Lo que la naturaleza nos enseña sobre estrategias de marketing.

Si este otoño vas de viaje de naturaleza, ten los ojos bien abiertos.

Porque puedes descubrir nuevas ideas para la estrategia de marketing de tu pyme.

A los que nos dedicamos a esto del marketing y la comunicación nos suele pasar. Vayamos donde vayamos, nuestra mente marketiniana siempre descubre guiños insospechados relacionados con este mundillo.

Da igual que te des un paseo por la calle (¡ay esos anuncios pegados en las paredes o los escaparates!), que te vayas a ver una película o hagas una escapada de fin de semana. El marketing no nos abandona.

Supongo que les pasará lo mismo a los profesionales de otras disciplinas.

Y uno de los entornos en los que yo al menos encuentro más inspiración es en los espacios abiertos, en la naturaleza, particularmente en la observación de animales y plantas.

Algunos lo llaman biomarketing, palabro que no me gusta en absoluto, como la mayoría de los nuevos términos y conceptos que están tan de moda. De hecho, la inspiración en la naturaleza siempre ha estado ahí, desde hace mucho tiempo.

El diseño, por ejemplo, utiliza mucho el mundo natural para inspirarse. La ingeniería se fija también en animales y plantas para crear soluciones creativas adaptadas al entorno humano. Y qué decir de la industria química.

No es algo nuevo, pero sí una buena práctica que podemos entrenar y que puede sugerirnos grandes ideas para aplicar en nuestro negocio. Solo hace falta tener capacidad de observación y la mente abierta.

Y qué mejor que aprovechar nuestros paseos y excursiones en estas escapadas para intentar ver más allá de lo obvio. Quizás nos estemos perdiendo cosas que no imaginaríamos encontrar.

 

Lo que podemos aprender de marketing en la naturaleza.

En un entorno natural las diferentes especies utilizan estrategias para atraer, persuadir y fidelizar a sus parejas, presas o aliados. Está en su ADN como seres vivos. Un código genético que le indica que deben sobrevivir y también dejar descendencia.

Las pymes también tienen ese gen. Su razón de ser es fortalecerse y crecer de forma sana (rentable). Si no luchan con otras «especies» como ella, están abocadas a la desaparición. Porque las empresas son también organismos vivos, que deben alimentarse para sobrevivir y expandirse.

Vamos a ver algunas estrategias que se dan en nuestro hábitat natural y que, si te fijas bien, pueden trasladarse y adaptarse a muchos negocios.

 

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Muchas especies utilizan el color, la forma o el sonido para destacar entre sus competidores y llamar la atención de otras.

Por ejemplo, el pavo real despliega su cola multicolor para seducir a las hembras, el colibrí cambia el tono de su plumaje según el ángulo de la luz para impresionar a sus rivales, o el ruiseñor canta melodías complejas para demostrar su habilidad vocal.

De la misma manera, tu pyme debe buscar su propuesta de valor única y diferencial que te haga sobresalir en tu mercado y comunicarla eficazmente a tu público objetivo.

 

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Algunos animales y plantas utilizan señales químicas, visuales o auditivas para identificar y atraer a otras especies que les interesan por alguna razón. De esta forma evitan perder tiempo y recursos con las especies que no les importan.

Por ejemplo, las flores emiten aromas específicos para atraer a los polinizadores que les convienen, los insectos emiten feromonas para encontrar a sus parejas compatibles, o las ballenas, que emiten sonidos para localizar a sus congéneres.

De la misma forma, tu pyme debe conocer a su audiencia, segmentarla según sus características y preferencias, personalizando el mensaje y la oferta según sus necesidades y deseos.

 

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Las relaciones simbióticas de unas especies con otras tienen como fin obtener beneficios mutuos, como protección, alimentación o reproducción.

Por ejemplo, los peces payaso viven dentro de las anémonas, que les ofrecen refugio y defensa contra los depredadores, mientras que ellas les proporcionan nutrientes y limpieza. Otro ejemplo son las abejas y las flores, que se benefician mutuamente del proceso de polinización.

Del mismo modo, tú también puedes establecer alianzas estratégicas con otras empresas complementarias o afines para ampliar tu mercado, compartir recursos o generar valor añadido para tus clientes.

 

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La adaptación e innovación les sirven a los animales y plantas para mejorar su supervivencia o su éxito reproductivo, como cambios morfológicos, fisiológicos o conductuales.

El camaleón cambia de color según el ambiente para camuflarse o comunicarse, el pulpo utiliza herramientas para resolver problemas o protegerse, o el cuervo es capaz de aprender y transmitir conocimientos a sus descendientes.

Si estás atento a los cambios del entorno, las necesidades de tus clientes y las oportunidades del mercado, puedes ser capaz de innovar en tus productos, servicios o procesos para mantener tu competitividad y tu presencia en el mercado.

 

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Has visto solo algunos ejemplos de cómo la naturaleza puede enseñarnos a diferenciarnos, destacar o seducir con técnicas tan sencillas y efectivas como la colaboración, la segmentación o la innovación.

Lo que los seres vivos hacen de forma natural, y probablemente inconsciente, debería también estar al alcance de todos nosotros.

Piensa en tu negocio como si fuera un ser vivo y pregúntate qué necesitaría para fortalecerse y crecer.

Y luego vuelve la mirada al mundo natural con la mente bien despierta y receptiva. Podrás encontrar muchas ideas que seguro te serán útiles.

Te lo digo por experiencia.

 

«La naturaleza es el mejor maestro del verdadero conocimiento». (Leonardo da Vinci)

 

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