un plan de acción requiere coordinar e integrar tres partes esenciales, las personas, los procesos y herramientas, siendo el factor humano el prioritario, y sin que este funcione, el resto no lo hará tampoco. Motivar y formar a las personas involucradas en el proyecto es esencial para conseguir resultados, no lo olvides porque es lo más importante.

Por otra parte, además de integrar las tres partes mencionadas, este proceso te exigirá un alto grado de compromiso con las líneas de actuación, una constancia en su desarrollo día a día y, sobre todo mucho trabajo. Pero merece la pena. ¡Los resultados pueden sorprenderte! Además de conseguir objetivos, estarás entrenado para abordar otro tipo de proyectos siguiendo una metodología rigurosa, en beneficio de la productividad y competitividad de tu organización.

 

 

La intuición como herramienta estratégica empresarial

La intuición, la herramienta estratégica que puede dar enormes beneficios a tu pyme.

 

Acabo de leer un excelente artículo (*) de Richard K. Lochridge, experto en estrategia de negocio, en el que habla del poder de la intuición en el marco empresarial como palanca para crear valor en la organización y, consecuentemente, generar crecimiento. A lo largo del artículo, titulado de forma muy expresiva “Libera la intuición”, Richard deja claro que todas las empresas tienen la capacidad para aprovechar el potencial intuitivo de sus equipos, eso sí, siempre que la meta que se proponga la organización -nivel de innovación- sea comparable a la amplitud de la perspectiva individual de las personas. En otras palabras, no se conseguirá una pyme muy innovadora si las personas que tienen que llevarlo a cabo no adquieren un compromiso de nivel equivalente.

Una de las conclusiones más importantes del artículo es que deja claro que la utilización de la intuición como herramienta estratégica, lejos de ser un proceso individual y espontáneo, exige un método concreto para su desarrollo que, si no implica a toda la estructura organizativa, está condenado al fracaso la mayoría de las veces.

 

El flujo de la información, la colaboración y la comunicación.

No se podrá acometer un proceso de creación de valor basado en la intuición si previamente no se han creado los canales apropiados para que las personas puedan acceder a la información relevante y contribuir a ese conocimiento con sus propias aportaciones. Una tarea que tiene que ser liderada por la dirección general.

Y también la comunicación entre los diferentes niveles de la organización deber ser fluida y en ambos sentidos. En este aspecto, Richard destaca la ventaja que tienen las empresas de menor tamaño frente a las grandes. Una organización con cientos o miles de empleados tendrá más dificultad para gestionar una comunicación fluida y rápida, que una más pequeña, donde las líneas comunicativas son más cortas. Según Richard, “para dar libertad a la intuición en una gran empresa, la gerencia tiene que ir más lejos y no limitarse a identificar a las personas que tienen aptitudes creativas, sino desarrollar formas de interrelación entre ellas”.

 

Cinco componentes clave para generar valor a través de la intuición.

Según Richard Lochridge, existen cinco elementos clave que son necesarios para que una estrategia empresarial basada en la intuición y en la creatividad tenga éxito. Son cinco componentes que tienen que ser compartidos por todos los niveles funcionales de la organización para que la producción de predicciones sea eficaz.

El mapa del mercado.

Es necesario conocer no solo el tamaño del mercado en que compite la organización, y su posible evolución, sino también los segmentos en los que se divide y la lógica que subyace en cada segmento. Si combinamos el mapa del mercado con los valores de nuestros clientes tendremos más capacidad de predicción sobre la evolución futura de ambos.

Los valores el cliente

Detectar qué es lo que realmente necesitan los clientes es bastante complejo. Muchas veces, ni los propios clientes saben lo que desean. El reto para las organizaciones es combinar las necesidades actuales de los clientes con la posible evolución tecnológica de productos y procesos. De este análisis se puede predecir la posible evolución de los valores de los clientes y adaptar nuestra oferta a los mismos.

El cambio tecnológico y la economía empresarial

Se refiere a la estructura actual de los costes de la organización. Si predecimos hacia donde evolucionará la tecnología, podemos predecir una nueva estructura de costes y aplicarla a nuestra cadena de valor. Una nueva maquinaria puede reducir el coste de fabricación de los productos o un software CRM puede contribuir a conocer e interactuar de forma más efectiva con nuestros clientes.

El enfoque en los competidores

Si combinamos la información de nuestros competidores en el sector con nuestra estructura económica podemos extrapolar cual será la evolución de nuestra ventaja competitiva. ¿Seremos capaces de mantener o mejorar esta ventaja en el futuro? Ello dependerá también de la capacidad de ser más creativos e intuitivos que los competidores, adelantarnos a ellos y posicionarnos los primeros.

 

“La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional, un leal siervo, pero nuestra sociedad actual honra al siervo y se olvida por completo del regalo”. (Albert Einstein)

 

El proceso intuitivo: de las predicciones a los planes y resultados.

El esquema que propone Richard para el proceso completo en la organización consta de cinco fases:

  • Componentes Clave, que combinados entre ellos conducen a las
  • Predicciones, que combinadas dan lugar a las
  • Intuiciones, que a su vez se convierten en
  • Planes, que dan finalmente como resultado la
  • Innovación estratégica.

La fase clave es pasar de las predicciones basadas en los componentes analizados a las intuiciones. Se trata de responder a estas preguntas:

¿Pueden crearse nuevos segmentos?

¿Puede transformarse nuestra ventaja competitiva?

¿Podemos cambiar la estructura del sector donde competimos?

Conseguir implementar una estrategia innovadora basada en la intuición no es fácil, requiere compromiso y un esfuerzo conjunto de toda la organización, pero los frutos obtenidos pueden ser muy valiosos para el crecimiento futuro.

 

La mayoría de las organizaciones pueden liberar una enorme cantidad de su capacidad creativa. El hecho de que haya demasiadas organizaciones que no son tan innovadoras como debieran significa que se gastan las energías creativas de una manera cara e ineficiente, confiando más en la intuición individual que en la organización”.

 

La intuición estratégica está presente en grandes y pequeñas empresas

Muchas empresas han dado un salto cualitativo notable en su posición en el mercado gracias al poder de la intuición, eso sí, siguiendo una metodología alineada con su estrategia y valores en la que participaron muchas áreas funcionales.

Una de las empresas que en su día lanzó un nuevo producto revolucionario fue Kellogg´s, al lanzar hace más de cien años unos copos de maíz tostados. La intuición de los hermanos Kellogs al pensar en un desayuno saludable para las personas hizo posible la gran organización que es hoy en los cinco continentes.

Google se dio cuenta, analizando las necesidades de los usuarios de internet, de que la búsqueda de información era un problema no resuelto. El famoso buscador es hoy el líder indiscutible en el mundo, y sigue utilizando la intuición para ampliar sus productos y servicios consiguiendo tener actualmente un extenso ecosistema de servicios para el usuario.

Sin ir muy lejos, también tenemos excelentes ejemplos de empresas más pequeñas que han conseguido adelantarse a la competencia haciendo buenas sus predicciones sobre el mercado y el comportamiento de los clientes. La empresa centenaria Martinez Somalo, especializada en embutidos, tiene en el mercado productos tan innovadores como el confeti o las perlas de confeti de jamón. Un gran ejemplo de cómo adelantarse a la competencia imaginando el comportamiento futuro de los clientes.

O la firma Wetaka, especializada en servir comida a domicilio cocinada como en casa, fundada por Andrés Casal y Efrén Álvarez, dos jóvenes emprendedores que empezaron en 2014 con unos 1000 pedidos y hoy están cerca de los 100000. Y Kolotrip, creada por Iván González, que ofrece una plataforma para la reserva de viajes en bicicleta por España. BNC10 por su parte, liderada por Albert Llorens, está cambiando el sector financiero con una propuesta muy innovadora y totalmente digital dirigida sobre todo a los millennials.

Todos ellos tienen en común la creación de nuevos segmentos de mercados, que antes estaban dispersos o que no existían, han generado una nueva ventaja competitiva o han redefinido un sector ya existente. Y todo gracias a una capacidad de reflexión intuitiva que está en la base de su éxito como empresas.

Desgraciadamente, en nuestro país, según los últimos datos, solo 4 de cada 1000 empresas realizan procesos innovadores. No se debe a no querer avanzar con nuevos mercados o productos, sino de considerar la intuición y la innovación consecuente como algo que no está al alcance de la mayoría de las pymes. Pero, como hemos visto, muchos emprendedores y pequeñas empresas lo están consiguiendo. Se trata de ir cambiando nuestra cultura empresarial, pasar de empresa proveedora de productos y servicios a empresa proveedora de soluciones futuras.

El esfuerzo merece la pena. Solo con activar la metodología para fomentar la intuición estratégica en tu organización ya tienes beneficios. Tendrás un equipo más colaborativo, motivado y eficiente que, tarde o temprano, dará frutos.

 

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No solo producto y tecnología. El proceso de innovación en tu empresa está en toda tu cadena de valor.

 

 (*) Artículo publicado en “Ideas sobre Estrategia”. The Boston Consulting Group. Colección Management Deusto. Ediciones Deusto, 2007.
Que harás en tu empresa en septiembre

¿Qué planes tienes para tu empresa en septiembre?

Aunque estemos en verano y tengamos la sensación de que todo va más lento, el calendario sigue su curso y ya estamos de nuevo casi en el inicio de una nueva etapa. Cierto es que hemos pasado por una verdadera montaña rusa en estos últimos meses y todos en mayor o menor medida hemos sufrido los efectos de la crisis sanitaria. Pero, como todo en la vida, nada dura eternamente y siempre llega el final…y un nuevo inicio.

En estos días de calor, con la actividad muy reducida, tenemos más tiempo para reflexionar sobre nuestra situación personal y profesional, hacer un ejercicio crítico de lo que ha pasado, cómo hemos respondido al escenario tan especial que nos ha tocado vivir y qué caminos podemos seguir a partir de ahora.

Noto sin embargo una cierta apatía en muchas de las pymes, no en todas desde luego, como una sensación de abatimiento y de resignación. La situación evidentemente no es para estar contentos, pero no dar batalla en estos momentos es la peor de las opciones. Veo con preocupación a muchas empresas y sectores clamando por ayudas económicas al Gobierno. Y no, no es que esté en contra de que el Estado ayude a salir del bache a las pymes, en especial las que son viables, pero si esta es la solución que ven los empresarios para el futuro de sus organizaciones, me parece vamos en una dirección equivocada.

El futuro de nuestras empresas, sean pequeñas o grandes, está en nosotros mismos, en nuestra capacidad de sacrificio y en nuestras propias fortalezas. Sí, parece que es un falso optimismo, pero es la realidad. La historia de las últimas crisis nos ha dejado muchos ejemplos de cómo las pymes han superado con éxito períodos convulsos, y siempre han salido adelante contando con su potencial para reformular su negocio y su propuesta de valor al mercado. Soy de los que apuestan por la iniciativa de las personas y creo que la capacidad para superar las adversidades es mucho más alta de lo que pensamos. No busquemos las soluciones en terceros, somos nosotros los que manejamos el timón de nuestra empresa.

Y septiembre está a la vuelta de la esquina. ¿Tienes ya trazada tu ruta empresarial? Porque el tiempo pasa, las soluciones no llegan solas y, como te decía, tienes el mando absoluto de tu futuro. La crisis pasará, sin duda, lo que ahora tienes que plantearte es qué papel jugará tu organización a partir de ahora. ¿Vas a hacer lo mismo? ¿Cambiarás algo? ¿Reforzarás algún aspecto que consideras esencial? ¿Apostarás por nuevos caminos? ¿Con que gente vas a contar? Preguntas que tienes que responder cuanto antes y esbozar las líneas de lo que será la nueva versión de tu pyme.

Ten presente que para llegar a la nueva meta no estarás solo. Además de tu equipo, tienes a muchos otros colaboradores que pueden ayudarte, y mucho, a salir de nuevo al mercado en buenas condiciones. Explora todas las posibilidades, contacta con las personas y empresas que creas que pueden aportarte una visión diferente y, ante todo, confía en ti mismo.

Si no lo has leído antes, te recomiendo esta reflexión de Begoña de la Torre, seguro que descubres que hay dentro de ti un potencial de crecimiento sin aprovechar. Una inyección de optimismo.

Y también, como complemento a esta entrada, un interesante artículo de Marisol García, experta en marketing y comunicación digital, que nos habla de la importancia de tener un propósito personal y de empresa para alcanzar nuestros objetivos. Descubrirás además el concepto de “Eudaimonia” para lograr poner en acción todo nuestro potencial como humanos.

Aprovecha estos días para tranquilizar y serenar tu mente y trazar el camino que quieres seguir en los próximos meses. Dedica tiempo a pensar en tu futuro, está a tu alcance. Solo tienes que confiar en tus fuerzas y tener presente que la crisis pasará y que tu empresa tiene que estar ahí para seguir dando la batalla. No lo intentes…hazlo. Y si necesitas ayuda, ya sabes dónde encontrarla.

¡Felices días!

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Entrevista Cherky Foods

Entrevista a Carlos Camarero (Cherky Foods). La innovación en el sector de los snacks saludables

Introducir productos nuevos y exitosos en el sector agroalimentario es un gran reto. Hace falta una gran planificación, una potente I+D+i y sobre todo, grandes dosis de esfuerzo. Es lo que están logrando Carlos Camarero (Burgos, 1985), y sus socios David Saldaña y Javier Rioja. Hace tres años, estos jóvenes emprendedores crearon la marca Cherky foods, en La Rioja, dedicada a la elaboración y comercialización de snacks cárnicos innovadores ricos en proteínas y cien por cien naturales. Charlamos con Carlos acerca de cómo ha sido el camino hasta hacer realidad este proyecto, las etapas que han ido superando y las claves del éxito actual.

 

Lo primero, una curiosidad… ¿Por qué el nombre Cherky Foods? ¿Qué significa?

Cherky es el nombre de la marca, es un juego de palabras entre «jerky» que es uno de nuestros productos y uno de los snacks más consumidos en el mundo y «Charqui», que es la palabra original por la que se conoce este producto en toda Sudamérica.

 

Entrar en el sector de alimentación, donde existen grandes firmas consolidadas con un componente innovador muy alto, es un gran reto. ¿Por qué habéis optado por él? ¿Cómo fueron los inicios?

En mi caso particular provengo del mundo de la cocina y siempre me ha interesado mucho la industria alimentaria.

Cherky surge gracias a que los tres socios que tenemos unas inquietudes similares, que hemos estado viviendo fuera de España y a que conocíamos este tipo de productos.

La idea poco a poco fue germinando y decidimos poner en marcha Cherky viendo la evolución que se espera que los snacks cárnicos tengan en Europa y porque estamos convencidos de que podemos hacerlo mejor que otras marcas.

Después de estudiar muy bien el mercado vimos que no había una marca con un catálogo parecido al que queríamos tener y aquí estamos.

 

Durante la fase inicial de puesta en marcha de Cherky Foods supongo que tuvisteis muchas dudas y dificultades. ¿Cuáles fueron y cómo las superasteis?

Poder llegar hasta aquí no ha sido nada fácil. En primer lugar, ninguno teníamos experiencia en industria cárnica y alimentaria. La parte técnica la superamos gracias a un acuerdo de colaboración con el CTIC CITA (Centro Tecnológico Agroalimentario). Este acuerdo supuso que el CTIC fuese la primera vez que invertía en un proyecto privado.

Después de casi dos años de I+D lanzamos los productos al mercado produciendo nosotros mismos en nuestras propias instalaciones por lo que hemos tenido que ponernos al día en cuestiones de calidad, seguridad alimentaria, legislación, procesos, etc.

 

¿Cuáles fueron los principales apoyos que habéis tenido para hacer realidad vuestro proyecto?

Hasta ahora hemos financiado todo a base de fondos propios, pero hemos tenido la suerte de contar con el apoyo del CTIC y de ADER (Agencia De Desarrollo Económico de La Rioja) que han confiado en nuestro proyecto desde el principio.

 

Vuestro modelo de negocio parte de una idea de producto innovadora. ¿Cuáles crees que son los puntos fuertes que os distinguen de otras empresas similares?

La mayor parte de nuestros productos son orgánicos, lo que garantiza la calidad, sostenibilidad y bienestar de los animales que empleamos.

No utilizamos aditivos, ni conservantes ni potenciadores de sabor.

No utilizamos azúcar.

Los formatos, sabores y texturas son muy diferentes

 

Para lanzar cualquier nuevo producto al mercado hace falta que se sumen muchos factores, como el diseño del producto, la selección de proveedores, la logística, el marketing o las acciones comerciales. En vuestro caso, ¿qué aspectos son los que consumen más recursos?

En este momento lo que más tiempo lleva es la fabricación de los productos y todo lo que conlleva (calidad, proveedores, logística, etc.). Después todo lo que tiene que ver con diseño, marca, redes sociales y gestión.

 

Habéis apostado claramente por un negocio 100 % online. ¿Por qué? ¿Habéis descartado la distribución y venta en los canales físicos tradicionales?

No es un negocio 100% online, tenemos varios puntos de venta físicos y distribuidores y seguiremos abriendo más clientes de este tipo.

 

¿Qué importancia le dais al marketing y la comunicación para visibilizar vuestra oferta?

Para nosotros es básico. Somos una marca de productos cárnicos nada convencional y tenemos que comunicarlo de la mejor manera posible.

 

Estamos en plena fase post-COVID. ¿Os está afectando esta situación? ¿Cómo veis vuestro negocio hoy y de cara a los próximos meses?

Arrancamos con todo el catálogo justo en marzo de este año, dos semanas antes del confinamiento.

En nuestro caso hasta ahora nos ha afectado de una manera positiva porque la gente se ha lanzado a comprar online y es algo que parece que va a perdurar, la alimentación siempre ha sido el sector que peor se ha comportado para la venta online y con esto la gente le ha perdido el miedo.

 

Si todo va bien, como deseo, la empresa irá ganando volumen y presencia en el mercado. ¿Tenéis en mente alguna novedad?

Siempre estamos trabajando en ideas y productos nuevos

 

Para mí, que la gente arriesgue y apueste por proyectos personales, más en estos tiempos en los que muchas personas solo buscan la seguridad, me parece muy alentador. ¿Qué mensaje puedes trasmitir a todos aquellos que estén pensando en realizar su sueño empresarial?

En nuestra experiencia lo más importante es contar con un buen equipo. Socios dispuestos a trabajar y a sacrificarse y que cada uno aporte una experiencia diferente. Sobre todo, que se lancen si están dispuestos a hacer lo que haga falta por sacar el proyecto adelante, normalmente se dice que ser emprendedor te da más libertad, no es así me temo.

Desde luego es muy reconfortante ver como avanza y crece una idea en la que has invertido tanto tiempo, ilusión y recursos, creo que son cosas que no te puede aportar un trabajo normal.

 

Y, por último, aunque todavía no he tenido ocasión de probar vuestros productos, sí me gustaría que me convencieras de que son muy buenos. ¿Qué me dices?

El jerky es el snack que más ha crecido en todo el mundo durante varios años, nosotros hacemos el mejor de Europa y encima orgánico y sin ingredientes raros, ¿te vale?

 

Así es Cherky Foods y así es uno de sus promotores. Lo tienen todo para triunfar, y seguro que darán mucho que hablar en un futuro cercano. Un ejemplo para otros emprendedores que ya están a punto de sorprendernos con nuevas e interesantes iniciativas empresariales.